S¨¢nchez viajar¨¢ a Roma a ver a Meloni, aliada de Vox, en el marco de sus giras europeas

Una cosa es la batalla interna espa?ola y otra la pol¨ªtica internacional. En Madrid, Pedro S¨¢nchez ataca con dureza a Vox como representante de la extrema derecha. Pero en su agenda internacional, y en el contexto de la pr¨®xima presidencia espa?ola de la UE, S¨¢nchez ha organizado un viaje a Roma para reunirse por primera vez con Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, aliada de Vox hasta el punto de que el 12 de junio ¡ª cuatro meses antes de llegar al poder¡ª pronunci¨® un mitin conjunto con Santiago Abascal en Marbella, en la ¨²ltima campa?a de las elecciones andaluzas. S¨¢nchez llegar¨¢ a la capital italiana el 5 de abril, en plena Semana Santa, despu¨¦s de regresar de su viaje a China. El d¨ªa anterior estar¨¢ en Chipre y Malta. Ser¨¢ as¨ª el tercer viaje de la gira europea que siempre ha seguido el mismo esquema: tres pa¨ªses en dos d¨ªas para discutir asuntos centrales de la agenda europea que S¨¢nchez espera encauzar durante la presidencia espa?ola.

Es, sin duda, el viaje pol¨ªticamente m¨¢s delicado de S¨¢nchez hasta ahora. El l¨ªder del PSOE y Meloni est¨¢n en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas. S¨¢nchez apoy¨® en las elecciones italianas al candidato de los socialdem¨®cratas, Enrico Letta, y en La Moncloa caus¨® una gran preocupaci¨®n la llegada de la extrema derecha al poder en Italia. El dur¨ªsimo mitin de Meloni en Marbella, donde lleg¨® a hablar de la ¡°familia natural¡±, la ¡°universalidad de la cruz¡±, y carg¨® contra la inmigraci¨®n, contra la ¡°cultura LGTB¡±, ¡°la ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, y en general contra casi todos los valores que defiende el Gobierno de S¨¢nchez, caus¨® mucho impacto en Espa?a e incluso en Italia, hasta el punto de que la primera ministra dijo que est¨¢ arrepentida de su tono. Meloni lleg¨® a decir en su intervenci¨®n en la Costa del Sol que ¡°la izquierda defiende a la mujer hasta que se encuentra con un criminal extranjero. En ese momento, por el reflejo ideol¨®gico, el criminal extranjero vale m¨¢s que la mujer¡±. La Moncloa se esperaba lo peor en el Gobierno italiano, pero ahora el mensaje que transmiten varios miembros del Ejecutivo es que Meloni ha suavizado mucho sus posiciones desde que en octubre lleg¨® al palacio Chigi, la sede de la presidencia del Gobierno italiano.

Aun as¨ª, las diferencias son enormes, sobre todo en un asunto decisivo para los dos pa¨ªses como la inmigraci¨®n. S¨¢nchez inici¨® su mandato, en junio de 2018, con un choque con Italia porque decidi¨® acoger al Aquarius, un barco con m¨¢s de 600 inmigrantes que los italianos hab¨ªan rechazado. Despu¨¦s, el presidente ha ido endureciendo su posici¨®n, pero aun as¨ª, est¨¢ muy lejos de lo que defiende Meloni. La primera ministra ha sido muy criticada en Italia, donde las posiciones sobre migraci¨®n son muy duras en casi todos los sectores, por tardar dos semanas en viajar a Cutro, en Calabria, escenario de una tragedia con al menos 70 migrantes que se ahogaron muy cerca de la costa. Despu¨¦s de las cr¨ªticas, celebr¨® un Consejo de Ministros en esa localidad y prometi¨® endurecer las penas para los traficantes de inmigrantes.

S¨¢nchez y Meloni discrepar¨¢n sin duda en sus posiciones sobre inmigraci¨®n, pero tienen coincidencias en otros asuntos sensibles. Por ejemplo, en la reforma del mercado energ¨¦tico europeo, que ambos defienden. Tambi¨¦n en otras cuestiones clave que afectan casi por igual a los dos pa¨ªses, como la reforma del pacto de estabilidad. Este de momento est¨¢ suspendido, pero en cuanto vuelva a aplicarse limitar¨¢ la capacidad de endeudarse y gastar de estos dos pa¨ªses y de otros que en pandemia han aumentado mucho su deuda para hacer frente a la crisis y salvar a sus trabajadores y sus empresas.

Citas internacionales

En La Moncloa son optimistas y creen que Meloni ya ha demostrado en sus primeros viajes y citas internacionales en Bruselas que quiere estar en el club europeo y est¨¢ dispuesta a defender las mismas posiciones que sus colegas de ideolog¨ªas m¨¢s moderadas. De hecho, S¨¢nchez ya hab¨ªa organizado un primer encuentro con Meloni en diciembre en Alicante, en una cumbre euromediterr¨¢nea, pero la italiana no pudo acudir por una gripe. S¨¢nchez, explican en La Moncloa, en su papel de l¨ªder europeo, debe viajar a Italia y mantener la mejor relaci¨®n posible con Meloni, pese a las grandes diferencias pol¨ªticas. Italia es demasiado importante en Europa y para Espa?a como para no tender esos puentes.

Por el contrario, S¨¢nchez no tiene previsto viajar a Hungr¨ªa, el otro pa¨ªs europeo en manos de la ultraderecha, con cuyo presidente, Viktor Orb¨¢n, pr¨¢cticamente no tiene relaci¨®n. Ah¨ª s¨ª, La Moncloa parece haber marcado un l¨ªmite pol¨ªtico claro. Orb¨¢n, adem¨¢s, s¨ª mantiene posiciones que rompen el consenso en la UE en asuntos decisivos como la guerra de Ucrania, mientras Meloni se alinea con los dem¨¢s socios y ha viajado a Kiev para apoyar a Zelenski, como tambi¨¦n ha hecho S¨¢nchez. En esa diferencia fundamental se apoya para el Gobierno espa?ol la justificaci¨®n de este delicado viaje a Roma para ver a una aliada de Vox, pero que por encima de sus posiciones pol¨ªticas es la primera ministra elegida democr¨¢ticamente por los italianos, y as¨ª la quieren ver en el Ejecutivo.