El acuerdo sobre las lenguas en el Congreso apuntala la nueva mayor¨ªa mientras Junts reclama que la ley de amnist¨ªa est¨¦ aprobada antes de la investidura
Las piezas van encajando para los 178 esca?os que necesita S¨¢nchez, pero el alivio penal es la clave
Poco a poco, las piezas para construir una nueva mayor¨ªa de 178 esca?os que d¨¦ paso a la investidura de Pedro S¨¢nchez van encajando, aunque a¨²n queda mucho camino por recorrer y hasta el ¨²ltimo minuto todo puede descarrilar. Despu¨¦s del primer gran paso, el 17 de agosto, cuando Junts se sum¨® a la mayor¨ªa de la pasada legislatura ¡ªPSOE, Sumar (antes Unidas Podemos), ERC, PNV, Bildu y BNG¡ª para hacer presidenta del Congreso a Francina Armengol, el mi¨¦rcoles lleg¨® un segundo muy relevante: todos estos grupos, salvo el que dirige Carles Puigdemont, estamparon su firma en una proposici¨®n de ley para reformar el reglamento y permitir por primera vez en la democracia espa?ola que se puedan usar en el Congreso de forma generalizada las tres lenguas cooficiales que conviven en Espa?a con el castellano: el catal¨¢n, el gallego y el euskera.
Junts no puso su firma en una cuesti¨®n que hab¨ªan exigido ellos mismos, con ERC, como forma de mostrar que a¨²n no est¨¢ en esa mayor¨ªa de 178 porque tiene que negociar con el PSOE sobre la base de las l¨ªneas que marc¨® el expresidente catal¨¢n fugado en Bruselas Carles Puigdemont el martes, pero s¨ª apoyar¨¢ la iniciativa y la ha negociado. El PSOE y Sumar logran as¨ª, de nuevo, un acuerdo con ERC y Junts dentro, algo muy complicado dada la rivalidad de los dos grupos independentistas, que vienen de romper su coalici¨®n de gobierno en Catalu?a.
La reforma, que cuenta con la oposici¨®n del PP y Vox ¡ªel presidente popular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, fue muy claro y dijo que est¨¢ en contra de ¡°un Congreso con pinganillos¡±¡ª se aprobar¨¢ a toda velocidad con esos 178 esca?os ¡ªnecesita mayor¨ªa absoluta, 176¡ª en menos de dos semanas en un pleno extraordinario por lectura ¨²nica, con el objetivo de que se pueda estrenar este nuevo sistema en el pleno de investidura de Feij¨®o el d¨ªa 26. All¨ª se podr¨¢ hablar en las lenguas cooficiales, y habr¨¢ traducci¨®n, pero para la siguiente fase, que incluir¨¢ que todas las iniciativas puedan tambi¨¦n registrarse por escrito en esas lenguas, habr¨¢ que esperar seis meses para que el Congreso busque los traductores y engrase el sistema.
El Senado ya permite el uso de lenguas cooficiales durante el debate de las mociones en pleno, que se celebran los martes y los mi¨¦rcoles, y que las iniciativas se publiquen tambi¨¦n en estos idiomas, pero el Congreso va a¨²n m¨¢s all¨¢ y con la reforma lo ampliar¨¢ a todas las sesiones y todas las iniciativas. El PSOE, que durante a?os rechaz¨® esta posibilidad para el Congreso, asegura que esta medida trae a la C¨¢mara baja la pluralidad ling¨¹¨ªstica y responde al mandato constitucional de proteger las lenguas cooficiales. ¡°Espa?a se enriquece en su diversidad. Tenemos la obligaci¨®n de defender el patrimonio cultural que nos aportan las lenguas de nuestro pa¨ªs y as¨ª lo vamos a hacer¡±, asegur¨® el portavoz socialista, Patxi L¨®pez, mientras que la popular Cuca Gamarra aseguraba que es ¡°una imposici¨®n¡± y que ¡°no cuenten con el PP para crear distancia y diferencias entre iguales¡±.
Desde el punto de vista pol¨ªtico, este nuevo pacto, negociado de forma discreta y alcanzado mucho m¨¢s r¨¢pido de lo esperado, muestra el nivel de contactos que est¨¢ habiendo dentro de la nueva mayor¨ªa, incluido Junts, y la voluntad de acuerdo que est¨¢n mostrando todos. Este tipo de signos alientan la idea, cada vez m¨¢s instalada en la coalici¨®n de PSOE y Sumar, de que la investidura es posible, aunque a¨²n queda mucho por negociar.
El epicentro de esa negociaci¨®n ser¨¢ la ley de amnist¨ªa que exige Puigdemont. Pese a que el l¨ªder de Junts hab¨ªa dejado abierto si exig¨ªa que la norma estuviera simplemente presentada o ya definitivamente aprobada antes de la investidura de S¨¢nchez, fuentes de Junts aclaran que lo que est¨¢n pidiendo es la aprobaci¨®n total antes de que se vote al nuevo presidente, algo bastante m¨¢s complejo por los plazos y porque el PP controla el Senado, que puede retrasar la aprobaci¨®n.
El problema de fondo, visto desde Junts, es la desconfianza que ellos tienen hacia los socialistas. En el partido independentista se muestran confiados con que hay tiempo suficiente para aprobar un texto que ser¨ªa una iniciativa de los grupos, una proposici¨®n de ley, como la reforma del reglamento, y en ning¨²n caso la llevar¨¢ el Gobierno porque est¨¢ en funciones y no tiene esa posibilidad. Las ¨²ltimas reformas del C¨®digo Penal para el delito de sedici¨®n y el de malversaci¨®n tambi¨¦n se hicieron as¨ª, v¨ªa proposici¨®n de ley de los grupos de la coalici¨®n, sin intervenci¨®n del Gobierno.
A¨²n no se ha intercambiado ni un borrador de esa futura ley de amnist¨ªa, aunque Puigdemont, el martes desde Bruselas, se cuid¨® mucho de enmarcar su alcance desde los preparativos para el proceso participativo sobre la independencia que hizo el Gobierno de Artur Mas en 2014, y afirm¨® que el objetivo de la norma ¡°no es olvidar ni poner punto final a nada ni para igualar a las v¨ªctimas y los victimarios¡±.
Es en esa falta de tiempo y de gestos donde se inscribe la otra condici¨®n de Puigdemont: la existencia de ¡°un mecanismo de mediaci¨®n y de verificaci¨®n¡± de los acuerdos a los que se llegue y que podr¨ªa paliar ¡°la total falta de confianza entre las partes¡±. Se trata de un punto que fue explosivo en el intento de di¨¢logo en 2019, y que acab¨® con los Presupuestos tumbados por los independentistas y un adelanto electoral, pues hace pensar autom¨¢ticamente en la injerencia de un tercero en un asunto nacional. Sin embargo, Puigdemont no habla expresamente de un mediador, sino de mecanismos de verificaci¨®n, algo mucho m¨¢s amplio.
Pero la verdadera bomba de relojer¨ªa es el momento en que Puigdemont decida plantear la carpeta de la autodeterminaci¨®n. El eurodiputado fue claro el martes recordando que solo un refer¨¦ndum pactado podr¨ªa reemplazar lo que considera el mandato de la consulta del 1 de octubre de 2017, que la justicia declar¨® inconstitucional. ¡°No hay una receta auton¨®mica para resolver los problemas de Catalu?a¡±, a?adi¨®. Hasta ahora, el Gobierno y ERC han ido evitando abordar el gran punto de disenso con frases cuidadosamente vaporosas para no hacer saltar todo por los aires. Los de Puigdemont parecen tener claro que un planteamiento maximalista har¨ªa volar todo, y el propio expresident habl¨® en su discurso de ¡°progreso¡± en esa carpeta en lugar de ubicarse en el escenario imposible de poner una fecha y una pregunta. En el Gobierno precisamente destacan que lo m¨¢s relevante de la intervenci¨®n del l¨ªder de Junts es que sac¨® el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n de la ecuaci¨®n de la investidura, porque sabe que eso la har¨ªa imposible. Queda pues much¨ªsima negociaci¨®n por delante, pero de momento las piezas van encajando y el tren est¨¢ a¨²n lejos de descarrilar.
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