Carambolas y volantazos para una investidura
El cambio de estrategia en los partidos independentistas, el PSOE y el PP desde la declaraci¨®n unilateral de independencia de 2017 revoluciona el tablero pol¨ªtico
La inminente tercera investidura del l¨ªder socialista, Pedro S¨¢nchez, como presidente del Gobierno arranca mucho antes de este noviembre. El recorrido de los partidos independentistas, del PP y del propio PSOE hasta llegar a esa votaci¨®n est¨¢ repleto de carambolas y volantazos, cambios radicales de guion y de argumentario que han propiciado la configuraci¨®n definitiva de dos bloques irreconciliables: uno m¨¢s fuerte en el Congreso y el otro en las autonom¨ªas. Expertos consultados por EL PA?S analizan, desde el punto de vista pol¨ªtico, sociol¨®gico y demosc¨®pico, las motivaciones de ese trayecto y cu¨¢les pueden ser los siguientes movimientos.
El giro del independentismo: Junts vuelve al carril
27 de octubre de 2017: El Parlament aprueba la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia (DUI). El d¨ªa anterior, Carles Puigdemont hab¨ªa convocado una rueda de prensa, se supone que para anunciar elecciones, como le hab¨ªa pedido el presidente vasco, I?igo Urkullu, entonces mediador de Mariano Rajoy. A las 12 del mediod¨ªa, Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, publica un tuit sobre el que se escribir¨¢n r¨ªos de tinta. Dice: ¡°155 monedas de plata¡±. Y Puigdemont da marcha atr¨¢s. Decide, primero, huir hacia delante con la declaraci¨®n unilateral de la independencia y luego huir literalmente. ¡°En aquel momento, ERC era la postura extremista y Junts, la pragm¨¢tica¡±, recuerda el polit¨®logo Pablo Sim¨®n, que sit¨²a el origen del desaf¨ªo independentista en 2012, ¡°cuando las ¨¦lites catalanas se convierten en activistas al percibir Convergencia [que luego derivar¨¢ en Junts], tras la gran Diada, que se estaban quedando atr¨¢s¡±. Tras la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 y el encarcelamiento de parte de los protagonistas del proc¨¦s, a?os despu¨¦s, Junts y ERC invierten papeles. El autor del tuit de las 155 monedas ser¨¢ abucheado al grito de ¡°botifler¡± (traidor) porque su partido renuncia a la unilateralidad y acepta dialogar con el Gobierno. El acuerdo entre Junts y el PSOE, presentado el jueves, explica la soci¨®loga y polit¨®loga Cristina Monge, ¡°es la reinserci¨®n de Junts en la vida pol¨ªtica espa?ola. Han roto su posici¨®n antisistema para pasar a la v¨ªa negociadora¡±.
De la declaraci¨®n unilateral de independencia a la investidura de un presidente del Estado espa?ol. ?Qu¨¦ ha propiciado esa evoluci¨®n? Para Monge, ¡°una comuni¨®n de intereses, la p¨¦rdida de apoyo electoral en el independentismo y que la sociedad catalana ha cambiado de pantalla, quiere pasar p¨¢gina al conflicto, harta de la bronca, decepcionada. Estos d¨ªas en Catalu?a apenas hay declaraciones grandilocuentes o movilizaciones en la calle. En 2019 ard¨ªan los contenedores¡±. Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, director de Opini¨®n P¨²blica de Ipsos, explica ese viraje con datos demosc¨®picos: ¡°El electorado de ERC es el primero en darse cuenta de que la v¨ªa unilateral no tiene sentido. El partido decide poner las luces largas, abandona la independencia como objetivo prioritario para ocuparse de cuestiones m¨¢s sociales y lo rentabiliza electoralmente: pasa a Junts en las auton¨®micas y consigue lo que nunca hab¨ªa conseguido: la presidencia de la Generalitat. Junts se diluye hasta que ve pasar este ¨²ltimo tren, el que le permite recuperar protagonismo. Puigdemont decide cogerlo y elegir el pr¨®ximo Gobierno de Espa?a a cambio de la amnist¨ªa porque eso le permite, en la eterna batalla soterrada con ERC, posicionarse de cara a las pr¨®ximas elecciones en Catalu?a¡±.
?Qu¨¦ consecuencias tendr¨¢ ese giro? Tras los pactos del PSOE con los independentistas, explica Sim¨®n, ¡°la polarizaci¨®n ya no est¨¢ en Catalu?a, se ha trasladado al resto de Espa?a, como estamos viendo con las protestas en la calle. Es la situaci¨®n inversa¡±. ¡°Una ley de amnist¨ªa¡±, a?ade, ¡°es un salto al vac¨ªo: no se sabe qu¨¦ implicaciones va a tener, si Europa nos tirar¨¢ de las orejas, si puede ocurrir algo similar a lo que pas¨® con la ley del solo s¨ª es s¨ª¡ y a diferencia de los indultos, no es un proceso que vaya a cerrarse r¨¢pido; puede comerse dos a?os de la legislatura. La presi¨®n y la tensi¨®n va a ser enorme, por lo que los incentivos del independentismo para desviarse de ese apoyo al PSOE van a ser muy escasos. Nadie se mete en ese Vietnam si no es para intentar agotar la legislatura¡±.
El giro del PSOE: todo lo que dijo que no har¨ªa
¡°Hist¨®ricamente¡±, recuerda Sim¨®n, ¡°el PSOE evitaba pactar con lo que hab¨ªa a su izquierda, prefer¨ªa a los nacionalistas catalanes y vascos antes que a IU. Eso ha cambiado para siempre. Los socialistas han quedado anclados a la izquierda porque no tienen alternativa para completar bloque: necesitan a Sumar igual que el PP a Vox. Y, adem¨¢s, han normalizado la relaci¨®n con los partidos independentistas en un proceso gradual, con tratos con Bildu, ERC y ahora con Junts. Cada paso que han dado ha sido una contradicci¨®n con lo que dec¨ªan un mes antes y un jir¨®n en su credibilidad: desde aquello de no dormir por culpa de Podemos, hasta el jam¨¢s pactar¨¦ con EH Bildu o el nunca aceptar¨¦ la amnist¨ªa. Todo eso ha colocado al PSOE en una posici¨®n de ventaja en los territorios pluriling¨¹es, lo que le viene bien en t¨¦rminos electorales nacionales, pero tiene un coste evidente en las elecciones auton¨®micas en el resto de las comunidades. En alg¨²n momento querr¨¢n volver a gobernar Andaluc¨ªa o Extremadura, pero ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil porque arrastrar¨¢n esa hipoteca. Les pasa lo contrario que al PP, que para gobernar en los territorios tiene que apoyarse en Vox, lo que le imposibilita gobernar Espa?a porque lo a¨ªsla del resto de las fuerzas y activa a la izquierda¡±.
Ese giro del PSOE ya le ha pasado factura. ¡°El 28-M se explica, entre otras cosas, por los indultos del proc¨¦s y los pactos con Bildu¡±, opina Monge. ¡°Y ahora tienen que justificar la amnist¨ªa. La gran pregunta es: ?Ser¨¢n capaces de articular un relato que le d¨¦ sentido? Ahora mismo no lo hay, la explicaci¨®n de S¨¢nchez se limita a la frase: ¡®Hay que hacer de la necesidad, virtud¡¯. En pol¨ªtica no existen los espacios vac¨ªos y si t¨² no pones el marco, te lo ponen otros, que es lo que est¨¢ pasando. Tienen tiempo hasta las pr¨®ximas elecciones, pero es mucho lo que deben compensar dentro de su propio electorado¡±. La pregunta de una campa?a electoral ahora, a?ade Sim¨®n, ser¨ªa ¡°amnist¨ªa, ?s¨ª o no?¡±. ¡°El PSOE conf¨ªa en que dentro de cuatro a?os esa pregunta sea otra. Pero ahora ya no est¨¢ en el contexto de las elecciones de julio, se aprecia el desgaste en las encuestas. Tienen cuatro a?os para hac¨¦rselo perdonar, para recuperar al votante menos ideologizado que se puede ir a la abstenci¨®n o incluso al PP. El problema es con qu¨¦ marida, con qu¨¦ mezcla ese trago amargo de la amnist¨ªa que moviliza a sus rivales y desmoviliza a los suyos¡±.
El giro del PP: Feij¨®o dinamita su perfil moderado y autonomista
El PP decide, en febrero de 2022, cambiar de caballo porque cree que el que tiene no es un ganador. Sacrifica a su primer l¨ªder elegido en primarias, Pablo Casado, para reemplazarlo por el presidente gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, con imagen de gestor moderado, autonomista, y m¨¢s capacitado ¨Dconsideran entonces¨D, para dejar de ser un nasty party (partido antip¨¢tico) en Pa¨ªs Vasco y, especialmente, en Catalu?a, territorio que aporta casi medio centenar de diputados al Congreso. Tambi¨¦n para resolver sus dos grandes dilemas: qu¨¦ hacer con Vox y qu¨¦ hacer con el protagonismo de Isabel D¨ªaz Ayuso. Pero 19 meses despu¨¦s de asumir el liderazgo del PP, ni ha logrado el objetivo (gobernar) ni ha resuelto esos dos problemas que han de definir su estrategia.
¡°Cuando llega Feij¨®o¡±, recueda Sim¨®n, ¡°tiene un camino mucho m¨¢s f¨¢cil que su predecesor, porque Ciudadanos ya est¨¢ muerto. Pero el dilema estructural, que comparte con los conservadores de toda Europa, el de qu¨¦ hacer con la extrema derecha, es decir, aplicarle cord¨®n sanitario o no, pactar con ellos o no, comprarles la agenda o no¡ sigue ah¨ª. Y lo que hace Feij¨®o es normalizar a Vox por la v¨ªa de los hechos. Pod¨ªa alegar que el Gobierno de Castilla y Le¨®n no era cosa suya, pero no ten¨ªa excusa en la Comunidad Valenciana, en Arag¨®n, en Extremadura, donde le dobl¨® el brazo a Mar¨ªa Guardiola¡ Y eso tiene un pasivo, que es la movilizaci¨®n de la izquierda y la incapacidad de sumar m¨¢s aliados en el Congreso¡±. ¡°Ahora afronta el problema¡±, a?ade Monge, ¡°de diferenciar su movilizaci¨®n de este domingo de las que hemos visto frente a Ferraz toda la semana. Al principio, tras la moci¨®n de censura, pod¨ªamos pensar que el discurso de ilegitimidad del Gobierno era el de cuatro versos libres, pero ha acabado siendo el discurso oficial del PP. Est¨¢n jugando con fuego. ?Y qu¨¦ ocurre? Que si Feij¨®o se pone en el 9, Abascal tiene que subir al 10 y dice, por ejemplo, que ¡®el dictador¡¯, por S¨¢nchez, tiene que ir a la c¨¢rcel o ser¨¢n ¡®los inocentes¡¯ los que entren en ella. Vox parece que est¨¦ alentando una insurrecci¨®n, llamando al golpe de Estado y resulta incre¨ªble que un partido sist¨¦mico, que ha gobernado este pa¨ªs, el PP, no sea capaz de cortar eso de cuajo y distanciarse¡±.
Por todo esto, Monge, Sim¨®n y Ferr¨¢ndiz coinciden en que Feij¨®o ha dinamitado su ¡°perfil de moderado y autonomista¡±. El dirigente popular que hablaba gallego y que lleg¨® a asegurar que Galicia y Catalu?a eran ¡°naciones sin Estado¡± se burla ahora del uso de las lenguas oficiales en el Congreso ¨Dlo llama ¡°karaoke¡±¨D y considera la descripci¨®n de Catalu?a como naci¨®n uno de los grandes agravios del pacto del PSOE y Junts. ¡°Ha metido en el congelador¡±, explica Sim¨®n, ¡°al personaje gallego, porque en Madrid est¨¢ Vox. Pero en el fondo, lo que hemos visto es que ¨¦l tambi¨¦n defiende una cosa y la contraria, porque un dirigente del PP de Feij¨®o tuvo contactos informales e incluso plante¨® la posibilidad de sentarse a la mesa con Junts¡±.
En cuanto a lo que cuadros populares han bautizado como la ¡°ayusodependencia¡±, Sim¨®n recuerda: ¡°En Espa?a, da igual de qu¨¦ partido hablemos, tiene m¨¢s poder un presidente auton¨®mico que un l¨ªder de la oposici¨®n. A S¨¢nchez lo liquidaron los barones territoriales de su partido cuando estaba en la oposici¨®n, igual que Casado, que cay¨® por una conspiraci¨®n de barones. Madrid, adem¨¢s, es idiosincr¨¢tico, tiene presupuesto, visibilidad y altavoz, y mayor capacidad de movilizaci¨®n sobre los temas nacionales. Es un problema estructural que Feij¨®o solo puede solucionar desde un sitio: La Moncloa¡±.
?Qu¨¦ perspectivas tiene ese espacio electoral? Ferr¨¢ndiz recuerda que las encuestas evidenciaron que ¡°una de las principales motivaciones para el crecimiento electoral de Vox¡± fue ¡°el conflicto en Catalu?a¡±, por lo que el hecho de que el asunto recupere protagonismo en la agenda ¡°complica mucho la vida al PP¡±. El problema de los populares, a?ade, es que ¡°Feij¨®o viene de las mayor¨ªas absolutas de Galicia, no est¨¢ acostumbrado ni a dialogar ni a competir, y en Madrid se le nota esa falta de entrenamiento¡±.
Tras esa sucesi¨®n de giros cruzados, vendr¨¢ una intensa batalla por el famoso relato, clave para frenar las transferencias de intenci¨®n de voto entre partidos y contra el desencanto o abstenci¨®n. Sim¨®n cree que el PP ¡°mantendr¨¢ la estrategia de protestas en la calle, filibustear¨¢ en el Senado [donde tiene mayor¨ªa absoluta] y procurar¨¢ forzar al Gobierno a una situaci¨®n de permanente interinidad, mirando siempre de reojo a Vox¡±. Ferr¨¢ndiz recuerda que S¨¢nchez ¡°siempre ha jugado a arriesgar y que la mayor¨ªa de las veces le ha salido bien. Acaba de recibir otra bola extra¡±. Seguro que esta no es la ¨²ltima carambola.
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