Los vocales progresistas del Poder Judicial se debaten entre mantener vivo un ¨®rgano en descomposici¨®n o buscar el colapso
La mayor¨ªa de los consejeros de este grupo est¨¢n abiertos a una dimisi¨®n colectiva, pero pocos creen que vaya a prosperar
La dimisi¨®n, el pasado mi¨¦rcoles, de uno de los ocho vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ¡ªConcepci¨®n S¨¢ez, elegida en su d¨ªa a propuesta de IU¡ª ha reabierto un debate que la mayor¨ªa de los consejeros del ¨®rgano llevan a?os rehuyendo: la posibilidad de una dimisi¨®n en bloque como forma de precipitar el colapso de la instituci¨®n y forzar as¨ª su renovaci¨®n, pendiente desde hace m¨¢s de cuatro a?os. El actual mandato del CGPJ caduc¨® en diciembre de 2018 y, desde entonces, algunos sectores de la judicatura reclaman la dimisi¨®n colectiva de sus miembros, pero los vocales siempre han enfriado esa opci¨®n calific¨¢ndola de ¡°irresponsable¡±. La renuncia de S¨¢ez, sin embargo, ha causado un incendio que ahora nadie esperaba. La mayor¨ªa del bloque progresista cree que ya no se puede aliviar con agua y que no queda otra que salir para facilitar la demolici¨®n. Pero pocos creen que prospere esa iniciativa.
La pr¨®xima semana ser¨¢ clave para el futuro del Consejo. Por primera vez desde que se qued¨® en funciones ¡ªinstalado en el bloqueo al resistirse el PP a negociar con el Gobierno la renovaci¨®n¡ª sus miembros se dividen, adem¨¢s de entre conservadores y progresistas, entre quienes insisten en mantener con vida a un ¨®rgano que todos ven agonizante y quienes quieren darle el golpe de gracia. El debate ha surgido entre los ocho vocales progresistas, de los que cinco ¡ªla propia S¨¢ez y cuatro propuestos por el PSOE: Rafael Mozo, ?lvaro Cuesta, Pilar Sep¨²lveda y Clara Mart¨ªnez de Careaga¡ª est¨¢n m¨¢s abiertos a renunciar; y tres ¡ªRoser Bach, Mar Cabrejas (ambas propuestas por el PSOE) y Enrique Lucas (por el PNV)¡ª apuestan por quedarse.
Pero entre ellos tambi¨¦n hay matices y, mientras algunos como Cuesta, impulsor el pasado jueves de la idea de una renuncia ¡°coordinada¡±, se manifiestan claramente partidarios de la salida, otros tienen dudas porque no est¨¢n convencidos de que su marcha vaya a tener el efecto deseado. ¡°Nadie nos asegura que, si nos vamos nosotros, se vaya a renovar el Consejo. Deber¨ªa ser as¨ª, es lo l¨®gico, pero aqu¨ª las cosas no funcionan por l¨®gica¡±, advierte un consejero de este sector, en referencia a las ocasiones en que parec¨ªa que todo abocaba a la renovaci¨®n pero el PP acab¨® baj¨¢ndose del tren del acuerdo con el Gobierno cuando ya estaba casi en marcha. ¡°Lo peor que podr¨ªa pasar es que nos fu¨¦ramos todos los progresistas y se quedara un CGPJ controlado en exclusiva por los conservadores a la espera de ver qu¨¦ pasa en las elecciones¡±, sostiene este miembro del ¨®rgano.
Este temor, que es el que han esgrimido la mayor¨ªa de los vocales progresistas en los ¨²ltimos a?os para justificar su rechazo a dimitir, es el que alegan tambi¨¦n los consejeros de este grupo que siguen siendo hoy reacios a renunciar. ¡°No tengo claro que sirviera de mucho. Aunque no haya qu¨®rum para formar el pleno, podr¨ªan seguir funcionando con la comisi¨®n permanente¡±, subraya un vocal de este sector, en referencia al principal ¨®rgano de decisi¨®n al margen del pleno y que, en la pr¨¢ctica, desde que el CGPJ perdi¨® por ley su capacidad para hacer nombramientos discrecionales estando en funciones, toma la mayor¨ªa de las decisiones importantes del ¨®rgano.
Ahora mismo el Consejo est¨¢ formado por diez miembros conservadores y ocho progresistas, incluido el presidente (que ser¨¢n siete cuando se materialice la anunciada dimisi¨®n de S¨¢ez). As¨ª como la ley dice que la constituci¨®n del pleno requiere un qu¨®rum m¨ªnimo de diez vocales m¨¢s el presidente ¡ªlo que abocar¨ªa a la par¨¢lisis si dimiten los ocho progresistas¡ª, hay dudas sobre en qu¨¦ situaci¨®n quedar¨ªa la permanente. No obstante, hay muchas decisiones que, tras ser tomadas por la permanente tienen que ser ratificadas por el pleno y otras que competen solo a este ¨®rgano, como la aprobaci¨®n de los informes sobre anteproyectos de ley, la aprobaci¨®n del presupuesto o la resoluci¨®n de los expedientes disciplinarios con sanciones m¨¢s graves. Si hasta ahora los vocales han defendido que su permanencia en el puesto est¨¢ garantizando que la justicia funcione con cierta normalidad, si el pleno no pudiera constituirse las consecuencias ya s¨ª que ser¨ªan palpables, asume un vocal conservador.
Nadie se atreve a vaticinar si la propuesta del vocal Cuesta ser¨¢ secundada por todo el grupo ¡ªrequisito necesario para dejar al pleno sin qu¨®rum¡ª, aunque la mayor¨ªa cree que no ocurrir¨¢ as¨ª. La asociaci¨®n Juezas y Jueces para la Democracia, de tendencia progresista y a la que est¨¢n ligados la mayor¨ªa de los vocales jueces de este sector, ha vuelto a reclamar este s¨¢bado la renuncia ¡°inmediata¡± de todos los consejeros. Lo contrario, seg¨²n la presidenta de esta asociaci¨®n, Ascensi¨®n Mart¨ªn, los convertir¨¢ en ¡°c¨®mplices de una situaci¨®n inaceptable¡±.
La decisi¨®n de Cuesta de promover la marcha ¡°coordinada¡± de todo el grupo a las pocas horas de la salida de S¨¢ez ha molestado a algunos vocales de este sector. ¡°Esto se habla con pausa, no se pueden hacer las cosas as¨ª¡±, se?ala uno de ellos. Algunos se reconocen desconcertados por el hecho de que la dimisi¨®n, en octubre pasado, de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ desde 2013, no provocara una reacci¨®n en cadena y s¨ª la pueda provocar ahora la de S¨¢ez.
Pero la mayor¨ªa de los vocales consultados admiten tambi¨¦n que la marcha de Lesmes se vio como un s¨ªmbolo, como un mensaje desde el m¨¢s alto cargo del Poder Judicial al Poder Legislativo para que tomara conciencia de la situaci¨®n, y que, de hecho, precipit¨® el ¨²ltimo intento ¡ªtambi¨¦n fallido¡ª de desbloqueo del CGPJ por parte de PSOE y PP. La renuncia de S¨¢ez, sin embargo, es una decisi¨®n individual, que, de alguna forma, interpela a todos. La mayor¨ªa de los vocales, incluso los de su grupo, se enteraron de su dimisi¨®n por la prensa y admiten que enseguida vieron que el foco se pon¨ªa otra vez sobre ellos.
¡°A m¨ª ni Lesmes ni Concha [en referencia a S¨¢ez] van a darme lecciones de dignidad¡±, exclam¨® airado el vocal Cuesta durante la reuni¨®n de la comisi¨®n permanente, el pasado jueves, horas despu¨¦s de que se conociera la dimisi¨®n de S¨¢ez, seg¨²n fuentes de ese ¨®rgano. Un mensaje en el que insisti¨® en el whastapp enviado tras esa reuni¨®n al resto de vocales progresistas: ¡°No estoy dispuesto a recibir lecciones cuando me siento tan atado a esta instituci¨®n por su no renovaci¨®n como quienes ya han dimitido¡±.
Pero aunque la marcha de Lesmes no abriera dentro del ¨®rgano el debate sobre la dimisi¨®n colectiva, s¨ª que, para muchos, fue el principio del proceso de descomposici¨®n. La designaci¨®n como sustituto del consejero de m¨¢s edad, el progresista Rafael Mozo, fue pactada como una decisi¨®n a corto plazo dando por hecho que las conversaciones que iniciaron socialistas y populares tras la dimisi¨®n de Lesmes dar¨ªan sus frutos. Pero ese en¨¦simo fracaso de la negociaci¨®n ha alargado en el tiempo la presidencia de Mozo, que, seg¨²n miembros de ambos sectores, se encuentra ¡°c¨®modo¡± en el puesto pero no cuenta con la autoridad que ten¨ªa Lesmes. Ni entre los miembros de su grupo ni entre los conservadores, que se mantienen a la espera de que en julio Mozo tenga que jubilarse al cumplir los 72 a?os y sea sustituido por un vocal conservador, en principio el siguiente de mas edad, Vicente Guilarte.
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