Mauritania desaira a Espa?a y rechaza a migrantes rescatados por la Guardia Civil en sus aguas
Nuakchot se niega a desembarcar a los 168 ocupantes de un cayuco que aguardan desde el jueves en la cubierta de una patrullera del instituto armado
Mauritania ha puesto en aprietos a la Guardia Civil. El jueves, despu¨¦s de que una patrullera espa?ola interceptase un cayuco con 168 personas, los agentes no pudieron llevarlos al puerto de Nuadib¨², capital comercial del pa¨ªs africano. Ni la Gendarmer¨ªa ni la Armada mauritanas autorizaron a la R¨ªo Tajo a atracar, tampoco a desembarcar a los rescatados, que hab¨ªan salido presumiblemente de Senegal y que fueron interceptados, m¨¢s tarde, cuando ya estaban a m¨¢s de 80 millas n¨¢uticas (148 kil¨®metros) de las costas mauritanas. Mientras se produc¨ªan los contactos entre las autoridades de ambos pa¨ªses, la tensi¨®n crec¨ªa a bordo y los agentes espa?oles acabaron disparando sus armas al aire. Inmerso en un episodio completamente inusual, el barco lleva fondeado desde la noche del jueves esperando noticias. Aunque algunas informaciones se?alaron que la patrullera pondr¨ªa rumbo a Canarias, con agentes y migrantes a bordo, el Ministerio del Interior lo niega con contundencia.
Los acontecimientos se fueron precipitando: impedidos incluso de atracar en el puerto, los 20 agentes que forman la tripulaci¨®n del R¨ªo Tajo ¡ªuno de los barcos m¨¢s grandes de la flota de la Guardia Civil¡ª tuvieron que fondear en la bah¨ªa de Nuadib¨² a la espera de ¨®rdenes superiores. La tripulaci¨®n cocin¨® arroz, dio de comer a los rescatados y atendi¨® a los heridos (la mayor¨ªa por cuadros de deshidrataci¨®n), pero la tensi¨®n acab¨® desbord¨¢ndose y los agentes decidieron disparar al aire para controlar al grupo. El incidente motiv¨® que se sumasen a la tripulaci¨®n de la patrullera otros 16 guardias civiles destinados en Mauritania. Apaciguados los ¨¢nimos, los rescatados pasaron la noche en la cubierta del buque, de casi 53 metros de eslora.
Al d¨ªa siguiente del rescate, la comunicaci¨®n con las autoridades mauritanas segu¨ªa sin fructificar y el barco continu¨® fondeado. El pa¨ªs africano recibe desde 2009 m¨¢s de 10 millones de euros anuales para que colabore en la contenci¨®n de la inmigraci¨®n irregular. El acuerdo econ¨®mico cubre formaci¨®n de sus agentes o compra de material, desde veh¨ªculos a lectores de pasaporte, dietas, gastos de combustible¡ Espa?a incluso paga los gastos a un agente mauritano ¡ªtambi¨¦n hay uno marroqu¨ª¡ª que trabaja codo con codo con la Guardia Civil en el Centro de Coordinaci¨®n Regional de Gran Canaria. La colaboraci¨®n entre ambos suele servir de ejemplo para que Espa?a, que apuesta por este modelo desde 2006 tras la llamada crisis de los cayucos, muestre ante sus socios europeos la importancia de financiar a terceros pa¨ªses para que mantengan alejados a los migrantes de las fronteras europeas.
Adem¨¢s, Nuakchot ¡ªa diferencia de Rabat, que recibe 30 millones de euros anuales¡ª permite que la Guardia Civil act¨²e en su territorio para impedir salidas de inmigrantes sea por tierra o por mar. Un tercio del casi centenar de agentes que el instituto armado tiene desplegados en ?frica est¨¢n en Mauritania en misiones de informaci¨®n y de actuaci¨®n contra la inmigraci¨®n irregular. Espa?a tambi¨¦n tiene en el pa¨ªs dos buques, un helic¨®ptero y una patrulla terrestre. Aunque los medios se concentran en mayor medida en Senegal, desde donde est¨¢n saliendo decenas de cayucos en los ¨²ltimos tres meses, Mauritania es uno de principales puertos de embarque de los migrantes y refugiados que se dirigen rumbo a Canarias.
En teor¨ªa, seg¨²n explican fuentes dedicadas al control de fronteras, ¡°Mauritania siempre cumple¡±. Adem¨¢s, las cifras de interceptaci¨®n de migrantes y refugiados que pretenden llegar a Canarias desde sus costas (cerca del 40% de los que lo intentan) sit¨²an al pa¨ªs como uno de los que m¨¢s bloquean el tr¨¢nsito migratorio, sea con detenciones o expulsiones a los pa¨ªses vecinos. Fuentes del Ministerio del Interior califican la relaci¨®n como ¡°excelente¡± y se?alan que este a?o apenas han llegado al archipi¨¦lago canario cinco embarcaciones procedentes de este pa¨ªs. El episodio, a?aden, no afecta la buena sinton¨ªa de ambos socios.
La negativa a aceptar la entrada de estas 168 personas, adem¨¢s de ser poco habitual revela, una vez m¨¢s, la dependencia de Espa?a ante la voluntad (a veces cambiante) de colaboraci¨®n de sus socios africanos.
La Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha atribuido a Frontex, la agencia europea de fronteras, un papel negociador en este episodio. Esta versi¨®n ha sido desmentida a EL PA?S por fuentes de la Guardia Civil y del Ministerio del Interior. Frontex, en primer lugar, no tiene presencia en Mauritania y, en segundo lugar, estar¨ªa sobrepasando sus competencias si negociase en nombre de Espa?a el desembarco de inmigrantes.
En realidad, las negociaciones con las autoridades de terceros pa¨ªses en casos como este dependen del ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska. En concreto, de su Direcci¨®n General de Relaciones Internacionales y Extranjer¨ªa, el departamento desde el que se firman los memor¨¢ndums con pa¨ªses africanos para luchar contra la inmigraci¨®n irregular.
Los rescatados, en huelga de hambre
De vuelta a la patrullera, mientras se suced¨ªan los telefonazos, los rescatados decidieron ponerse en huelga de hambre y rechazaron el desayuno de la ma?ana del s¨¢bado. Ninguna de las fuentes consultadas ha explicado cu¨¢l fue el motivo del malestar y nerviosismo del grupo, pero a las circunstancias de un precario viaje se sum¨® que varias personas en la cubierta, que no est¨¢ preparada para que estas misiones se prolonguen as¨ª, sufrieron golpes de calor. Adem¨¢s, uno de los chicos presenta un diagn¨®stico algo m¨¢s grave con un cuadro de deshidrataci¨®n, seg¨²n fuentes conocedoras de la situaci¨®n a bordo. De hecho, los agentes solicitaron a Mauritania su hospitalizaci¨®n. Hasta el s¨¢bado por la noche, la petici¨®n no hab¨ªa sido atendida, aunque s¨ª fue enviado un m¨¦dico a bordo.
El intento de huelga de hambre acab¨® tambi¨¦n en conflicto y agresiones cuando alguno de los rescatados decidi¨® comer en contra de la supuesta voluntad del grupo, seg¨²n fuentes policiales. Los agentes intervinieron de nuevo, aunque esta vez sin armas. Se reforz¨® la seguridad en el barco y negociaron con el que parece ser el l¨ªder. Las comidas se retomaron.
La AUCG ha denunciado las ¡°escasas condiciones de seguridad e higiene¡± en la embarcaci¨®n y exige a Interior ¡°soluciones urgentes¡±. La situaci¨®n a bordo se complica seg¨²n pasan las horas. Aunque se han improvisado toldos en la cubierta para proteger a los migrantes del sol, estos tienen que hacer sus necesidades en cubos o por la borda. Las condiciones meteorol¨®gicas, adem¨¢s, empeoran. Seg¨²n la AUGC, ni aun con una orden desde Madrid se podr¨ªa poner rumbo a Canarias por el mal tiempo, y la posibilidad de llevarlos de vuelta a Senegal est¨¢ descartada.
Sin respuesta de las autoridades mauritanas, el R¨ªo Tajo sigue navegando en la bah¨ªa de Nuadib¨². El Ministerio del Interior asegura que el buque contin¨²a aguardando la autorizaci¨®n para atracar en el puerto y que no hay intenci¨®n ninguna de llevar a los rescatados a Espa?a.
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