El ¨²ltimo Primero de Mayo de la legislatura de la paz social
Habr¨¢ conflictividad por sectores productivos si no hay subida salarial. El Gobierno y los sindicatos piden a la CEOE que vuelva a negociar
El Gobierno de coalici¨®n de izquierdas llega al ¨²ltimo Primero de Mayo de la legislatura con un saldo de 17 acuerdos de los agentes sociales, incluida la reforma laboral; y con paz social en medio de una pandemia que paraliz¨® a Espa?a y al mundo, y una guerra en Europa por la invasi¨®n de Ucrania que encadena consecuencias en casi todos los sectores productivos. En la recta final del mandato se vislumbra que este se cerrar¨¢ sin que haya sido convocada una huelga general, como s¨ª tuvieron que afrontar todos los gobiernos anteriores de la democracia.
Aun as¨ª, la conflictividad social por sectores no se presenta como una rareza. Los sindicatos no lo ocultan en este Primero de Mayo: subida de salarios o conflicto, esta es la disyuntiva. El Gobierno participa de la reclamaci¨®n sindical, no as¨ª del aliento al conflicto, por lo que el grito que nace hoy tendr¨¢ eco en las pr¨®ximas semanas para que el mundo empresarial, organizado en torno a la CEOE, no vuelva la cara a la negociaci¨®n y ocupe su silla como ha hecho regularmente desde hace m¨¢s de tres a?os.
Las simas que se han abierto bajo los pies de las sociedades europeas desde la pandemia coincidieron en Espa?a con el primer Gobierno de coalici¨®n de la democracia entre fuerzas muy diferentes, y a menudo enfrentadas. Unidas Podemos apost¨® por Yolanda D¨ªaz como ministra de Trabajo; esta despu¨¦s escal¨® a la vicepresidencia segunda tras la salida voluntaria de Pablo Iglesias, y de inmediato sus interlocutores naturales, adem¨¢s del presidente Pedro S¨¢nchez, se sintieron reconfortados. La conexi¨®n entre los objetivos y la forma de hacer pol¨ªtica de D¨ªaz con Pedro S¨¢nchez y con los sindicatos ha sido constante. La CEOE no sent¨ªa menoscabo de sus intereses en las propuestas, negociaci¨®n, cesiones y contrapartidas que alumbraron 17 acuerdos de gran entidad.
La reforma de la reforma laboral anterior se citar¨¢ siempre por su impacto y aceptaci¨®n, aunque el PP decidi¨® desmarcarse del pacto de empresarios y sindicatos. Las interpretaciones son libres respecto a cu¨¢ndo y por qu¨¦ la patronal inici¨® su distanciamiento de los sindicatos y del Gobierno. Una vez reelegido Antonio Garamendi como presidente de la CEOE su nombre vuelve a invocarse en el Gobierno y en los sindicatos para reconducir el ¨²ltimo tramo de la legislatura y que vuelvan los acuerdos, adem¨¢s de mantener la paz social. No hay duda, la resistencia o, mejor, la negativa a subir los salarios marcar¨¢ la vida socioecon¨®mica del pa¨ªs hasta que la legislatura eche el cierre en octubre y se convoquen elecciones para diciembre.
La expectativa de cambio de ciclo pol¨ªtico arroja dudas sobre posibles pactos
Los manifiestos, discursos y declaraciones de este Primero de Mayo de los partidos de izquierda y los sindicatos, contienen demandas y an¨¢lisis muy similares, aunque el PSOE, el Gobierno en su conjunto, y la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, excluyen cualquier atisbo de amenaza con la calle. Las llamadas ser¨¢n para la vuelta a la mesa de negociaci¨®n sobre subidas salariales.
Estas se han producido en la parte que toca al Gobierno, en lo que de ¨¦l depende. El incremento de un 15% del Ingreso M¨ªnimo Vital y de las pensiones no contributivas, la subida del 8,5% del resto, la ayuda de 200 euros para personas con bajos ingresos, o la gratuidad del transporte p¨²blico estatal, est¨¢n en la casilla de La Moncloa. El sueldo de sector p¨²blico ha subido acorde con la inflaci¨®n y permite al Ejecutivo defender que ha hecho lo posible para paliar la precariedad por el alza de los precios. Ahora, le toca al sector privado, cerrado de momento a subidas salariales. En este Primero de Mayo pueden mirarse con cierta perspectiva los efectos de la reforma laboral, entre otros, la reducci¨®n del empleo temporal. Con m¨¢s de veinte millones y medio de personas con un puesto de trabajo, se ha alcanzado otro objetivo.
Las sucesivas subidas del salario m¨ªnimo interprofesional en esta legislatura, que acumulan un 47% hasta llegar a los 1.080 euros, ya no ha sido pac¨ªfica. Tales incrementos entran en el terreno del Gobierno, con el acuerdo de los sindicatos, pero con la cr¨ªtica de la patronal. La incomodidad del PP ante medidas de subidas salariales y de mayor recepci¨®n de rentas est¨¢ fuera de toda duda. Hasta ahora, la mejor f¨®rmula encontrada para no presentar una alternativa o una respuesta elaborada al Gobierno es la de la cr¨ªtica total y la invocaci¨®n a tantos y tantos ciudadanos que no llegan a fin de mes. Las expectativas del PP de conseguir una mayor¨ªa parlamentaria para gobernar tras las pr¨®ximas elecciones, a la vuelta de siete meses, le hacen extremar las cautelas. Animar a la patronal a que suba los salarios no est¨¢ de momento entre sus prioridades.
El discurso econ¨®mico del Gobierno permanecer¨¢ invariable sobre la protecci¨®n social y el fortalecimiento del tejido productivo. A¨²n quedan en la agenda del Gobierno, singularmente en la cartera de Yolanda D¨ªaz, propuestas con aspiraci¨®n de ser acordadas con la CEOE. Los interlocutores consultados del Gobierno no descartan que CEOE haya decidido no llegar a acuerdos ante la expectativa de un cambio en La Moncloa. En medios gubernamentales se considera posible que en las discusiones internas de la patronal haya quien tambi¨¦n defienda la tesis de no cerrarse en banda sobre subidas salariales y cerrar la legislatura con acuerdos y paz social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.