Relojes, capirotes y mantas: las tiendas que resisten al turismo
Apenas un pu?ado de comercios hist¨®ricos sobreviven en el centro de M¨¢laga, en plena vor¨¢gine de turistificaci¨®n y tomado por los bares, restaurantes y franquicias
En el escaparate hay figuritas de Bel¨¦n, maquetas de pasos de Semana Santa, velas y rosarios. Tambi¨¦n capirotes, guantes o c¨ªngulos de nazarenos. En el interior, aromatizado con incienso, las estanter¨ªas est¨¢n repletas de velas. La vinculaci¨®n religiosa del local es evidente. ¡°Tenemos dos ¨¦pocas muy fuertes: Semana Santa y Navidad¡±, afirma Jos¨¦ Ignacio Gonzalo, de 36 a?os, que dirige hoy la Cerer¨ªa Zalo como antes lo hicieron su padre, su abuelo y su bisabuelo. Y antes otros familiares cuyas ra¨ªces se remontan hasta el a?o 1724. Es el neg...
En el escaparate hay figuritas de Bel¨¦n, maquetas de pasos de Semana Santa, velas y rosarios. Tambi¨¦n capirotes, guantes o c¨ªngulos de nazarenos. En el interior, aromatizado con incienso, las estanter¨ªas est¨¢n repletas de velas. La vinculaci¨®n religiosa del local es evidente. ¡°Tenemos dos ¨¦pocas muy fuertes: Semana Santa y Navidad¡±, afirma Jos¨¦ Ignacio Gonzalo, de 36 a?os, que dirige hoy la Cerer¨ªa Zalo como antes lo hicieron su padre, su abuelo y su bisabuelo. Y antes otros familiares cuyas ra¨ªces se remontan hasta el a?o 1724. Es el negocio m¨¢s antiguo del centro de M¨¢laga y una absoluta rareza en un lugar rendido al turismo. En los ¨²ltimos a?os los bares y restaurantes se han multiplicado, como las franquicias. En el nuevo ecosistema los comercios tradicionales est¨¢n en v¨ªas de extinci¨®n. ¡°La especializaci¨®n es una de las claves para sobrevivir, pero tambi¨¦n que el local sea nuestro. No podr¨ªamos afrontar los enormes alquileres que se piden ahora¡±, reconoce Gonzalo.
Licenciado en Filolog¨ªa, Fernando Alonso, de 52 a?os, es residente del centro de la ciudad desde peque?o. Vive cerca de la Plaza de la Merced y hace una d¨¦cada empez¨® a ser consciente de la rapidez con la que su entorno cambiaba. ¡°Por aquella ¨¦poca arranc¨® un fuerte proceso de gentrificaci¨®n y turistificaci¨®n. La gente empez¨® a irse y, sin esta clientela, las tiendas de toda la vida iban cerrando¡±, recuerda el malague?o, que ejerce de profesor de Lengua y Literatura en un instituto de Torremolinos. Decidi¨® entonces escribir un libro que recordase la historia de los establecimientos m¨¢s antiguos antes de que desaparecieran. Deb¨ªan tener, como m¨ªnimo, 50 a?os de vida. Cont¨® 34 y buce¨® en su historia para ofrecerla en el libro Comercios hist¨®ricos malague?os (Ediciones del Genal). Fue publicado en 2018 y, desde entonces, han cerrado ocho de estos comercios, lo que supone un 25% del total. Algunos eran centenarios, vivieron en tiempos de la Segunda Rep¨²blica, durante la Guerra Civil y el franquismo. ¡°Han sobrevivido a todo menos a la masificaci¨®n. El turismo ha arrasado con los vecinos y el comercio¡±, destaca. ?l jam¨¢s pens¨® que el proceso de cierre de estos negocios fuese tan r¨¢pido. Apenas resisten ya farmacias, ultramarinos y una sombrerer¨ªa, entre otros pocos.
Alonso considera que hay factores externos que han afectado, como el crecimiento de las grandes plataformas de comercio electr¨®nico al estilo de Amazon; pero sostiene que son dos las claves que marcan el fin de estas tiendas. La primera, la escasez de vecinos: en el centro hay ya m¨¢s pisos tur¨ªsticos (4.800) que personas (4.200). Y, sin ellos, no hay clientes. La segunda, el incremento del precio de los alquileres de los locales, que alcanzan los 20.000 euros al mes, seg¨²n los datos de Idealista. ¡°Uno de los factores que nos ha permitido seguir es que el nuestro lo pudimos comprar y ya es de la familia. Si me pidieran 8.000 euros al mes, como pasa aqu¨ª al lado, ser¨ªamos inviables¡±, destaca Jos¨¦ Ignacio Gonzalo. La Cerer¨ªa Zalo ¡ªque tambi¨¦n vende por internet¡ª se ubica en calle Santa Mar¨ªa, cerca de la catedral.
A pocos metros abr¨ªa sus persianas la ferreter¨ªa El Llav¨ªn cada d¨ªa desde el a?o 1884. Era uno de los 14 comercios de este tipo que quedaba en los a?os 80 en el centro y la ¨²ltima en desaparecer. Cerr¨® en la primavera de 2023. Su edificio ser¨¢ sustituido por un alojamiento tur¨ªstico impulsado por la empresa Room 007 hostels and hotel. A su alrededor hay un local que vende turrones y garrapi?adas, un cajero ATM y media docena de negocios de souvenirs donde comprar ¡ªentre una multitud de objetos¡ª trajes de flamenca, botellitas de cuatro centilitros de sangr¨ªa con tapones de sombrero cordob¨¦s, toros con la bandera de Espa?a e imanes de nevera con forma de espeto, lo ¨²nico con cierto sabor local.
¡°La red de suministros est¨¢ despareciendo y, como ocurre con la ferreter¨ªa, sin que haya alternativas¡±, lamenta Carlos Carrera, presidente de la asociaci¨®n de vecinos Centro Antiguo de M¨¢laga, que destaca tambi¨¦n el componente psicol¨®gico de que la tienda de toda la vida sea sustituida por una franquicia, una tienda de recuerdos o unas taquillas para que el turismo guarde sus equipajes. ¡°Es una sensaci¨®n de p¨¦rdida, de que te est¨¢n echando de tu barrio porque cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil habitarlo¡±, subraya. Ya en 2019 un estudio del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), organismo municipal, advert¨ªa de que la alta presencia de franquicias y restaurantes ¡ªhasta el 40% del uso de plantas bajas¡ª en determinadas manzanas del casco hist¨®rico estaba rompiendo el equilibrio. La p¨¦rdida de comercio tradicional desde entonces se ha disparado y hasta el Ayuntamiento les rindi¨® homenaje en marzo de 2023 con una exposici¨®n en las calle de Larios y un libro. De los 42 negocios distinguidos, solo tres estaban en el centro.
De vender alpargatas a servir ¡®brunch¡¯
¡°Est¨¢ todo enfocado al turista, hay demasiada hosteler¨ªa y es un lugar ya inc¨®modo para hacer un recado r¨¢pido, pero no tenemos otra que acostumbrarnos a los nuevos tiempos¡±, se?ala Pablo Heredia, que constituye la tercera generaci¨®n del negocio que empez¨® su abuelo: la relojer¨ªa Miguel Heredia. El establecimiento ocupa un min¨²sculo local en la Plaza de la Constituci¨®n, donde ponen hasta 60 pilas al d¨ªa y cambian correas. Su fuerte son los arreglos. ¡°El caj¨®n de reparaciones se llena cada jornada¡±, dice Heredia, que cree que esa singularidad es la que les permite sobrevivir. ¡°Al especializarte consigues que cuando la gente necesita tu producto, piense en ti¡±, a?ade Clemente Solo de Zald¨ªvar, que a sus 73 a?os sigue acudiendo cada ma?ana a Zaldi Hogar, negocio que su familia fund¨® en 1850 y entre cuyas paredes ¨¦l mismo se crio.
Sus fundas de sof¨¢, juegos de cama, toallas o mantas conforman un escaparate que es una excepci¨®n en calle Nueva, donde diversas franquicias ocupan los bajos. Las plantas superiores est¨¢n tomadas por los apartamentos tur¨ªsticos, que en el caso de Zaldi Hogar son parte del negocio. ¡°Los extranjeros vienen y compran unas s¨¢banas y un par de almohadas porque los pisos donde se alojan no est¨¢n tan limpios como esperaban¡±, explica. Solo de Zald¨ªvar conoce a cada cliente por su nombre, al igual que su hija, junto con la que trabaja. Tambi¨¦n se?ala que el local es suyo y que es algo vital cuando cerca, seg¨²n Idealista, hay alquileres de varios miles de euros. ?No ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil cerrar y vivir de las rentas? ¡°Yo quiero estar a gusto, esto me encanta. Tengo mis necesidades y las de mi familia cubiertas. ?Para qu¨¦ quiero m¨¢s?¡±, se pregunta.
Precisamente la venta a un inversor, unida a la jubilaci¨®n de sus propietarios, supuso el cierre de Calzados Hinojosa el verano pasado. Con 103 a?os de historia, era uno de los negocios m¨¢s conocidos por sus apreciadas alpargatas. Donde antes hab¨ªa un mostrador con una caja registradora del a?o 1900 est¨¢n ahora las mesas y sillas de The Club, negocio especializado en brunch ¡ªdesayunos tard¨ªos¡ª donde el mollete con jam¨®n ib¨¦rico cuesta siete euros, un caf¨¦ con leche 2,70 euros y el agua ¡ªfiltrada de la red p¨²blica¡ª dos euros. En los ¨²ltimos a?os el aumento del alquiler est¨¢ tambi¨¦n detr¨¢s del cierre de otro cl¨¢sico: el Caf¨¦ Central y su mural con las nueve maneras malague?as de tomar caf¨¦, que hoy sustituye un pub de origen sueco. Cerca, el taller de afilado Manuel Oc¨®n tambi¨¦n ha cerrado y con ¨¦l se han extinguido las cl¨¢sicas tertulias que manten¨ªa con sus clientes y vecinos. ¡°Todos estos comercios y sus propietarios hac¨ªan a M¨¢laga diferente de otras ciudades. Ahora ha perdido la esencia y es igual que el resto¡±, concluye, con cierta tristeza, Fernando Alonso.