Segura acaba con una tradici¨®n de 300 a?os: las campanas duermen de noche
La queja de un vecino consigue que el Ayuntamiento haga prevalecer el descanso sobre una de las costumbres m¨¢s arraigadas en este pueblo de Gipuzkoa
Duermen las campanas de la iglesia de Segura (Gipuzkoa). Ya no suenan de noche, como ha sucedido desde hace 300 a?os, seg¨²n los lugare?os. Se pierde una tradici¨®n secular en un municipio donde sus vecinos (1.430 habitantes) tratan de conservar las costumbres allende los tiempos. Una denuncia an¨®nima ha obligado al Ayuntamiento a ordenar que las campanadas dejen de sonar desde las 23.01 hasta las 6.59. Se imponen ocho horas de silencio nocturno, una decisi¨®n que no ha sentado bien en la mayor¨ªa de los residentes porque se pone fin a una pr¨¢ctica centenaria que es ¡°un distintivo del pueblo¡±, afirma Laureano Telleria, de 88 a?os, durante m¨¢s de cuatro d¨¦cadas el ¨²ltimo campanero de Segura: ¡°Estamos muy tristes. Es una pena porque el sonido de las campanas es algo que llevamos muy dentro¡±.
Segura se construy¨® entre murallas para vigilar la frontera con Navarra. Fue fundada en 1256, al concederle el rey Alfonso X El Sabio el fuero de Vitoria. A¨²n conserva una morfolog¨ªa medieval y se atisban lo que anta?o fueron fosos, puentes levadizos y torreones defensivos. Su principal reliquia arquitect¨®nica es la iglesia de Nuestra Se?ora de la Asunci¨®n, de aire catedralicio y originariamente de estilo g¨®tico, aunque fue adquiriendo elementos del barroco, como su retablo construido en 1743. Es una villa rural donde reina la tranquilidad. Este municipio del Goierri no ha digerido a¨²n la determinaci¨®n del consistorio de prohibir el ta?ido de las campanas durante la noche. ¡°Nos han robado el ritmo ferroso que era parte del paisaje ac¨²stico de nuestra aldea¡±, se lamenta el joven Elur.
Un denunciante exigi¨® que las campanas dejaran de sonar durante las horas de sue?o. Primero acudi¨® al Ayuntamiento y despu¨¦s tramit¨® su queja ante el Ararteko (Defensor del Pueblo vasco). Se realizaron mediciones durante las campanadas y se comprob¨® que los decibelios que estas emit¨ªan superaban la normativa municipal de ruido. ¡°No conocemos qui¨¦n ha presentado la denuncia. Nadie sabe qui¨¦n es. Est¨¢, como se suele decir, bajo secreto de sumario¡±, comenta Telleria. En su escrito, el denunciante argumenta que ¡°el sue?o y el descanso son fundamentales para el bienestar f¨ªsico y emocional de las personas, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud¡±. A?ade que el til¨ªn-tal¨¢n de las campanas, repetido cada 15 minutos, ¡°perjudica el descanso¡± de los vecinos y que es una pr¨¢ctica que ha dejado cumplir la misi¨®n que ten¨ªa en el pasado.
Entre las ocho de la noche y las ocho de la ma?ana, las campanas daban 179 golpes, dice el Ayuntamiento en una nota informativa. El tintineo se sucede cada cuarto de hora. Se contact¨® con la empresa encargada del mantenimiento del reloj que regula el repique y se le propuso rebajar el volumen de las campanas, pero esta opci¨®n se descart¨® porque de d¨ªa el sonido ser¨ªa inapreciable ¡°en muchas zonas del pueblo¡±. Teniendo en cuenta todo y ¡°dando prioridad a la convivencia entre todos los vecinos¡±, dice el comunicado oficial, se acord¨® ¡°cumplir la normativa y silenciar las campanas entre las 23.00 y las 7.00¡å. As¨ª ocurre desde finales de diciembre pasado.
Laureano Telleria se dedic¨® desde 1977 hasta 2019 a subir dos o tres veces a la semana a lo alto del campanario de la iglesia para dar cuerda al reloj. ¡°Son 160 escaleras y calculo que habr¨¦ subido unas 5.200 veces en esos 42 a?os¡±, afirma. Est¨¢ apenado porque ¡°se acaba una tradici¨®n muy bonita¡±. Las campanas siempre han cumplido la funci¨®n de informar a la gente, sobre todo de los principales oficios religiosos, cuenta Telleria al detallar la riqueza del lenguaje de las campanas. Cuando sonaban a difunto todos se enteraban de que hab¨ªa un fallecido, y se daba un toque diferente si el muerto era hombre, mujer o un ni?o. El repique de agon¨ªa comunicaba que alguien estaba a punto de morir. Se tocaban rogativas para pedir que lloviese, hab¨ªa un toque especial para anunciar tormentas o fuego, tambi¨¦n se sol¨ªa informar de una compraventa de terrenos. De d¨ªa tambi¨¦n se toca a la hora del ?ngelus, para anunciar el Ave Mar¨ªa matinal o vespertino, los avisos de las misas... ?l aprendi¨® esta t¨¦cnica de su padre y despu¨¦s de su hermano. La monja Mar¨ªa Lezeta le ense?¨® hasta 16 modos distintos de hacer sonar las campanas. ¡°Siempre lo hice de balde, sin recibir nada a cambio¡±, quiere precisar.
Hace cuatro a?os Telleria dej¨® de ascender la escalera de caracol hasta la torre. Como no encontr¨® relevo, desde entonces las campanas de Segura suenan de forma autom¨¢tica. Una aplicaci¨®n inform¨¢tica permite activar el reloj (es propiedad del Ayuntamiento) desde el tel¨¦fono m¨®vil, y unos altavoces expanden el sonido del volteo a los cuatro vientos. Suenan a una altura de 200 metros, desde una atalaya eclesial donde hay cinco campanas, la mayor de las cuales pesa 1.950 kilos y tiene m¨¢s de un metro de altura.
El vecino que pidi¨® acabar con el repique nocturno sostiene, seg¨²n consta en su escrito enviado al Ayuntamiento, que ¡°el argumento de la tradici¨®n se ha empleado para mantener costumbres inapropiadas o que van en contra de los derechos humanos¡± y cita como ejemplos la prohibici¨®n de que las mujeres entren en las sociedades gastron¨®micas, la fiesta del ganso de Lekeitio, el Alarde de Ir¨²n y Hondarribia (el desfile de armas donde no se permite que las mujeres act¨²an en igualdad de condiciones que los hombres) o las corridas de toros. ¡°Por suerte¡±, a?ade esta persona, ¡°tradiciones inaceptables que exist¨ªan hasta hace poco han ido desapareciendo gracias a que la sociedad ha ido madurando¡±.
Elur discrepa frontalmente y considera ¡°un exceso¡± equiparar las campanadas de la noche con el machismo o los toros: ¡°La mayor¨ªa de la poblaci¨®n que ha crecido con el repique de las campanas est¨¢ a favor de que sigan sonando. Las noches son m¨¢s tristes ahora¡±, agrega al echar en falta la m¨²sica que llega del campanario, su frecuencia ac¨²stica. ¡°Se ha perdido algo distintivo de Segura¡±, dice Telleria apenado. Est¨¢ convencido de que ¡°m¨¢s del 90% de los vecinos estar¨ªan a favor de que suenen las campanas de noche si se hace una consulta popular en el pueblo¡±. Esteban, otro vecino, prefiere no entrar en la pol¨¦mica, aunque reconoce que para ¨¦l ¡°no supone ning¨²n problema que se escuchen las campanas¡±.
La tradici¨®n tiene mucho peso aqu¨ª. Esta localidad y Hondarribia son las ¨²nicas de Gipuzkoa que mantienen las procesiones de Semana Santa a la antigua usanza. Tambi¨¦n se celebra con fervor la festividad de San Nicol¨¢s en diciembre, conocida como ¡°la fiesta del obispillo¡± y que consiste en nombrar obispo de la Iglesia a un ni?o o una ni?a de seis a?os que recorre las calles de Segura con la indumentaria de adviento de un prelado. Pr¨¢cticamente todas las casas del pueblo tienen colocada en la entrada una rama de espino bendecida que, seg¨²n los paisanos, sirve para ahuyentar las maldiciones.
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