La ley de vivienda cierra el c¨ªrculo
PSOE, UP, ERC y Bildu usar¨¢n la vivienda como elemento clave de la campa?a electoral. La coalici¨®n completa los hitos de la gesti¨®n con un fracaso: la ¡®ley mordaza¡¯
La legislatura de la primera coalici¨®n en el Gobierno central desde la II Rep¨²blica est¨¢ dibujando un c¨ªrculo. Todo vuelve. Lo hizo la ley del solo s¨ª es s¨ª, para mal, y lo ha hecho la ley de vivienda, para bien. Despu¨¦s de la subida del salario m¨ªnimo del 47%, los ERTE, los planes de ayuda, las becas, el transporte p¨²blico gratuito, la reforma laboral y la de las pensiones, la ley de vivienda completa una lista de hitos de gesti¨®n progresista con los que har¨¢n campa?a electoral todos: no solo el PSOE y Unidas Podemos, tambi¨¦n ERC y Bildu, decisivos en esta norma. Estos ¨²ltimos dos han exigido algo muy b¨¢sico para apoyarla: poder venderla ellos en exclusiva en una rueda de prensa el pasado viernes en el Congreso, desplazando el protagonismo de los propios socios de la coalici¨®n.
La batalla por el tope a los alquileres entre el PSOE y Unidas Podemos es incluso m¨¢s vieja que la propia coalici¨®n. Cuando Pedro S¨¢nchez gobernaba en solitario despu¨¦s de la moci¨®n de censura, Unidas Podemos le tumb¨® una sola votaci¨®n: precisamente un decreto ley sobre alquileres que llevaba el entonces ministro de Fomento, Jos¨¦ Luis ?balos.
Desde entonces, la ley de vivienda y el tope a los alquileres ha sido clave en cada negociaci¨®n presupuestaria, y van tres. Primero con Pablo Iglesias y despu¨¦s con Yolanda D¨ªaz. Y el PSOE, primero con ?balos y despu¨¦s con Raquel S¨¢nchez, siempre ha querido sacar la ley de vivienda, la primera de la democracia, como hito de la gesti¨®n progresista. Pero con un l¨ªmite pol¨ªtico claro, que chocaba con las posiciones de UP, ERC y Bildu: no perjudicar a la clase media que tiene en el alquiler de una propiedad un ingreso extra decisivo.
De hecho, en el final de la negociaci¨®n, todo estuvo a punto de frustrarse cuando la vicepresidenta primera Nadia Calvi?o vet¨® la posibilidad de un l¨ªmite del 3% anual para siempre a las subidas del alquiler. Ah¨ª salt¨® todo. El 3% hab¨ªa estado encima de la mesa, pero el PSOE lo retir¨® ante el rechazo de Econom¨ªa. Podemos se indign¨®, hasta el punto de que Rafa Mayoral, un hombre que como muchos otros dirigentes herederos del movimiento del 15-M ¨D como Ada Colau o Irene Montero¡ª ven¨ªa de la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH), abandon¨® entre gritos la reuni¨®n.
ERC y Bildu lanzaron entonces un mensaje claro: sin 3%, aunque sea temporal, no hay ley. Y a ese ¡°aunque sea temporal¡± se aferr¨® Raquel S¨¢nchez y su equipo, con David Lucas, secretario de Estado, como hombre clave de la negociaci¨®n, para encontrar una salida. Y la hallaron. Habr¨¢ 3% de l¨ªmite, pero solo un a?o: 2024. Y para 2025 se elaborar¨¢ el ¨ªndice espec¨ªfico que quer¨ªa Calvi?o para no arriesgarse a un tope definitivo del 3%. Con eso, y algunas otras concesiones de los ¨²ltimos d¨ªas, ERC y Bildu aceptaron el pacto, que se cerr¨® el jueves.
La prueba evidente de lo importante que es esta norma para la izquierda espa?ola es que, nada m¨¢s anunciarse el acuerdo, solo hab¨ªa disputas para ponerse las medallas como autores de la ley. Todos estaban contentos. Desde S¨¢nchez y Yolanda D¨ªaz hasta Ione Belarra, que fue muy cr¨ªtica con el PSOE por vivienda, pero el viernes se mostr¨® euf¨®rica: ¡°Es una gran noticia despu¨¦s de tres a?os de trabajo¡±. Y hasta Pablo Iglesias, ¨²ltimamente muy duro casi con cualquier movimiento del Gobierno, aplaudi¨® el acuerdo, aunque reivindic¨® que la clave hab¨ªa sido que Podemos, ERC y Bildu hab¨ªan ¡°movido al PSOE¡±.
El gran problema de la ley es que las partes m¨¢s delicadas, sobre todo la declaraci¨®n de zona tensionada, que permite establecer alquileres m¨¢ximos que no se pueden superar, dependen de las autonom¨ªas. Y, por tanto, no se aplicar¨¢n donde gobierne el PP. Pero incluso eso, pol¨ªticamente, es visto por los autores de la norma como una posible ventaja. Porque si la ley tiene los efectos previstos y logra bajar los alquileres o frenar sus subidas desorbitadas, los ciudadanos ver¨¢n que eso sucede donde se cumple la norma y no donde no se aplica, y supondr¨¢ una importante baza pol¨ªtica frente al bloque conservador.
El Gobierno logra as¨ª centrar por un tiempo la agenda electoral donde le interesa: en sus reformas. De hecho, el PP ya ha entrado en el debate con rechazo frontal de la ley por los l¨ªmites al alquiler y porque ha sido pactada con Bildu. ¡°?C¨®mo se bajan los precios de la vivienda? ?Haciendo m¨¢s viviendas! ?Vamos a construir m¨¢s viviendas!¡±, asegur¨® este s¨¢bado el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que adem¨¢s dice que el Gobierno ¡°agacha las orejas ante los okupas¡±.
Este tipo de choque ideol¨®gico, con la derecha centrada en la ocupaci¨®n y en dar m¨¢s libertad a los constructores para hacer m¨¢s vivienda, el modelo de los a?os 2000, frente a la ley que promueve la vivienda p¨²blica y trata de bajar los alquileres con intervenci¨®n p¨²blica ¡ªno solo con l¨ªmites, tambi¨¦n con grandes bonificaciones fiscales a los propietarios que hagan bajadas¡ª es justo lo que buscan PSOE y Unidas Podemos para movilizar a la izquierda.
La coalici¨®n cierra as¨ª un c¨ªrculo, y aunque hay algunas leyes en tramitaci¨®n ¡ªmovilidad sostenible, cine, familias, industria, universalidad de la sanidad, derechos de autor, control de desperdicio alimentario, autoridad independiente para investigar accidentes¡ª este era el ¨²ltimo gran hito de trascendencia pol¨ªtica.
S¨¢nchez seguir¨¢ haciendo anuncios de gesti¨®n ¡ªeste domingo tiene otro reservado¡ª y llevar¨¢ sorpresas al Consejo de Ministros, porque tiene margen para tomar medidas. Pero los grandes hitos de la legislatura est¨¢n completos y con ellos se har¨¢ no solo la campa?a de las auton¨®micas, sino sobre todo la de las generales.
Pero como siempre, la calma en la coalici¨®n no durar¨¢ mucho. Esta semana, el jueves, se vota la reforma del s¨®lo s¨ª es s¨ª, que abrir¨¢ de nuevo las grietas dentro de la propia Unidas Podemos y solo puede salir adelante si el PSOE logra el apoyo del PP, algo que a¨²n no est¨¢ garantizado. Los socialistas, de inicio, no quer¨ªan ni sentarse a negociar con los populares. La tensi¨®n entre Sumar y Podemos sigue ah¨ª como una espada de Damocles para las posibilidades de ¨¦xito del bloque progresista. El propio Iglesias hablaba ayer de nuevo de ¡°desprecios¡± a Podemos, aunque a la vez apostaba por la unidad.
Pero con todo, la coalici¨®n logra sacar casi todos sus hitos, con el ¨²nico fracaso notable de la reforma de la ley mordaza. Y ve al PP cada vez con menos munici¨®n.
As¨ª lo resume un ministro: ¡°Si el PP solo tiene contra nosotros que para sacar leyes positivas como la de vivienda nos apoyamos en Bildu o las andanadas de Pablo Iglesias contra Yolanda D¨ªaz, ya puede dar por perdidas las pr¨®ximas elecciones. Necesita mucho m¨¢s para ganarnos. Necesita un proyecto. Nosotros tenemos una hoja de servicios muy larga en estos cuatro a?os. Y vivienda es solo el ¨²ltimo de ellos¡±.
La econom¨ªa y los acuerdos dan aire al Gobierno, y la divisi¨®n se lo quita. Aunque en el PP creen que hay un mar de fondo m¨¢s fuerte que todo eso. Un dirigente popular lo tiene claro: ¡°El Gobierno est¨¢ presumiendo mucho de la situaci¨®n econ¨®mica, pero la realidad es que a la gente le han subido la hipoteca y la compra est¨¢ disparada. Y eso hace mucho m¨¢s da?o que cualquier discurso¡±. Cada uno juega sus bazas. La ley de vivienda era una de las m¨¢s importantes que ten¨ªa el Gobierno en la cartera. Y ya es una realidad.
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