El misterio del cad¨¢ver solitario del se?or Tateishi
La Polic¨ªa Nacional investiga el hallazgo del esqueleto de un ciudadano japon¨¦s en la Costa del Sol un a?o despu¨¦s de que falleciese, sin que sus familiares ni sus vecinos se hubieran percatado
Al inquilino del 7? D casi nadie lo conoc¨ªa. Sus vecinos lo saludaban por las escaleras y ¨¦l respond¨ªa, a lo sumo, con un gesto. Pocos de ellos han intercambiado con ¨¦l alguna frase durante los m¨¢s de 20 a?os que ha residido en un piso de cien metros cuadrados del bloque seis del conjunto Detelina, en Los Boliches, en Fuengirola (M¨¢laga, 83.226 habitantes). ¡°Siempre fue introvertido, iba a lo suyo, discut¨ªa mucho y hablaba poco¡±, relata su vecino de enfrente. El inquilino del 7? D apenas pasaba unas semanas en esa vivienda, por eso pocos se preguntaron por qu¨¦ no se lo cruzaban por los pasillos desde hace tiempo. Hasta que el lunes pasado su cad¨¢ver fue hallado en el interior del inmueble, en el suelo de una terraza cubierta. Ten¨ªa 86 a?os y nadie hab¨ªa preguntado por ¨¦l en largo tiempo: la autopsia ha revelado que llevaba muerto alrededor de un a?o y ha descartado que falleciera en circunstancias violentas. El inquilino del 7? D muri¨® solo, a 11.000 kil¨®metros de su pa¨ªs, Jap¨®n, y nadie se dio cuenta hasta que una antigua inquilina suya ha descubierto el cad¨¢ver.
El fallecido se llama Yasuyuki Tateishi. Es el nombre que ¨¦l escribi¨® con caracteres occidentes y japoneses en su buz¨®n, en cuyo interior se apilan una treintena de cartas entre numerosas facturas de la luz y avisos de Correos. La Polic¨ªa Nacional, que se ha hecho cargo del caso, trata de confirmar esa identidad a trav¨¦s de las pruebas de ADN al cad¨¢ver, ya un mero esqueleto. ¡°Todo apunta a muerte natural¡±, subrayan fuentes policiales y del Instituto de Medicina Legal de M¨¢laga.
La Embajada de Jap¨®n en Espa?a no ha tenido noticias sobre este fallecimiento ni ninguno de sus familiares se ha puesto en contacto con ellos, seg¨²n fuentes de la delegaci¨®n diplom¨¢tica. El hombre ten¨ªa un hermano y una sobrina, pero no manten¨ªa relaci¨®n con ellos. Tampoco hab¨ªa establecido relaci¨®n con la comunidad nipona en M¨¢laga, provincia en la que apenas residen 252 personas procedentes de Jap¨®n, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). De ellos, apenas una veintena de ellos viven en Fuengirola.
Cuenta un vecino que el se?or Tateishi alquilaba, desde hace a?os, algunas habitaciones. Una de ellas la utilizaban dos empleadas de un restaurante cercano al que ¨¦l sol¨ªa acudir a tomar caf¨¦. Ellas trabajaban en turno partido y pagaban 180 euros al mes por descansar en el piso unas horas entre la ma?ana y la tarde. Luego el horario cambi¨® a jornada continuada y dejaron de acudir. Con el tiempo dejaron de verlo en la cafeter¨ªa, as¨ª que una de ellas, cocinera, decidi¨® acercarse al piso a ver si hab¨ªa ocurrido algo. Llam¨® al portero y no respondi¨® nadie. Luego entr¨® con las llaves que a¨²n conservaba y se llev¨® el susto de su vida: vio a su antiguo casero convertido en casi un esqueleto. Estaba en el suelo, en una terraza cubierta con las ventanas abiertas, de ah¨ª que el olor del cuerpo en descomposici¨®n no hubiera alertado a nadie en tan largo tiempo. La puerta de acceso al sol¨¢rium, en la planta de arriba, tambi¨¦n estaba abierta, lo que ayud¨® a la ventilaci¨®n.
La mujer, en estado de shock, avis¨® a los residentes del piso m¨¢s cercano. Luego llamaron a la Polic¨ªa Nacional, que activ¨® el protocolo judicial. Desde entonces, la puerta del 7? D permanece con precinto policial. La investigaci¨®n est¨¢ en manos del grupo uno de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), como adelant¨® esta semana el diario Sur. ¡°Somos cautos, pero no se observan indicios de criminalidad. Todo indica muerte natural¡±, insisten fuentes policiales.
Pocos le conoc¨ªan
Varios estudios cient¨ªficos constatan que la soledad y el aislamiento social aumentan cerca de un 30% el riesgo de mortalidad. Seg¨²n el INE, en Espa?a viven casi cinco millones de personas solas en hogares. La mitad de ellos tienen 60 o m¨¢s a?os y 1,71 millones tienen 70 o m¨¢s a?os. ¡°La soledad es t¨®xica¡±, se?alaba el neurocient¨ªfico Mariano Sigman a EL PA?S el oto?o pasado. En 2019 se encontr¨® el cad¨¢ver de Amanda J. en el distrito madrile?o de Salamanca, cuya autopsia desvel¨® que pudo morir cinco a?os antes, en 2014. A Tateishi, en Fuengirola, han tardado en encontrarlo un a?o. Su mala relaci¨®n con la familia y su escasa interacci¨®n social con residentes en la zona han sido claves. Los pocos que le conocieron ¡ª¡±hace a?os, porque tras la muerte de su mujer se volvi¨® m¨¢s hosco¡±, seg¨²n otro vecino¡ª relatan que sol¨ªa bajar a dar paseos por el paseo mar¨ªtimo y que viajaba mucho. En sus conversaciones relataba constantes desplazamientos a Buenos Aires, Tokio o Florida. ¡°En todas esas ciudades ten¨ªa propiedades¡±, asegura esta misma persona.
A esta persona, Tateishi le contaba que ten¨ªa mucho dinero y que hab¨ªa trabajado como ingeniero para la NASA. Una consulta en internet permite comprobar que dirig¨ªa una compa?¨ªa dedicada a la consultor¨ªa, traducci¨®n e interpretaci¨®n de documentos t¨¦cnicos en numerosos idiomas desde los a?os ochenta, pero los vecinos consultados no sab¨ªan a qu¨¦ se dedicaba. ¡°Si apenas te saludaba, no te iba a contar su vida¡±, justifica una mujer, que destaca que este conjunto de bloques, que da al norte con el estadio municipal de Los Boliches, hay numerosas segundas viviendas y apartamentos vacacionales: ¡°La gente va y viene, es imposible conocerlos a todos¡±, a?ade. ¡°Hace a?os lo operaron de un c¨¢ncer de est¨®mago. Ahora, tras un tiempo sin verlo, pens¨¦ que igual hab¨ªa muerto en Jap¨®n¡±, concluye un vecino, que ha acertado con la muerte, pero no con el lugar del fallecimiento: a poco m¨¢s de dos metros de su puerta, frente por frente a la de Tateishi.
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