S¨¢nchez y Feij¨®o: pacto t¨¢cito de no agresi¨®n en la sesi¨®n de control
El presidente y el l¨ªder de la oposici¨®n evitan esta vez el barro, sin menciones a la esposa del socialista ni a la pareja de Ayuso, aunque el PP s¨ª ha instado despu¨¦s a S¨¢nchez a dar explicaciones
Algo pasaba con Pedro S¨¢nchez este mi¨¦rcoles en el Congreso. ?l, que siempre entra a la sesi¨®n de control con el timbre de la C¨¢mara lanzando los ¨²ltimos avisos de comienzo del pleno, lleg¨® a su esca?o con cinco minutos de antelaci¨®n. ?l, que suele apurar hasta el l¨ªmite el tiempo disponible en sus intervenciones, se dej¨® 45 segundos ante el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, y cerca de dos minutos ante el portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n. El presidente en¨¦rgico, dicharachero y muy seguro de s¨ª mismo que acostumbra a exhibirse en el Congreso apareci¨® este mi¨¦rcoles como un hombre irritado y con ganas de acabar cuanto antes.
Lo que pasaba con S¨¢nchez era que se hab¨ªa desayunado con la noticia publicada en El Confidencial de la apertura de diligencias judiciales contra su esposa, Bego?a G¨®mez, tras una denuncia por presunto tr¨¢fico de influencias de Manos Limpias, entidad ultra cuyo fundador fue condenado por chantajista, aunque m¨¢s tarde lo absolvi¨® el Supremo. Despu¨¦s del espect¨¢culo de las ¨²ltimas semanas, con socialistas y populares arroj¨¢ndose toneladas de basura en cada sesi¨®n de control y Feij¨®o amenazando con llevar a la pareja de S¨¢nchez ante una comisi¨®n de investigaci¨®n, pod¨ªa esperarse cualquier cosa.
El caso es que el PP tambi¨¦n llegaba con un embarazoso lastre familiar a cuestas, en este caso conocido desde la v¨ªspera: la comunicaci¨®n a la Fiscal¨ªa por parte del novio de la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, de que estar¨ªa dispuesto a aceptar una pena de ocho meses de prisi¨®n por sus delitos fiscales.Con esos respectivos bagajes a cuestas, S¨¢nchez y Feij¨®o, Gobierno y oposici¨®n, escenificaron en el hemiciclo una suerte de pacto de no agresi¨®n sobre ambas cuestiones. Ni Feij¨®o ni ninguno de los otros nueve diputados del PP que intervinieron aludi¨® expresamente a la esposa de S¨¢nchez. Y ni el presidente ni ninguno de los ocho ministros que le siguieron recurri¨® al novio de Ayuso para retrucar a las acometidas de los populares.
S¨¢nchez s¨ª se refiri¨® t¨¢citamente a lo que le concern¨ªa durante el cruce dial¨¦ctico con Rufi¨¢n. La pregunta escrita del portavoz de ERC era escueta ¡ª¡±?cree usted en la justicia?¡±¡ª y se refer¨ªa a las presuntas maniobras ilegales de aparatos estatales contra dirigentes independentistas catalanes. Rufi¨¢n, que en los ¨²ltimos d¨ªas, con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina, se hab¨ªa mostrado muy combativo frente a los socialistas, ech¨® un cable al presidente:
¡ªPrecisamente hoy es un buen d¨ªa [para preguntar por la cuesti¨®n] porque est¨¢ usted sintiendo en sus carnes la guerra sucia.
Con gesto muy serio, S¨¢nchez pronunci¨® dos veces la misma respuesta:
¡ªIncluso un d¨ªa como hoy, a pesar de todo, creo en la justicia de mi pa¨ªs, en la autonom¨ªa y la independencia judicial y la separaci¨®n de poderes.
Fue la ¨²nica alusi¨®n al asunto durante las tres preguntas a S¨¢nchez. El debate soterrado estaba en los pasillos, donde varios ministros calificaron de ¡°falsedad¡± el origen de la denuncia contra Bego?a G¨®mez, y el PP, sin poner en liza a sus primeros espadas, sac¨® a una vicesecretaria, Ester Mu?oz, para exigir explicaciones.
En las otras dos cuestiones que contest¨® el presidente durante la sesi¨®n de control, Feij¨®o se centr¨® en el ascenso de EH Bildu en las elecciones vascas, y el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, en el consabido discurso de su partido para reclamar ¡°repatriaciones masivas¡± de inmigrantes ilegales. El l¨ªder del PP restreg¨® a S¨¢nchez las cr¨ªticas de los socialistas a EH Bildu durante la campa?a vasca por negarse a considerar a ETA una organizaci¨®n terrorista y le pregunt¨® si piensa romper sus pactos con esa formaci¨®n. El presidente le replic¨® apropi¨¢ndose de los resultados de las elecciones del pasado domingo: ¡°Nueve de cada diez votos fueron para partidos que apoyaron mi investidura¡±. Feij¨®o insisti¨® con el ¨¦xito de EH Bildu: ¡°Es para que se preocupe, no para que brinde¡±. ¡°El Gobierno escucha a los que ustedes no escuchan¡±, repuso S¨¢nchez. ¡°Nosotros gobernamos para la mayor¨ªa, no para los intereses minoritarios que ustedes defienden¡±.
La mayor contumacia en esgrimir el espectro de ETA lleg¨® de nuevo de la mano del portavoz del Grupo Popular, Miguel Tellado, a quien ni una fuerte afon¨ªa merm¨® su permanente disposici¨®n al choque. Tellado se pas¨® media sesi¨®n de control exhibiendo desde el esca?o una foto de la actual portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, entrevistando, en su ¨¦poca de periodista, a dos etarras encapuchados. El ministro de la Presidencia y Justicia, F¨¦lix Bola?os, tir¨® de iron¨ªa. Valor¨® el ¡°verbo sutil¡± de Tellado y agreg¨®: ¡°Hablamos con gente que no piensa como nosotros. Tambi¨¦n ustedes pactan con gente como Vox que no piensa como ustedes¡±.
La campa?a catalana, por supuesto, acudi¨® puntualmente a la cita parlamentaria. La portavoz de Junts, M¨ªriam Nogueras, insisti¨® ante la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, en su tesis de que el Estado ¡°vac¨ªa los bolsillos de los catalanes¡±. La popular Ana V¨¢zquez Blanco, uno de los l¨¢tigos de Fernando Grande-Marlaska, fustig¨® al titular de Interior con los datos de delincuencia en Catalu?a.
Algunos de los socios del PSOE evidenciaron su malestar por la reciente aprobaci¨®n de una partida de 1.100 millones para gasto militar. La vicepresidenta primera y l¨ªder de Sumar, Yolanda D¨ªaz, azuzada por la popular Cuca Gamarra, dej¨® sentado, sin entrar en m¨¢s profundidades, que est¨¢ en contra de ese gasto y que esa discrepancia sobre los presupuestos militares ya se hizo constar en el pacto de gobierno con los socialistas. El diputado de EH Bildu Jon I?arritu tambi¨¦n se lo reproch¨® a la ministra de Defensa. Margarita Robles puso de manifiesto que no lo concibe como un gasto sino como una inversi¨®n y, de paso, que no tiene precisamente problemas de autoestima: arranc¨® una expresi¨®n de entre risa y asombro de buena parte del hemiciclo al alardear de que es la ministra mejor valorada del Gabinete.
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