La ¡°italianizaci¨®n¡± que teme Ma¨ªllo: el error hist¨®rico que el l¨ªder de IU ve riesgo de repetir
La asamblea de la federaci¨®n ratificar¨¢ el domingo a su nuevo coordinador, que se fija el reto de frenar la divisi¨®n de la izquierda y pone como ejemplo que seguir a CC OO
Antonio Ma¨ªllo, elegido nuevo l¨ªder de IU, suele referirse al caso de Italia en sus an¨¢lisis pol¨ªticos. Lo hace tambi¨¦n cuando se esmera en explicar su proyecto a algunos de sus compa?eros, sobre todo a los m¨¢s esc¨¦pticos con los procesos de confluencia, una palabra que despierta hoy recelos en el seno de Izquierda Unida. ¡°Hay que evitar el escenario de la izquierda en Italia. Estamos a tiempo¡±, escribi¨® en X en abril, poco antes de confirmar su candidatura al liderazgo de IU. El martes, tras ser elegido para el cargo con el 53,4% de los votos, insisti¨® en una entrevista con El PA?S en el riesgo de ¡°italianizaci¨®n¡± y de ¡°una izquierda desarticulada¡±. As¨ª que en la asamblea de IU que se celebrar¨¢ este fin de semana en Madrid, Ma¨ªllo se convertir¨¢ en coordinador general de la federaci¨®n con la idea fijada de evitar los errores autodestructivos de la izquierda de Italia desde los a?os noventa. Y con un modelo que seguir, que a su juicio representa un contraste total al caso italiano: el sindicato Comisiones Obreras.
A pesar de que en 2019 dimiti¨® como coordinador de IU en Andaluc¨ªa para volver a dar clases de instituto, Ma¨ªllo nunca ha perdido de vista la vida de IU. No solo ha mantenido contacto informal, sino que desde la anterior asamblea, en 2021, ha formado parte de la direcci¨®n colegiada, el ¨®rgano para la gesti¨®n cotidiana de IU, aunque sin un ¨¢rea concreta asignada. No obstante, no tuvo en mente un regreso a la primera l¨ªnea hasta observar c¨®mo iba aflorando en IU una ¡°tentaci¨®n de repliegue¡±, explica un dirigente pr¨®ximo al nuevo l¨ªder. Entonces es cuando decide dar un paso al frente por lo que ¨¦l llama un ¡°deber ¨¦tico¡± y cuando gana en insistencia su advertencia sobre lo ocurrido en Italia, a?ade.
Pero, ?por qu¨¦ tanta alerta con la ¡°italianizaci¨®n¡±? El PCI, fundado entre otros por Antonio Gramsci, fue tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y durante d¨¦cadas un referente para sus pares en Occidente. No solo por su militancia, que super¨® los dos millones de carn¨¦s, sino por su porosidad social e influencia cultural. En 1984, hace solo 40 a?os, lleg¨® a ser el partido m¨¢s votado de Italia en unas elecciones de ¨¢mbito nacional, en este caso las europeas, en una jornada celebrada bajo la conmoci¨®n de la muerte del hist¨®rico dirigente Enrico Berlinguer. Despu¨¦s, todo se vino abajo muy r¨¢pido. En 1991, fruto de una poco debatida teorizaci¨®n tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn seg¨²n la cual la propia palabra ¡°comunista¡± estaba maldita, el PCI se disolv¨ªa.
Desde entonces todo ha sido divisi¨®n, fundaciones y refundaciones, disoluciones y nostalgia. El Partido Democr¨¢tico de la Izquierda que lider¨® Achille Occhetto, principal responsable de la disoluci¨®n del PCI, deb¨ªa servir de acogida al grueso de los comunistas, pero fracas¨®. Acab¨® transformado en Dem¨®cratas de Izquierda, fusionado con un variopinto men¨² de movimientos y corrientes. Hubo militantes del PCI que optaron desde el principio por Refundaci¨®n Comunista, hoy irrelevante. Con el tiempo, muchos acabaron en el Partido Democr¨¢tico (PD), una heterog¨¦nea formaci¨®n fundada en 2007 y que sigue siendo la principal referencia del centroizquierda. A su costado izquierdo han ido naciendo a lo largo de los a?os m¨²ltiples fuerzas, dispersas y de poca influencia, que han acabado cerrando, malviviendo o integr¨¢ndose en el PD.
¡°Si hoy preguntas en la calle qu¨¦ partido se presenta a la izquierda del Partido Democr¨¢tico, la inmensa mayor¨ªa no tiene ni idea. Es imposible de seguir. Y eso en un pa¨ªs en el que el PCI lo fue casi todo¡±, afirma Andrea Donofrio, profesor de Historia del Pensamiento Pol¨ªtico de la Complutense, especializado en pol¨ªtica italiana. El resultado, a?ade, es un mayor abstencionismo progresista. ¡°Hay todo un electorado de izquierda ap¨¢tico y desilusionado, hu¨¦rfano¡±, analiza.
A Jaime Bordel, coautor de Salvini & Meloni. Hijos de la misma rabia, que conoce a fondo la pol¨ªtica transalpina, le parecen ¡°l¨®gicos¡± los temores del l¨ªder de IU, sobre todo porque para los comunistas espa?oles de su generaci¨®n ¡ªMa¨ªllo naci¨® en 1966¡ª la disoluci¨®n del PCI y el ¡°desastre¡± posterior supusieron ¡°un trauma colectivo¡±. ¡°Sus palabras deber¨ªan sonar a advertencia de lo que puede pasar a una izquierda que estuvo mucho m¨¢s arriba de lo que nunca lleg¨® el PCE, con un PCI que era vertebral en la sociedad, y que por malas decisiones y enfrentamientos se ha quedado sin referentes, sumida en la desmoralizaci¨®n, la confusi¨®n y la autorreferencialidad. Hoy es una izquierda en la que la mayor¨ªa se ha inclinado por un movimientismo sin aspiraciones institucionales¡±, resume.
Hacia dentro y hacia fuera
Ma¨ªllo, que sostiene que terminar¨¢ el presente curso como profesor, se ha impuesto en las primarias a tres candidatos. La principal adversaria ha sido Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia (23,4%). Por detr¨¢s han quedado el coordinador de IU en Madrid, ?lvaro Aguilera (14,1%), y el integrante de la coordinadora federal Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Rubio (8,3%). La victoria de Ma¨ªllo, con 4.463 votos, es clara pero no arrolladora: entre apoyos de sus rivales y voto en blanco se acercan a la mitad. La votaci¨®n ha servido para elegir a los primeros 80 miembros de la coordinadora federal, una mayor¨ªa de los cuales ratificar¨¢ a Ma¨ªllo el domingo. Tambi¨¦n se votar¨¢n las enmiendas al documento pol¨ªtico que recibi¨® m¨¢s apoyos, La izquierda que estuvo, est¨¢ y estar¨¢. El texto final definir¨¢ la estrategia de IU.
Ma¨ªllo tiene garantizado el liderazgo, pero no la calma. En la organizaci¨®n existe descontento por lo que se juzga como una falta de protagonismo de IU en Sumar, tanto en el reparto de responsabilidades en el Congreso como en la lista de las europeas, donde Manu Pineda se ha ido al n¨²mero cuatro. Con estos condicionantes de partida, ?en qu¨¦ se traducir¨¢ la acci¨®n pol¨ªtica del nuevo coordinador para evitar la ¡°italianizaci¨®n¡±?
A juicio del dirigente antes citado, el nuevo coordinador debe ¡°vencer el recelo interno hacia las confluencias o incluso las tentaciones de volver a ir por libre que hay en parte de IU a ra¨ªz del final de Unidas Podemos y los problemas en Sumar¡±. Y al mismo tiempo tiene que impulsar ¡°un cambio en la forma de funcionar de Sumar¡±, que d¨¦ mejor acomodo a las organizaciones, a?ade. ¡°No solo a IU, pero a nosotros tambi¨¦n¡±, concluye, rechazando la ¡°caricatura¡± seg¨²n la ¡°IU se va a disolver en Sumar¡± y recordando que Ma¨ªllo milita en IU desde su origen en 1986.
Otro dirigente af¨ªn a Ma¨ªllo ve sus palabras sobre Italia como un mensaje ¡°hacia dentro¡± y otro ¡°hacia fuera¡±. El primero, en IU, es ¡°contra la tentaci¨®n de aislamiento¡±; el segundo, para todo el espacio, ¡°contra los partidos-plataforma y sin arraigo, contra las prisas y la falta de constancia en los proyectos¡±. ¡°Hay determinados mantras de la nueva pol¨ªtica que hay que superar¡±, opina.
A las puertas de la asamblea, Ma¨ªllo evita cualquier mensaje que pueda parecer dirigido contra nadie, dentro o fuera de IU. ¡°Destaco el riesgo de la fragmentaci¨®n, cuya causa es una inoculaci¨®n neoliberal en nuestras propias organizaciones que empuja hacia el individualismo por encima de lo colectivo, cuando tenemos un alt¨ªsimo porcentaje de ideas en com¨²n¡±, explica Ma¨ªllo, que se siente parte de una generaci¨®n de comunistas marcada a fuego por la defunci¨®n del PCI y no deja de recordar que Italia demuestra que la derrota irreversible de la izquierda alternativa no es una hip¨®tesis inconcebible.
Frente a este ¡°contramodelo¡± italiano, el coordinador electo pone como ejemplo a seguir a CC OO: ¡°Si Comisiones es la mayor organizaci¨®n social de Espa?a, con m¨¢s de un mill¨®n de afiliados, es por su pluralidad, porque est¨¢ unida, porque quien pierde en un congreso no se va y monta otro sindicato, porque quien gana saber ser mayor¨ªa y quien pierde ser minor¨ªa. Sin eso, Comisiones no tendr¨ªa la fuerza social y la incidencia pol¨ªtica que tiene¡±. Ma¨ªllo aspira a eso para IU y para sus compa?eros de viaje, aunque se muestra consciente de que no es el primero que se fija ese objetivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.