El PSOE y Sumar no tienen garantizados los apoyos parlamentarios a la semana laboral de 37,5 horas
La medida estrella del pacto de Gobierno es recibida ¡®a priori¡¯ con frialdad por parte de los socios de la coalici¨®n
El acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Sumar tiene como gran medida la reducci¨®n de la jornada laboral de las 40 actuales horas semanales que recoge el Estatuto de los Trabajadores hasta las 37,5 horas, esto es, media hora menos al d¨ªa y ¡°sin reducci¨®n salarial¡±. Ha sido el asunto que cost¨® m¨¢s pactar ¡ªpese a llevar d¨ªas discutiendo ya sobre el detalle, la concreci¨®n de horas y fechas para su aprobaci¨®n se cerr¨® el lunes por la noche, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n¡ª, y es el hito del acuerdo alcanzado este martes. Los agentes sociales ser¨¢n consultados, pero no se exigir¨¢ su aprobaci¨®n, para que la medida no dependa necesariamente de su visto bueno. . En cualquier caso, esta reforma necesitar¨¢ el concurso de toda la mayor¨ªa parlamentaria que se est¨¢ configurando, incluido el PNV y Junts, que suelen ser sensibles a posiciones empresariales. Y aqu¨ª en especial es donde los socios de Gobierno no tienen garantizados los apoyos parlamentarios.
Los nacionalistas vascos evitan pronunciarse respecto a esta medida del acuerdo. Fuentes del PNV se apresuraron a comentar, con distancia, los t¨¦rminos generales del acuerdo entre el PSOE y Sumar anunciados este martes: ¡°Nos preocupa, por ejemplo, que algunos asuntos puedan suponer invasi¨®n de competencias (sanidad, educaci¨®n, becas, cuidados, vivienda) o tambi¨¦n parte del lenguaje empleado, que no parece caminar sobre la senda del respeto al autogobierno de las comunidades aut¨®nomas y el desarrollo de sus estatutos¡±. Para el PNV, ¡°hay, todav¨ªa, mucha tela que cortar. Este no es sino el primer (y m¨¢s sencillo) paso para la investidura de S¨¢nchez, que depende de los partidos vascos y catalanes, entre ellos EAJ-PNV. En lo que respecta al estado de nuestras negociaciones, estas contin¨²an sin que pueda todav¨ªa hablarse de acuerdo¡±.
Preguntados por este peri¨®dico sobre la semana laboral de 37,5 horas, desde Junts apuestan por mantener el silencio que ha caracterizado sus posicionamientos durante las negociaciones para la investidura de Pedro S¨¢nchez. Desde ERC se mantiene distancia hasta ver ¡°c¨®mo se terminan materializando estos acuerdos¡±. Y a?aden: ¡°ERC siempre estar¨¢ a favor de todo aquello que mejore el d¨ªa a d¨ªa de la gente¡±. Para otro socio como EH-Bildu, que s¨ª ha garantizado su apoyo a la investidura, esta medida merece a¨²n un estudio respecto a un eventual apoyo parlamentario: ¡°hay que conocer el detalle todav¨ªa y c¨®mo se implementar¨ªa, pero va en la buena direcci¨®n¡±. Algo que tambi¨¦n deja en el aire el BNG: ¡°de momento estamos centrados en las negociaciones para sacar adelante un acuerdo bueno para Galiza [sic] y la clase trabajadora¡±, responden al respecto.
El pacto suscrito por S¨¢nchez y D¨ªaz consta de 230 medidas que incluyen otros asuntos sobre los que Sumar hab¨ªa insistido en las ¨²ltimas semanas, como la mejora del despido vincul¨¢ndolo a la causalidad y la Carta Social Europea, la regulaci¨®n de los contratos de relevo (los que se ejecutan cuando un trabajador solicita la jubilaci¨®n parcial y entra otro a cubrir su plaza), la creaci¨®n de una ley para establecer un m¨¢ximo legal en las listas de espera de la sanidad p¨²blica, la aprobaci¨®n de permisos remunerados para la conciliaci¨®n familiar (cuatro de las ocho semanas) y la ampliaci¨®n de los permisos retribuidos por nacimiento (hasta las 20 semanas de forma gradual a lo largo de la legislatura). Fuentes de la negociaci¨®n son conscientes de que la geometr¨ªa parlamentaria ser¨¢ compleja en la reci¨¦n inaugurada legislatura, pero creen que en algunas cuestiones, por ejemplo, en materia tributaria (el 15% de tipo m¨ªnimo efectivo en el impuesto de sociedades), a formaciones como Junts o PNV les puede resultar dif¨ªcil substraerse de la pulsi¨®n de ERC y Bildu en sus propios ¨¢mbitos territoriales.
La reducci¨®n de la jornada, la medida estrella, afectar¨ªa de forma directa a m¨¢s de 12 millones de personas asalariadas del sector privado (de un total de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social). En la actualidad, m¨¢s de 1,6 millones del sector privado tienen una jornada pactada en su convenio colectivo inferior, lo que supone uno de cada siete trabajadores de este sector. Tambi¨¦n la tienen en el sector p¨²blico. La jornada laboral de ocho horas al d¨ªa se aplica en Espa?a desde hace m¨¢s de un siglo, cuando se consigui¨® tras la huelga de La Canadiense en 1919. Entonces eran seis los d¨ªas de trabajo a la semana, por tanto, 48 horas semanales, y no fue hasta 1983 cuando se aprob¨® la jornada de 40 horas semanales, ocho cada d¨ªa laborable con dos de descanso. El proyecto de ley fue aprobado hace cuatro decenios en el Congreso para reducir de 43 horas a 40 horas la jornada semanal m¨¢xima. Entonces, la medida afect¨® a cinco millones de trabajadores de los 11 millones que hab¨ªa registrados. Desde entonces se ha mejorado la jornada anual con vacaciones y festivos, pero nunca se toc¨® la semanal de 40 horas. Hasta ahora.
La ¨²ltima discusi¨®n de la negociaci¨®n para esta nueva medida se bas¨® en que los socialistas, como explic¨® la vicepresidenta, Nadia Calvi?o, apostaban m¨¢s por dejar esta cuesti¨®n en manos de la negociaci¨®n de los agentes sociales, lo que podr¨ªa dar margen para vetarlo a la patronal, mientras Sumar reclamaba que se haga por ley esta primera fase hasta los 37,5 y despu¨¦s abrir el di¨¢logo para bajar hasta los 35 a lo largo de la legislatura. Finalmente, se ha alcanzado un equilibro que implica que se har¨¢ por ley, pero gradual. En 2024 se bajar¨¢ de las horas semanales actuales a 38,5, y en 2025 a 37,5. Ambas reformas se har¨¢n por ley, con un cambio en el Estatuto de los Trabajadores.
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