El Gobierno no cambiar¨¢ a Illa por presupuestos y estabilidad
El Ejecutivo afronta la peor semana de sus nueve meses de andadura. Los socialistas asumen la incertidumbre ante las actuaciones del juez Peinado
¡°La legislatura est¨¢ muerta y nunca debi¨® comenzar¡±. Es la declaraci¨®n de principios de la direcci¨®n del PP con la que acompa?a sus manifestaciones pol¨ªticas. El rodaje de la legislatura transita por v¨ªas repletas de baches pero el Gobierno no tiene intenci¨®n de bajar los brazos. El m¨¢s pronto que tarde que invoca el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, para aventurar la ca¨ªda de la mayor¨ªa gobernante y su sustituci¨®n por otra encabezada por ¨¦l no tiene fecha aproximada. Los interlocutores socialistas consultados aseguran que no dar¨¢n un paso atr¨¢s pase lo que pase esta semana clave para la estabilidad de la legislatura por las negociaciones con ERC para que el socialista Salvador Illa sea investido presidente de la Generalitat de Catalu?a y por la toma de declaraci¨®n en La Moncloa del juez Juan Carlos Peinado al presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez.
Todas las expectativas del Gobierno de coalici¨®n est¨¢n depositadas en conseguir la presidencia de la Generalitat de Catalu?a para Illa, exministro y ganador de las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas. Las negociaciones avanzan, siempre con paradas en la discusi¨®n sobre la autonom¨ªa de Catalu?a para gestionar sus impuestos. Si la cabeza visible del poder en ERC, Marta Rovira, abraza definitivamente la opci¨®n de pedir a los militantes de ERC que avalen la investidura de Illa ¡ªella ha asegurado que s¨®lo pedir¨¢ que lo apoyen si considera que el acuerdo es bueno¡ª, la premisa fundamental quedar¨¢ cumplida.
Ese era el camino por el que hab¨ªa optado Oriol Junqueras: apoyo al socialista con una negociaci¨®n exigente y no menos vigilante y fiscalizadora desde el primer momento de la oposici¨®n. La pelea interna en Esquerra, de alta intensidad, o el no reconocimiento de Rovira a Junqueras, que se solventar¨¢ en noviembre cuando el partido celebre su congreso, abocaban a rechazar a Illa. La negociaci¨®n va en serio, no solo por la trascendencia de los contenidos, sino porque los militantes que deben dar su aval a investir a Illa constatar¨¢n que sus l¨ªderes, enfrentados entre ellos, convergen en el apoyo al exministro de Sanidad, siempre con las medidas favorables para el autogobierno de Catalu?a como carta de presentaci¨®n. No es f¨¢cil. Ni por los contenidos ni por la incesante campa?a de Carles Puigdemont, de Junts, dirigida a los militantes de ERC, en el sentido de que votar al socialista ¡°m¨¢s espa?ol¡± entre todos los candidatos que ha tenido el PSC supone una traici¨®n a Catalu?a. Adem¨¢s, la corriente interna de ERC contraria a ese acuerdo, y favorable a repetir las elecciones, no ha desfallecido a¨²n. Tampoco quienes escuchan con agrado la oferta de Junts de una candidatura independentista com¨²n para esos eventuales comicios en caso de que no hubiera acuerdo.
Las demandas del expresidente de la Generalitat para que el PSC apoye su investidura y restituir as¨ª lo que considera ¡°una injusticia¡± no ser¨¢n atendidas. Tampoco puede satisfacer el Gobierno de Espa?a las reclamaciones del l¨ªder de hecho de Junts Per Catalunya para que se le aplique la amnist¨ªa porque, una vez aprobada la ley, ya no est¨¢ en manos de los socialistas o del Gobierno, sino en las del poder judicial, el considerar o no amnistiables los delitos que se imputen a Puigdemont. El Tribunal Supremo acaba de llevar la ley de amnist¨ªa ante el Constitucional por considerarla ¡°arbitraria¡±, ¡°discriminatoria¡± y contraria a la igualdad. El supuesto de detenci¨®n policial de Puigdemont si decidiera volver en estos d¨ªas a Espa?a ser¨ªa un mazazo emocional en el independentismo y un inconveniente para las conversaciones del PSC con ERC.
Los contratiempos del expresidente catal¨¢n tienen una traducci¨®n inmediata y perjudicial para el Gobierno. El rechazo de Junts en el Congreso a la senda de estabilidad presupuestaria ¡ªprevia a toda ley de presupuestos¡ª y a la modificaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa as¨ª lo evidencian y esa ser¨ªa la marca del partido en Madrid si el candidato del PSC es investido presidente de la Generalitat. Pero no habr¨¢ trueque de Illa por presupuestos, remachan en fuentes gubernamentales.
Perturbaci¨®n por el caso de Bego?a G¨®mez
El Gobierno no oculta la perturbaci¨®n que produce en el seno del Ejecutivo de coalici¨®n el cariz judicial que puedan tomar las actuaciones contra Bego?a G¨®mez, esposa del presidente, Pedro S¨¢nchez. En p¨²blico repiten que ¡°no hay caso¡±, pero empiezan a encajar que el juez Peinado abrir¨¢ todas las diligencias que estime, por mucho que la Fiscal¨ªa y la Guardia Civil no las encuentren s¨®lidamente justificadas.
La decisi¨®n de tomar declaraci¨®n al presidente este martes en La Moncloa de forma presencial, y no por escrito, abunda en la creencia de que tambi¨¦n ¨¦l puede verse judicialmente afectado. Al ser aforado, en ¨²ltimo caso, deber¨ªa decidir el Tribunal Supremo. Este martes, los 20 miembros del Consejo General del Poder Judicial elegir¨¢n a su nuevo presidente, que lo es tambi¨¦n del Supremo, poniendo un broche final a cinco a?os y medio de bloqueo por la negativa del PP a renovar el organismo.
Desde el Gobierno de coalici¨®n se reconocen las enormes dificultades que envuelven su andadura. Pero de inmediato muestran agendas y planes. Aparente normalidad en medio de la incertidumbre.
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