Allekema Lamari, una clave del 11-M escondida en el traspaso de poderes

El traspaso de poderes m¨¢s traum¨¢tico de la democracia tuvo lugar el 18 de abril de 2004, apenas mes y medio despu¨¦s de la matanza de los trenes en Madrid que caus¨® 192 muertos (el atentado se sald¨® finalmente con 193 fallecidos porque un polic¨ªa muri¨® el 3 de abril en la explosi¨®n provocada por la c¨¦lula en un piso de Legan¨¦s). El PSOE, contra todo pron¨®stico, hab¨ªa ganado las elecciones generales. La relaci¨®n entre el Gobierno saliente, del PP, y los socialistas era p¨¦sima; la cortes¨ªa institucional fue imposible. La bronca pol¨ªtica era entonces la condici¨®n normal del pa¨ªs.

El traspaso de poderes se celebr¨® en el Ministerio del Interior solo 15 d¨ªas despu¨¦s del suicidio de siete de los terroristas islamistas de la c¨¦lula cercados por la polic¨ªa en un piso de Legan¨¦s (Madrid). Ese suceso enterraba el debate sobre qui¨¦n hab¨ªa causado la matanza. O eso parec¨ªa. El Gobierno del PP proclam¨® entre el 11 y el 14 de marzo que ETA estaba detr¨¢s del atentado. Y alent¨® meses despu¨¦s todo tipo de bulos sobre esa hip¨®tesis, pese a las evidencias halladas entre los escombros de la explosi¨®n de Legan¨¦s.

¡±En ese contexto, la ¨²nica documentaci¨®n que le dieron al ministro Jos¨¦ Antonio Alonso fue una carpeta con una hoja que ten¨ªa los hoteles que pod¨ªa reservar para los JAI, los consejos de ministros de Justicia e Interior [en Bruselas]¡±, rememora ahora, dos d¨¦cadas despu¨¦s, Antonio Camacho, entonces secretario de Estado de Seguridad. ¡°Con Ignacio Astarloa [su hom¨®logo del PP] el trato fue muy correcto, pero no me dio ninguna informaci¨®n en relaci¨®n con las investigaciones sobre los atentados del 11-M¡±, sostiene Camacho. El ministro del Interior del PP, ?ngel Aceces, asegur¨® entonces, sin embargo, que estuvo dos tardes explicando oralmente la pol¨ªtica antiterrorista al nuevo ministro y que dieron al secretario de Estado una documentaci¨®n sobre las cuestiones tratadas que ocupaba ¡°todo un armario¡±.

Jos¨¦ Antonio Alonso falleci¨® el 2 de febrero de 2017. Antonio Camacho, su principal colaborador que acab¨® siendo ministro de Interior en el ¨²ltimo Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, insiste en declaraciones a EL PA?S que al ministro socialista no le informaron de nada y que en el armario que cit¨® Acebes hab¨ªa muchos papeles ¡°pero ninguno de ellos ten¨ªa entidad en relaci¨®n con el 11-M¡±. ¡°No nos contaron c¨®mo iban las investigaciones, qu¨¦ elementos ten¨ªan. Sacaron toda la documentaci¨®n que ten¨ªa que ver con eso¡±, se?ala.

06:32

El juez y la fiscal del 11-M, ante el gran bulo

El entonces secretario de Estado de Seguridad comprob¨® que le hab¨ªan ocultado informaci¨®n cuando convoc¨® las primeras reuniones de coordinaci¨®n entre Polic¨ªa, Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). ¡°De pronto empiezo a notar que hablan de cosas que yo desconozco, de posibles responsables del 11-M, y hac¨ªan referencia a un tal Allekema Lamari¡­ Me re¨²no con el responsable de Inteligencia, que era un militar, y le pregunto si hay alguna documentaci¨®n del CNI respecto a eso. Y entonces me trae los informes del CNI en donde hay uno, de noviembre del a?o anterior, donde se se?alaba que Allekema Lamari podr¨ªa estar organizando un atentado y que convendr¨ªa controlarlo¡±. Lamari es uno de los terroristas que se inmolaron en el piso de Legan¨¦s el 3 de abril de 2004, tres semanas despu¨¦s de los atentados de los trenes, pero su identidad no fue confirmada hasta seis meses m¨¢s tarde.

Jos¨¦ Bono, entonces ministro de Defensa, escribi¨® en mayo de 2004 una nota dirigida al presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero sobre ese informe del CNI supuestamente ocultado a Interior. En su libro de memorias, Bono cuenta una reuni¨®n de urgencia con Zapatero un a?o despu¨¦s de los atentados, cuando algunos bulos apuntaban al PSOE como c¨®mplice de la matanza: ¡°Me pide que intervenga en el Congreso de los Diputados para poner de manifiesto que, en los atentados del 11-M, el PP tiene la responsabilidad de no haber atendido los avisos del CNI. ¡®Tienes que decir la verdad y demostrar con documentos que el Gobierno Aznar tuvo suficientes datos y avisos del CNI, desde meses antes, que le tendr¨ªan que haber llevado a tomar las medidas que no tom¨®. Solo tienes que decir la verdad, lo que me mandaste en tu nota de mayo pasado¡¯. Me la exhibe, y en concreto que tres d¨ªas antes del atentado, el 8 de marzo, el Ministerio del Interior supo que el terrorista Allekema Lamari hab¨ªa decidido realizar un grave atentado en Espa?a, tres d¨ªas antes!!!¡±.

Bono es impreciso con las fechas, pero no lo es sobre el contenido del aviso. Una nota del CNI enviada a Interior el 6 de noviembre de 2003 ¡ªcuatro meses antes de los atentados¡ª advert¨ªa de la peligrosidad del argelino Allekema Lamari, quien estaba repartiendo dinero entre islamistas presos, lo que se interpretaba como una despedida: ¡°Bien porque va a abandonar Espa?a o bien porque ser¨ªa una inminente acci¨®n violenta por su parte¡±. En esa nota se citaba la posibilidad de un ataque contra un edificio con un ¡°veh¨ªculo conducido por un m¨¢rtir¡±.

Camacho dice que puede entender que Interior no hiciera caso en 2003 a aquel informe del CNI, pero no que nadie les hablara durante el traspaso de poderes de que exist¨ªa esa nota de inteligencia: ¡°Puede ser que el servicio secreto no sea infalible, pero el caso es que el elemento exist¨ªa y nos lo ocultaron¡±, afirma. Tampoco conocieron en aquellos primeros d¨ªas al frente de Interior que el CNI hab¨ªa elaborado otro informe el 15 de marzo de 2004, cuatro d¨ªas despu¨¦s de los atentados, en el que apuntaba a la participaci¨®n de Lamari en la matanza y ped¨ªa que se diera la m¨¢xima prioridad a su localizaci¨®n.

Lamari se suicid¨® el 3 de abril de 2004 en el piso de Legan¨¦s junto a Abdennabi Kounjaa, Abdallah; Asri Rifaat Anouar; Mohamed y Rachid Oulad Akcha; Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, y Jamal Ahmidan, El Chino. Pero Argelia no confirm¨® hasta octubre de 2004 que el ADN del s¨¦ptimo islamista pendiente de identificar correspond¨ªa a Allekema Lamari. Aquellos avisos del CNI cobraron entonces todo su valor. El terrorista argelino hab¨ªa sido condenado por pertenencia a banda armada en 2001, pero fue puesto en libertad en junio de 2002 por un error judicial. Bono, del que depend¨ªa el CNI, se quej¨® por ese error al presidente del Tribunal Supremo. El Consejo General del Poder Judicial lleg¨® a abrir un expediente, pero concluy¨® que la infracci¨®n de los jueces hab¨ªa prescrito, seg¨²n recuerda en sus memorias el exministro de Defensa y expresidente del Congreso.

Camacho comprob¨® en aquellas reuniones de coordinaci¨®n que exist¨ªa un enorme agujero de informaci¨®n entre los cuerpos de seguridad; que la Guardia Civil no ten¨ªa acceso a las bases de datos de DNI de la Polic¨ªa; y que la Polic¨ªa tampoco ten¨ªa acceso a las bases de datos de los registros hoteleros de la Guardia Civil. ¡°Las comunicaciones intervenidas a los presos islamistas no se traduc¨ªan porque no hab¨ªa traductores. Creamos el Centro Nacional Antiterrorista, con presencia del CNI, para la coordinaci¨®n de todas las pol¨ªticas. Y, sin embargo, el PP no dej¨® de atacarnos cada d¨ªa con diversas excusas¡±, lamenta.

La falta de informaci¨®n sobre lo que el Gobierno saliente supo del atentado aliment¨® algunas dudas sobre los autores reales de la matanza. El bulo que lleg¨® despu¨¦s con m¨²ltiples caras despreci¨® estas evidencias y desparram¨® teor¨ªas variopintas contrarias a los hechos hasta llegar a las puertas del juicio. El tribunal se encarg¨® de desmontar el bulo definitivamente en su sentencia: ¡°Se a¨ªsla un dato, se descontextualiza, y se pretende dar la falsa impresi¨®n de que cualquier conclusi¨®n pende exclusivamente de ¨¦l, obviando as¨ª la obligaci¨®n de la valoraci¨®n conjunta de los datos que permita, mediante el razonamiento, llegar a una conclusi¨®n seg¨²n las reglas de la l¨®gica y la experiencia¡±.