Usansolo, el pueblo vasco que se independiz¨® gracias al decreto ¡®¨®mnibus¡¯

La mutaci¨®n de Usansolo ha transcurrido en paralelo a la vida de Marisa Gonz¨¢lez, una de las 4.600 habitantes m¨¢s ilustres de esta localidad de Bizkaia. Con 80 a?os, Gonz¨¢lez es una mujer menuda, vivaracha y extraordinariamente activa. Lleg¨® a Usansolo en 1968, tras conocer a su despu¨¦s marido en el baile de Amorebieta, su urbe natal. ?l era un ¡°usansolotarra hasta la m¨¦dula¡± que no estaba dispuesto a abandonar su tierra. Ella cedi¨® y se mud¨® ¡°por amor¡±. Cuando Gonz¨¢lez lleg¨® a Usansolo, vio que el pueblo era min¨²sculo y no ofrec¨ªa ¡°nada¡±. Pero su esp¨ªritu inquieto hizo que luego fundase el coro, asociaciones varias y un club de f¨²tbol junto a su esposo. El matrimonio se instal¨® en un piso de reciente construcci¨®n en la plaza principal, donde a¨²n quedaban en pie los caser¨ªos t¨ªpicos de la arquitectura de entonces. Ya en aquel momento y hasta el a?o pasado, Usansolo era un barrio dentro del t¨¦rmino municipal de Galdakao, de 29.332 residentes. La pareja luch¨® durante d¨¦cadas para lograr la independencia como municipio, en un objetivo compartido con buena parte de sus vecinos. Y hecho realidad el 28 de diciembre. ¡°Zorionak Usansolo, lorgu dogu!¡±, [?Felicidades Usansolo, lo hemos conseguido!], dice en euskera la pancarta instalada en el balc¨®n de Gonz¨¢lez.

La foto de portada del peri¨®dico comarcal Geuria [Nuestro] corresponde a la plaza de Usansolo. En la instant¨¢nea del diario, de tirada mensual, dos j¨®venes se abrazan y besan durante la celebraci¨®n de la independencia, el pasado 28 de diciembre. ¡°Siempre hemos vivido como un pueblo aparte, es algo que hemos sentido desde peque?os¡±, asegura Nerea Urgoiti, profesora de 30 a?os. Desde esa fecha, el antiguo barrio es reconocido por la Administraci¨®n central como un municipio de pleno derecho tras ser autorizada su segregaci¨®n de Galdakao. La figura de la segregaci¨®n supone la separaci¨®n de un incipiente pueblo de otro municipio matriz. En toda Espa?a, m¨¢s de 120 poblaciones se han desanexionado de manera efectiva desde la Transici¨®n, seg¨²n datos de EL PA?S. En varios casos, las aspiraciones fueron paralizadas por no alcanzar el m¨ªnimo legal exigido en el padr¨®n.

El Gobierno de Mariano Rajoy modific¨® en 2013 la Ley Reguladora de las Bases del R¨¦gimen Local al restringir precisamente los requisitos para solicitar en adelante la segregaci¨®n: incluy¨® la condici¨®n de que las localidades deb¨ªan tener al menos 5.000 habitantes para poder independizarse. Ese m¨ªnimo baj¨® hasta los 4.000 residentes el pasado diciembre con la redacci¨®n y aprobaci¨®n del decreto ¨®mnibus, convalidado in extremis por el Congreso en el superpleno del d¨ªa 10. Y la culpa de ese cambio la tuvo Usansolo.

El barrio creci¨® al albur de la industria, con emigrantes llegados de Andaluc¨ªa y Extremadura. Los caser¨ªos desaparecieron y hoy todo son bloques de pisos con tejados a dos aguas como el de Marisa Gonz¨¢lez. El n¨²cleo urbano de Galdakao dista de Usansolo unos cuatro kil¨®metros. Esa lejan¨ªa provoc¨® un sentimiento de ¡°dejadez¡± en los usansolotarras, entre los que empez¨® a aflorar una identidad propia al considerar que los recursos econ¨®micos del Ayuntamiento se destinaban preferentemente a Galdakao. Tambi¨¦n criticaban el tiempo perdido en desplazarse para tr¨¢mites administrativos. En esa l¨ªnea se expresaba la mayor¨ªa de consultados durante el jueves en las calles del pueblo, plagado de pancartas en favor de la independencia. Otros alegaban como a?adido que los vecinos de un pueblo y otro tienen caracteres distintos. ¡°Yo no voto en ningunas elecciones, solo vot¨¦ s¨ª a la independencia¡±, cuenta Javier Orue, carnicero de 53 a?os.

Si ¡°fundar¡± proyectos vecinales fuera un empleo, Marisa Gonz¨¢lez trabajar¨ªa como fundadora. Adem¨¢s del resto de actividades, la vizca¨ªna impuls¨® asociaciones para luchar por la desanexi¨®n, en colaboraci¨®n con otros vecinos y desde los a?os 80. La actual asociaci¨®n se denomina Usansolo Herria (Usansolo pueblo) y ha concurrido ya a las elecciones locales. Tambi¨¦n promovieron varias consultas p¨²blicas, una especie de refer¨¦ndum de independencia a escala local. El s¨ª gan¨® en todas, relatan en la urbe. ¡°Fue aplastante, yo estuve en el recuento de los votos todo el d¨ªa. Cuando terminamos, me puse a llorar¡±, recuerda Gonz¨¢lez. Pero la segregaci¨®n requiere del entendimiento con el Ayuntamiento matriz. Un acuerdo que no fue viable entre Usansolo y Galdakao durante a?os pese a los reiterados intentos.

Sin embargo, desde 2019 y con una nueva coalici¨®n local liderada en Galdakao por EH Bildu, finalmente se fragu¨® un pacto. ¡°Vengo de una formaci¨®n en la que creo en el derecho de autodeterminaci¨®n de mi pa¨ªs, ?c¨®mo no voy a ejercer ese derecho en una parte del municipio que era Usansolo? Estamos convencidos de que los procesos de autodeterminaci¨®n, en este caso a peque?a escala, hab¨ªa que llevarlos a cabo¡±, afirma I?igo Hernando. De 36 a?os y alcalde de Galdakao, Hernando habla dentro de uno de los pocos caser¨ªos que se mantiene en Usansolo: la Txapelena, la casa de la cultura. La norma foral de Demarcaciones Territoriales de Bizkaia establece el m¨ªnimo de habitantes en 2.500, por lo que iniciaron el proceso acogi¨¦ndose a esa ratio en lugar de a los 5.000 de la ley estatal ¡ªl¨ªmite no alcanzado con su padr¨®n¡ª. En oto?o de 2022 recibieron el visto bueno de las Juntas Generales (el Parlamento provincial) y se constituyeron como el municipio 113 de Bizkaia. El mismo n¨²mero que se puede ver en una chapa guardada en casa de Marisa Gonz¨¢lez junto a banderas con el lema de Usansolo, gure Herria [Usansolo, nuestro pueblo].

La alegr¨ªa dur¨® poco en Usansolo. La Abogac¨ªa del Estado recurri¨® la decisi¨®n y se paraliz¨® la segregaci¨®n en mayo de 2023. La lucha se traslad¨® despu¨¦s al plano pol¨ªtico en Madrid, donde las fuerzas nacionalistas vascas trataron de negociar con el Gobierno central una soluci¨®n para la localidad vizca¨ªna. EH Bildu abog¨® por otorgar prevalencia a la ley foral sobre la estatal. El PNV opt¨® por la rebaja en el m¨ªnimo de habitantes. El Partido Nacionalista Vasco consigui¨® incluir esta v¨ªa en el pacto de investidura firmado con Pedro S¨¢nchez en noviembre. Y el Consejo de Ministros desarroll¨® el compromiso con una nueva reforma de la Ley Reguladora de las Bases del R¨¦gimen Local. Una modificaci¨®n introducida a trav¨¦s del decreto ¨®mnibus aprobado el 19 de diciembre, disminuyendo as¨ª el l¨ªmite a 4.000 residentes. Y aplicable a todas las localidades de Espa?a que aspiren a seguir la estela de Usansolo o de otros municipios segregados en los ¨²ltimos a?os, como Pueblonuevo de Miramontes (C¨¢ceres) o Fornes (Granada).

El 28 de diciembre, el recurso qued¨® sin efecto y Usansolo se constituy¨® en municipio, el m¨¢s joven de toda Espa?a. Aunque el decreto entr¨® en vigor el 1 de enero y todav¨ªa ten¨ªa que ser convalidado despu¨¦s. Durante el superpleno del Congreso, Junts apret¨® hasta el ¨²ltimo momento, dejando abierta la posibilidad de que la norma decayese minutos antes de la votaci¨®n. Agust¨ªn Aizpuru vivi¨® con ¡°nerviosismo¡± aquella jornada, pues el no del partido de Carles Puigdemont habr¨ªa complicado la segregaci¨®n. De 67 a?os, fue director de operaciones de Aena en el aeropuerto de Bilbao y ahora es ya de facto el alcalde de Usansolo, como presidente de la gestora que pilota la transici¨®n de barrio a municipio en colaboraci¨®n con el Ayuntamiento de Galdakao. ¡°Tenemos mucho trabajo por delante¡±, explica Aizpuru, que colabora mano a mano con el regidor de Galdakao para dividir las competencias, contratos p¨²blicos y dem¨¢s servicios, tras haber separado ya los dos t¨¦rminos municipales.

Pero no todos se mostraban entusiastas. Hay quien en Galdakao tacha de ¡°chorrada¡± la segregaci¨®n. Otros est¨¢n de acuerdo. Mientras que Teresa P¨¦rez, de 67 a?os, espera que el cambio no implique ¡°pagar m¨¢s impuestos¡± en Usansolo. Un camarero de origen paraguayo sirve un vino blanco a esta administrativa jubilada, mientras por la ventana se ve pasar a una mujer magreb¨ª con velo. La escena transcurre en un bar frente a la casa de Marisa Gonz¨¢lez. All¨ª, tras quedar viuda y despu¨¦s de que sus tres hijos abandonaran el hogar familiar, la fundadora reside entre cuadros pintados por ella misma. Ahora vive con un veintea?ero tunecino al que acogi¨® hace unos a?os, empleado de una empresa sider¨²rgica tras terminar los estudios con su apoyo. Marisa Gonz¨¢lez est¨¢ ¡°felic¨ªsima¡± con el chico y con su Usansolo independiente, relata con los ojos haci¨¦ndole chiribitas.