La vivienda fuerza un debate especial del Congreso con el PSOE presionado entre sus socios y Junts
Sumar avisa a los socialistas que respaldar¨¢n con los dem¨¢s aliados de la mayor¨ªa progresista una discusi¨®n monogr¨¢fica este mes sobre esa ¡°emergencia social¡±
La vivienda parece ser ahora el nuevo monotema de este periodo de sesiones pol¨ªtico y parlamentario tras casi un primer a?o de legislatura volcado solo sobre Catalu?a y sus derivadas. Sumar, socio de la coalici¨®n de Gobierno, cataloga el problema de la vivienda y su carencia como una ¡°emergencia social¡±, que ha justificado movilizaciones sociales en la calle y una manifestaci¨®n convocada para el domingo 13 en Madrid por m¨¢s de 30 organizaciones sociales. ERC, EH Bildu y BNG, aliados habituales de la mayor¨ªa progresista que sostiene al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez, exigen una comparecencia urgente de la ministra de Vivienda, la socialista Isabel Rodr¨ªguez, que Sumar apoya abiertamente, como ha advertido ya internamente al PSOE. El PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha seleccionado la vivienda para presentar una de sus primeras leyes de calado en su nueva estrategia de esta temporada de ofrecerse como oposici¨®n con ideas alternativas al Gobierno y reconectar con las preocupaciones reales de los ciudadanos. El PSOE asume que el debate monogr¨¢fico y especial sobre vivienda se producir¨¢ este mismo mes, aunque est¨¢ por delimitar c¨®mo y hacia d¨®nde se decanta, porque frente a las presiones de su izquierda las acompa?a Junts con un signo m¨¢s conservador. El asunto ocupar¨¢ un lugar central en la agenda de la pr¨®xima Conferencia de Presidentes, que se celebrar¨¢ en diciembre.
De repente, y en muy pocas semanas, los debates, preguntas, proposiciones y propuestas que se solapaban sobre Catalu?a, la amnist¨ªa, los indultos, el fugado Carles Puigdemont y la financiaci¨®n singular o el cupo catal¨¢n han pasado a un muy segundo plano los ¨®rdenes del d¨ªa del Congreso. El giro de los temas en discusi¨®n ha sido tan radical y sorprendente que han provocado reuniones al respecto en las c¨²pulas de varios grupos parlamentarios. Los portavoces, del Gobierno y la oposici¨®n de derechas, han comenzado a hablar de reducci¨®n de la jornada laboral, de la conciliaci¨®n, de la educaci¨®n gratuita de los ni?os y, sobre todo, del drama que supone encontrar una vivienda digna y asequible, especialmente en las grandes ciudades, que no se lleve la mitad de los salarios o que los m¨¢s j¨®venes puedan plantearse como una opci¨®n.
Hace a?o y medio el Ejecutivo logr¨® sacar adelante la primera ley de Vivienda de esta etapa democr¨¢tica, no sin tensiones entre PSOE, Sumar o incluso Podemos, y adjetivaron el acuerdo como ¡°hist¨®rico¡±. Los objetivos que se dise?aron, sin embargo, apenas se aprecian y en el Gobierno despliegan todo tipo de argumentos para distribuir la responsabilidad de que los precios sigan disparados en competencias de distintas administraciones y, especialmente, en la desgana en la aplicaci¨®n de las reformas de comunidades y ayuntamientos gobernados por el PP. Los populares lo niegan y apuntan contra la ineficacia del Ejecutivo, pero, adem¨¢s, en esta ocasi¨®n, han optado por perge?ar una ley alternativa, donde prometen la construcci¨®n de hasta 200.000 viviendas, ayudas a los j¨®venes y agilizar la disposici¨®n de suelo para construir, que es una competencia que ya estaba en manos de las administraciones locales que gestiona mayoritariamente.
Pero ese mero debate, sobre modelos contrapuestos de un asunto de grave preocupaci¨®n nacional y transversal, ya es una aut¨¦ntica novedad en el panorama pol¨ªtico, como subray¨® este martes con sorpresa el portavoz parlamentario de Sumar, ??igo Errej¨®n. El dirigente de Sumar agradeci¨® ese comportamiento y cambio de t¨¢ctica a la hora de hacer oposici¨®n del PP, aunque lo interpret¨® como que empiezan a asumir casi un a?o despu¨¦s del inicio de la legislatura que este mandato va para m¨¢s largo tiempo de lo que pensaban y que deber¨ªan abrir el abanico de los temas que les deber¨ªan ocupar. Su hom¨®logo del PP, Miguel Tellado, hasta pareci¨® reducir de pronto el nivel de sus recurrentes cataratas de invectivas contra el Gobierno para destacar este martes, tras registrar un proyecto de ley de conciliaci¨®n que present¨® como m¨¢s avanzado que cualquiera de izquierdas, que su partido es el que en realidad est¨¢ en buscar soluciones a los problemas de los ciudadanos porque el Gobierno de S¨¢nchez ¡°ni gobierna ni es progresista¡±. En esa l¨ªnea se ubica tambi¨¦n la anunciada ley de vivienda del PP que todav¨ªa no est¨¢ en tramitaci¨®n.
En el PSOE toman nota de esas intenciones del PP, pero no se les creen, por lo que han hecho los populares en el pasado, como destac¨® su portavoz, Patxi L¨®pez, y les piensan retratar en pr¨®ximas votaciones. En Sumar aceptan, sin embargo, que est¨¢n m¨¢s c¨®modos con esa actitud y estilo de oposici¨®n del PP y, en cualquier caso, avanzan que un debate monogr¨¢fico e ideol¨®gico sobre la vivienda ¡°es urgente, una emergencia social¡± y se tendr¨¢ que producir en las pr¨®ximas semanas ¡°porque tiene consenso social¡±. Se lo han aclarado al PSOE, y dicen que los socialistas les han entendido. Ahora se afanan en buscar la mejor f¨®rmula. Los socios y aliados del Ejecutivo querr¨ªan un pleno monogr¨¢fico. Han reclamado, incluso, una comparecencia de la ministra de Vivienda, Isabel Rodr¨ªguez, por apelar en unas declaraciones p¨²blicas a la solidaridad de los caseros y propietarios para contener los precios de los alquileres y le reprochan su ¡°inacci¨®n¡±. Todos esos socios han mostrado su solidaridad con la marcha ya convocada por el centro de Madrid para el domingo 13 por 30 asociaciones sociales y de inquilinos, bajo el lema ¡°La vivienda es un derecho, no un negocio¡±.
En Sumar, adem¨¢s, observan al PSOE consciente del problema social con la vivienda y de que puede ser determinante en esta legislatura, pero tambi¨¦n muy presionados por Junts, que logr¨® tumbar in extremis con el PP, Vox y UPN hace un par de semanas una proposici¨®n no de ley para intentar limitar los precios de los alquileres de temporada. Junts, y en menor medida el PNV, ya han mostrado varias veces su distanciamiento de las f¨®rmulas propuestas por la izquierda para frenar la escalada de precios de la vivienda. En ocasiones, alegando que las iniciativas invaden competencias auton¨®micas, y en otras ¡ªsobre todo en el caso de la formaci¨®n catalana¡ª que no protegen los intereses de los propietarios.
El partido de Carles Puigdemont hab¨ªa anunciado en primera instancia ante la PNL de Sumar que se abstendr¨ªa, lo que hubiese permitido que la propuesta fuese tramitada para empezarse a discutir con un solo voto de diferencia, pero minutos antes de la votaci¨®n decidi¨® rechazarla. Junts volvi¨® a echar por delante la defensa de los peque?os propietarios. Ese rechazo provoc¨® que d¨ªas despu¨¦s cientos de personas protestasen ante la sede del partido en Barcelona para reprocharle su voto en contra. El PNV vot¨® a favor, pero expres¨® numerosas reticencias sobre el contenido de la iniciativa y advirti¨® de que si sal¨ªa adelante intentar¨ªa modificarla sustancialmente. Durante el debate, su diputada Maribel Vaquero insisti¨® en las cr¨ªticas a la ley de vivienda promovida por el Gobierno y recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Ejecutivo vasco.
En la comisi¨®n parlamentaria de Vivienda, ambas formaciones han votado algunas veces con el PP en los ¨²ltimos meses. Junts y PNV, por ejemplo, refrendaron el pasado 19 de marzo su voto en contra de una proposici¨®n no de ley del PSOE que instaba a los ayuntamientos a aplicar la ley que impone precios m¨¢ximos en las llamadas zonas tensionadas por considerar tambi¨¦n que invad¨ªa competencias auton¨®micas. En ese caso, incluso ERC se opuso, no as¨ª EH Bildu.
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