Los soldados espa?oles de la ¡°batalla cultural¡±
Sat¨¦lites de Vox y grupos cat¨®licos, ultraliberales y contra la ¡°correcci¨®n pol¨ªtica¡± progresista importan los temas y estrategias que dominan la pol¨ªtica de EE UU
Un think tank ¡ªgabinete de estudios¡ª aliado de Viktor Orb¨¢n. Una escuela amadrinada por la sobrina de Marine Le Pen. Un avispero de entidades antiabortistas. Una asociaci¨®n cat¨®lica con m¨¢s de un siglo de historia que combate ahora la ¡°correcci¨®n pol¨ªtica¡±. El instituto que ha premiado a Javier Milei por su ¡°ejemplar defensa¡± de la libertad. Un grupo contra la izquierda woke que re¨²ne a exdirigentes de Ciudadanos, cl¨¢sicos del PP y alg¨²n fichaje de Vox. El partido de Santiago Abascal y un pu?ado de sat¨¦lites.
He aqu¨ª un muestrario de las fuerzas que libran en Espa?a la ¡°guerra cultural¡±, o ¡°batalla cultural¡±, una forma de entender la pol¨ªtica que se ha adue?ado ya del Partido Republicano de Estados Unidos, como ha demostrado la rendici¨®n al trumpismo en su convenci¨®n de julio. Y que en Espa?a ¡°gana cada vez m¨¢s protagonismo, aunque sin llegar a la obsesi¨®n de EE UU¡±, analiza Felipe Gonz¨¢lez Santos, investigador en la Universidad Babe?-Bolyai, en Ruman¨ªa, donde estudia la ultraderecha en el ¨¢mbito global. De este ¡°protagonismo¡±, y tambi¨¦n de c¨®mo la derecha tradicional muerde el anzuelo de los guerreros culturales, da idea que Isabel D¨ªaz Ayuso y Borja S¨¦mper difundieran esta semana mensajes ¡ªaunque el portavoz del PP los borr¨®¡ª que alimentaban la pol¨¦mica sobre la boxeadora argelina Imane Khelif, convertida en supuesto ejemplo de los excesos woke en base al bulo de que compite con ventaja contra mujeres siendo trans (en realidad, no lo es: siempre ha sido mujer).
¡°En EE UU la batalla cultural lleva creciendo desde los 60, est¨¢ regada de dinero y determina ya toda la pol¨ªtica. En Espa?a hay un partido, Vox, y diversas organizaciones que intentan importar el fen¨®meno, pero todav¨ªa les queda camino¡±, explica Jaime Caro, investigador en la Universidad Complutense, cuyo trabajo se centra en la alt-right, la derecha alternativa, de EE UU. Esta l¨®gica de confrontaci¨®n, explica, ¡°ya empapa la discusi¨®n p¨²blica en Espa?a, con m¨¢s conflicto identitario y m¨¢s grandes relatos sobre la realidad¡±, pero los grupos de agitaci¨®n cultural no llegan a los ¡°niveles de influencia¡± de The Federalist, Cato Institute o Heritage Foundation. ¡°Ahora bien, los grupos espa?oles ya han cogido posiciones y su discurso cada vez cala m¨¢s. Si hay un cambio de ciclo pol¨ªtico, tendr¨¢n mucho a favor¡±, concluye.
Antes de repasar esos grupos, ?qu¨¦ es la ¡°batalla cultural¡±? No es f¨¢cil de delimitar. En su respuesta, Jaime Caro ¡ªque al margen de su actividad investigadora trabaja en el equipo de discurso de Sumar¡ª cita al marxista italiano Antonio Gramsci, al radicalizador de la derecha francesa Alain de Benoist y al propagandista alt-right Steve Bannon para acabar con esta s¨ªntesis: ¡°La idea central es que las sociedades son l¨ªquidas, su mentalidad puede cambiar, por lo que todos los valores pueden ser disputados. La tesis de la derecha es que hay una hegemon¨ªa progresista que se extiende a todo: econom¨ªa, libertad, familia, sexualidad... Y por tanto hay que dar la batalla para acabar con ese dominio, que mantiene silenciado al sentido com¨²n¡±.
Vox y sus conexiones h¨²ngaras y francesas
?Y qui¨¦nes libran esa contienda en Espa?a? Algunos de los portaestandartes han llegado de fuera, como el Centro de Derechos Fundamentales (CDF). Bajo el lema ¡°Dios, Patria, Familia¡±, este laboratorio de ideas aliado del Fidesz, el partido del h¨²ngaro Orb¨¢n, abri¨® sede en Madrid en marzo. ¡°Vivimos enfrascados en una batalla cultural¡± que hay que dar ¡°defendiendo nuestros valores¡±, que ¡°son de sentido com¨²n¡±, sostiene el centro en una de sus proclamas. ?Qu¨¦ valores son esos? Ra¨ªces cristianas de la naci¨®n, rechazo al aborto y a la ¡°ideolog¨ªa woke¡±... Es el repertorio habitual.
En similares coordenadas se inserta el Instituto Superior de Sociolog¨ªa, Econom¨ªa y Pol¨ªtica (ISSEP), extensi¨®n espa?ola del Institut des Sciences Sociales, ?conomiques et Politiques, fundado en Lyon en 2018 por Marion Mar¨¦chal, sobrina de Le Pen y joven promesa de la ultraderecha francesa. Constituido en 2020 en Madrid, el ISSEP forma a pol¨ªticos para la ¡°batalla cultural¡±, sintagma frecuente en el discurso del centro.
El investigador Gonz¨¢lez Santos subraya que tanto el CDF como el ISSEP tienen anclaje en dos pa¨ªses, Hungr¨ªa y Francia, donde ¡°ya se ha producido un profundo avance de los valores ultraconservadores¡±. ¡°Vox, clave para la apertura de ambos en Madrid, intenta acelerar esa penetraci¨®n usando sus conexiones internacionales¡±, a?ade el investigador, que recuerda que el partido disfruta de excelentes relaciones con la ultraderecha h¨²ngara y que el ISSEP tiene conexiones con Vox: en su patronato figuran dos pr¨®ximos a Santiago Abascal: Kiko M¨¦ndez-Monasterio y Gabriel Ariza.
Vox desempe?a el papel de destacado introductor en Espa?a de la cultural war estadounidense, explica Gonz¨¢lez Santos. Y lo hace tanto directamente como a trav¨¦s de una red de organizaciones, la m¨¢s s¨®lida la Fundaci¨®n Disenso, a las que se suman otras con v¨ªnculos con el partido como Mujeres por la Igualdad, Mi Barrio Seguro, Nostra Terra o Solidaridad, como detalla el investigador en un reciente art¨ªculo en la revista Social Movement Studies. ¡°Su objetivo es polarizar y construir sentido com¨²n derechista sobre feminismo, seguridad vecinal, medio ambiente o derechos de los trabajadores, temas en los que considera que el progresismo lleva ventaja¡±, a?ade Gonz¨¢lez Santos, que tambi¨¦n cita a D¨ªaz Ayuso como ejemplo de dirigente que usa los temas y formas de la ¡°batalla cultural¡±.
Guardianes de valores
Pero la ¡°batalla cultural¡± va m¨¢s all¨¢ de Vox. Tanto Gonz¨¢lez Santos como Caro destacan la tarea de dos tipos de organizaciones: los guardianes del catolicismo tradicional y los ultraliberales. Entre los primeros sobresale Hazte O¨ªr, grupo nacido en 2001 tras la experiencia de su fundador, Ignacio Arsuaga, en el ultraconservador Phoenix Institute, en EE UU, y dedicado ¡ªal igual que su rama internacional, Citizen Go¡ª a la defensa de una visi¨®n integrista de la sociedad en clave religiosa. A imitaci¨®n de los grupos del entorno del Partido Republicano, sobre todo desde la eclosi¨®n del Tea Party, Arsuaga y los suyos viven en una campa?a de agitaci¨®n permanente y presionan al PP y Vox para que den ¡°la batalla cultural, la madre de todas las batallas¡±, como la ha definido el polemista de cabecera de Javier Milei, el argentino Agust¨ªn Laje, al que Hazte O¨ªr entroniza como referencia sobre c¨®mo combatir a los progres.
Aunque con menos nombre que Hazte O¨ªr, NEOS es hoy el espacio m¨¢s estructurado de colaboraci¨®n entre organizaciones de derecha cat¨®lica, con una constante actividad de producci¨®n de ideas y celebraci¨®n de actividades contra el ¡°falso progresismo¡±. Nacida en 2021, esta red de grupos ofrece una ¡°alternativa cultural al Gobierno del Frente Popular¡± de Pedro S¨¢nchez, como suele repetir su presidente, el exministro del PP Jaime Mayor Oreja. NEOS (Norte, Este, Oeste, Sur) aspira a ser ¡°br¨²jula¡± ante la p¨¦rdida de valores que muestran tanto la Agenda 2030 como las ¡°leyes LGTBI¡± y las normas que regulan el aborto, la eutanasia o la memoria hist¨®rica. En su patronato coinciden Mayor Oreja y su lugarteniente Mar¨ªa San Gil con un exparlamentario del PP (Luis Peral), otro de Vox (Francisco Contreras) y agitadores de nueva hornada como Manuel Zayas, miembro de Qveremos, una asociaci¨®n que recoge cruces retiradas por la Ley de Memoria.
¡°Tenemos una sociedad en la que eutanasiamos a los ancianos porque nos estorban, en la que implantamos la cultura de la muerte¡±, lamenta por tel¨¦fono Mar¨ªa Calvo, tambi¨¦n miembro del patronato, para explicar su implicaci¨®n en un proyecto que pretende ¡°despertar conciencias¡± apelando a ¡°nuestras ra¨ªces judeocristianas¡±. Defensora ¡°de la familia y de la vida¡±, Calvo se considera ¡°un poco d¨ªscola¡± dentro de NEOS, al identificarse con la idea de ¡°salir al encuentro¡±, no de ¡°dar ninguna batalla¡±.
La promotora de NEOS es la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas (ACdP), nacida en 1908 y que en los ¨²ltimos a?os ha renovado su imagen, revisti¨¦ndose de un aire de incorrecci¨®n pol¨ªtica, para emprender una cruzada contra ¡°cultura de la cancelaci¨®n¡± y la ¡°ideolog¨ªa woke¡±, dos obsesiones tomadas del cat¨¢logo de la guerra cultural en EE UU. Un ejemplo de esta vocaci¨®n es la campa?a Cancelados, una iniciativa de los Propagandistas para dar ¡°voz a gente normal que ha sido cancelada por decir cosas de sentido com¨²n¡±. En su web advierten: ¡°Los ofendiditos ya pueden ir haciendo cola para que vayamos pidi¨¦ndoles perd¨®n¡±.
Presidida por el historiador especializado en carlismo Alfonso Bull¨®n de Mendoza, la ACdP es impulsora de los colegios y universidades CEU y del peri¨®dico El Debate, digital en el que un obispo del ala dura, Ignacio Munilla, expon¨ªa en 2022 por qu¨¦ los cat¨®licos deben bajar a la trinchera: ¡°No se pueden afirmar en positivo los valores del evangelio, sin subrayar en negativo los contravalores [...]. Creo que se equivocan los que en nombre del pacifismo cristiano se escabullen de la batalla cultural¡±.
La ACdP cuenta con un think tank, el CEFAS, de intenso despliegue en el campo de las ideas. Entre sus actividades este a?o, ha publicado un estudio sobre la ¡°hegemon¨ªa de la ideolog¨ªa woke¡± y el libro La estrategia h¨²ngara, de Bal¨¢zs Orb¨¢n, director pol¨ªtico de Viktor Orb¨¢n, figura que interesa a la ACdP por ¡°su defensa de la familia y de la vida¡±, explica Fernando Nistal, director del CEFAS, entidad que colabora con la Heritage Foundation, una de las organizaciones que presionan sin descanso para el endurecimiento del Partido Republicano.
Estado m¨ªnimo
La ¡°batalla cultural¡± tambi¨¦n es divisa de organizaciones ultraliberales. Destacan dos: el Instituto Juan de Mariana (IJM), que logr¨® traer a Milei a Espa?a en junio para darle un premio, y El Club de los Viernes. Dirigido por Manuel Llamas, ex alto cargo de Ayuso, el IJM trabaja para abrir paso a ideas como la reducci¨®n del Estado y los impuestos a la m¨ªnima expresi¨®n. La disputa ideol¨®gica ha sido, explica Llamas por correo electr¨®nico, ¡°la gran olvidada¡± de la derecha espa?ola. Llamas, que pone a Estados Unidos como referente de sociedad civil ¡°activa¡±, cita entre los debates silenciados en Espa?a el hecho de que el ¡°mal llamado Estado del bienestar¡± acaba siendo en realidad el ¡°bienestar del Estado¡±.
Con El Club de los Viernes reaparecen los v¨ªnculos con Vox: uno de sus fundadores, Javier Jov¨¦, es diputado ultra en el Principado de Asturias. Entusiastas de Milei, los activistas de esta entidad ¡ªde la que Ayuso es ¡°socia de honor¡±¡ª convocan a la ¡°batalla cultural¡± contra la ¡°hegemon¨ªa de las ideas socialdem¨®cratas¡±. El mismo esquema narrativo aparece una y otra vez: un sistema medi¨¢tico de inclinaci¨®n izquierdista ¡ªsostienen los guerreros culturales¡ª provoca una artificial supremac¨ªa de las ideas progresistas, por lo que urge utilizar cualquier espacio disponible para plantar cara e imponer el sentido com¨²n.
Precisamente ¡°sentido com¨²n¡± es una expresi¨®n que utiliza Marcos de Quinto, uno de los dos exdiputados de Cs ¨Cel otro es Juan Carlos Girauta, hoy en Vox¨C que en 2022 montaron Pie en Pared para librar la ¡°guerra cultural¡± contra el ¡°catastrofismo clim¨¢tico¡±, el ¡°feminismo de tercera ola¡± y el ¡°mito rom¨¢ntico de la Guerra Civil¡±, entre otras ideas. De Quinto, en declaraciones por escrito, afirma que la izquierda ha triunfado en el campo cultural por su dominio de la educaci¨®n y los medios, por lo que es necesario un ¡°contra-discurso¡±. ?El problema? Que parte de la derecha se ha ¡°rendido¡± a lo ¡°pol¨ªticamente correcto¡±. Mientras Vox s¨ª est¨¢ ¡°volcado¡± en responder, contin¨²a De Quinto, en el PP y su ¨®rbita solo libran la contienda figuras como Ayuso, Cayetana ?lvarez de Toledo o Miguel Tellado. A suplir esas carencias se dedica Pie en Pared, de cuyo equipo forman parte Esperanza Aguirre, Alejo Vidal-Quadras, el economista Daniel Lacalle y la columnista de The Objective Cristina Casab¨®n, entre otros.
¡°La contaminaci¨®n cultural [de la izquierda] obliga a un trabajo que va a llevarnos mucho, mucho tiempo¡±, a?ade el antiguo ejecutivo de Coca-Cola, que afirma que Pie en Pared trabaja para que ¡°la gente no viva constantemente con el miedo a ser censurada¡± por el progresismo. Entre sus referentes, cita al psic¨®logo canadiense Jordan Peterson, que sostiene que existe una ofensiva contra la masculinidad, a los comentaristas conservadores estadounidenses Ben Saphiro y Candance Owens y a Javier Milei, todos ellos con el rasgo distintivo ¨Cse?ala de Quinto¨C de ¡°decir cosas sensatas, de sentido com¨²n¡±.
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