¡°Esta revuelta ha sido un ensayo general¡±
El intelectual hist¨®rico de la ¡®nueva derecha¡¯, ahora promotor del populismo transversal, simpatiza con los 'chalecos amarillos'
Sus amigos siguen llam¨¢ndole Fabrice, porque cuando era joven firmaba con el pseud¨®nimo Fabrice Laroche. Fabrice, por Fabrice del Dongo, el h¨¦roe rom¨¢ntico de la novela decimon¨®nica La cartuja de Parma, de Stendhal. Y Laroche, por el escritor fascista Pierre Drieu la Rochelle, que colabor¨® con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y se suicid¨® tras la liberaci¨®n.
Su nombre real es Alain de Benoist (Tours, 1943). En los a?os setenta impuls¨® lo que se llam¨® la ¡°nueva derecha¡±, intelectuales que se mov¨ªan en los pantanosos l¨ªmites entre la derecha y la extrema derecha en la que a veces se le ubica en Francia. ?l, que cita a Ortega y Gasset para denunciar la ¡°hemiplejia¡± intelectual que tiende a encasillar a las personas en un campo, nunca se sinti¨® c¨®modo con la etiqueta.
Ahora, a los 75 a?os, es uno de los pensadores de cabecera de populistas y nacionalistas en toda Europa ¡ªy en Estados Unidos¡ª y una voz identificada con el movimiento de los chalecos amarillos, s¨ªntesis perfecta, y surgida de abajo, de la alianza entre la izquierda radical y la derecha radical.
¡°No me considero ni de extrema, ni de derecha. Me horroriza el extremismo y no me reconozco en ninguna derecha. Dir¨ªa que tengo ideas de izquierdas y valores de derechas. Estoy a favor de la renta b¨¢sica universal, del decrecimiento econ¨®mico, de la lucha contra el liberalismo y contra el capitalismo en general¡±, dijo esta semana en el modesto piso donde vive, en el distrito 11 de Par¨ªs.
¡°Hay valores de derechas como el desinter¨¦s o la ¨¦tica del honor. Pero Marx es m¨¢s interesante que Maurras¡±, a?ade aludiendo a Charles Maurras, el gran intelectual reaccionario franc¨¦s de principios del siglo XX. ?Marxista conservador? Lo que se ha llamado la nueva derecha, recuerda, fue ¡°una cr¨ªtica de la modernidad en el sentido de que esta ha destruido las solidaridades tradicionales, las relaciones de generosidad, para sustituirlas por lo que Marx llamaba las aguas heladas del c¨¢lculo ego¨ªsta¡±.
El antiliberalismo ¡ªt¨ªtulo de su ¨²ltimo libro: Contra el liberalismo. La sociedad no es un mercado¡ª y la superaci¨®n de la divisi¨®n entre izquierda y derecha ¡ªt¨ªtulo del pen¨²ltimo: El momento populista. Izquierda-derecha, ?se acab¨®!¡ª marcan hoy el territorio de Alain de Benoist. No es extra?o que sienta fascinaci¨®n por la alianza italiana entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga de Matteo Salvini, y que pol¨ªticos e intelectuales que orbitan en estos movimientos sientan fascinaci¨®n por ¨¦l. Tampoco sorprende su inter¨¦s por el Podemos en su vertiente m¨¢s populista y por su antiguo dirigente ??igo Errej¨®n, y por la idea de un patriotismo transversal que opone a los de abajo contra los de arriba, m¨¢s que a la izquierda contra la derecha.
Sus contactos con los ide¨®logos rusos de la doctrina eurasianista son notorios: en 2013 public¨® El llamamiento de Eurasia, un libro de conversaciones con Alexander Dugin, ap¨®stol de este movimiento. Alain de Benoist tambi¨¦n es objeto de admiraci¨®n en la alt-right, la nueva extrema derecha estadounidense que salt¨® a un primer plano con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca hace dos a?os. ¡°Estos no me gustan nada¡±, zanja. ¡°Son peque?os extremistas rid¨ªculos¡±.
Los chalecos amarillos, el movimiento de las clases medias empobrecidas en la Francia de las ciudades peque?as y medianas, son un fen¨®meno con pocos precedentes, explica el pensador. Habr¨ªa que remontarse a la revoluci¨®n de 1848 o a la Comuna de 1871, dice. ¡°Es una especie de ensayo general¡±, resume. ¡°De un derrumbe del poder, del sistema. Un cambio de r¨¦gimen, una VI Rep¨²blica. No forzosamente una revoluci¨®n violenta¡±. Por el momento quiz¨¢ sea la expresi¨®n posible, en la calle, de una coalici¨®n que pol¨ªticamente, hoy parece improbable. ?l, que en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2017 vot¨® al candidato de la izquierda populista, Jean-Luc M¨¦lenchon, y en la segunda a la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, los ve con simpat¨ªa.
¡°Muchos chalecos amarillos, no todos, simpatizan o bien con Marine Le Pen o bien con Jean-Luc M¨¦lenchon¡±, describe en otro momento de la conversaci¨®n. ¡°La unidad que es imposible en el liderazgo entre ambos estados mayores se ha hecho en las rotondas entre personas diferentes, con votos diferentes, que descubrieron que compart¨ªan la misma c¨®lera, la misma amargura. Y han recreado los v¨ªnculos. Antes, estas personas no se conoc¨ªan. Ha redescubierto formas de sociabilidad que se hab¨ªan desagregado. El liberalismo y el capitalismo han destruido lo social, lo com¨²n¡±.
¡ª?Sue?a en un alianza entre M¨¦lenchon y Le Pen?
¡ªNo lo planteo en t¨¦rminos de personas. Si so?ase, ser¨ªa en una alianza de los populismos de derechas y de izquierdas.
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