El PSOE intenta cohesionar su base parlamentaria con la reforma de la ¡®ley mordaza¡¯
Seis a?os despu¨¦s, los socialistas acceden a las condiciones de sus aliados para culminar una vieja promesa incumplida
Seis a?os de tiras y aflojas, de conversaciones est¨¦riles y comisiones parlamentarias fallidas, han culminado en un acuerdo para llevar a la pr¨¢ctica una de las promesas electorales del PSOE m¨¢s largamente incumplidas. Los puntos m¨¢s controvertidos de la ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ley mordaza, aprobada por el PP en 2015, parecen condenados a la desaparici¨®n tras limarse las diferencias en las que hasta ahora hab¨ªan encallado todos los intentos, especialmente la eliminaci¨®n de las pelotas de goma como material antidisturbios. En un desenlace insospechado, la medalla final se la ha podido colgar EH Bildu, con quien han cerrado los socialistas y Sumar el acuerdo que se torn¨® imposible la pasada legislatura.
En un momento en que la oposici¨®n martillea a diario con la idea de que Pedro S¨¢nchez carece de mayor¨ªa parlamentaria para legislar, el Ejecutivo ha introducido un elemento susceptible de cohesionar a los grupos que apoyaron hace casi un a?o la investidura del l¨ªder socialista. Para ello, el PSOE ha cedido en el punto crucial en que se empantan¨® la negociaci¨®n parlamentaria en la anterior legislatura. Entonces formaciones como ERC, Junts y EH Bildu consideraban innegociable la prohibici¨®n de las pelotas de goma, que desde hace tiempo ya no son usadas por los cuerpos policiales de sus respectivas autonom¨ªas. Los socialistas solo estaban dispuestos como mucho a limitar su uso, nunca a eliminarlas. Se escudaban en la oposici¨®n del Ministerio del Interior y de los sindicatos de la polic¨ªa, que llegaron a organizar manifestaciones ante la posible reforma de la ley. Ahora acceden a su supresi¨®n, mientras que EH Bildu acepta que se haga de forma ¡°progresiva¡±. Seg¨²n la portavoz abertzale en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ser¨¢ el Gobierno quien deba presentar ahora el calendario para su sustituci¨®n por otro tipo de material ¡°menos lesivo¡±.
En otro de los asuntos que hab¨ªa impedido el acuerdo, las devoluciones en caliente de inmigrantes, hay cesiones por ambas partes. El Gobierno se compromete a estudiar en seis meses una reforma de la ley de extranjer¨ªa para reforzar el reconocimiento a los derechos de los inmigrantes que entran irregularmente solicitando asilo pol¨ªtico. Pero no se prev¨¦ ninguna prohibici¨®n expresa de las devoluciones en caliente, avaladas por la justicia europea y el Tribunal Constitucional.
En el PSOE, m¨¢s all¨¢ de los reproches que le volver¨¢n a llover desde la oposici¨®n y los sindicatos policiales, ha pesado la necesidad del Gobierno de promover una reforma legislativa de calado para dar satisfacci¨®n a sus socios ante la pr¨®xima negociaci¨®n presupuestaria. Y al tiempo combatir la imagen de debilidad parlamentaria, acrecentada tras la decisi¨®n de retirar por ahora la propuesta de la senda de d¨¦ficit p¨²blico para el pr¨®ximo a?o ante el rechazo de Junts. ¡°Hoy es un gran d¨ªa¡±, convinieron los responsables parlamentarios de EH Bildu y Sumar. El portavoz de Justicia de esta ¨²ltima formaci¨®n, Enrique Santiago, interpret¨® el acuerdo como la prueba de que habr¨¢ una ¡°legislatura larga¡±, una vez que se consume lo que era ¡°una de sus grandes prioridades¡±. Como se?al¨® el diputado abertzale Jon I?arritu, ¡°la ley mordaza ha estado vigente m¨¢s tiempo con mayor¨ªas progresistas y plurinacionales que con gobiernos del PP¡±.
El Gobierno ya hab¨ªa incluido en el plan de ¡°regeneraci¨®n democr¨¢tica¡±, aprobado hace dos semanas por el Consejo de Ministros, la supresi¨®n de algunos puntos de la cuestionada ley, como la prohibici¨®n de tomar im¨¢genes de polic¨ªas. En el resto no entr¨® a la espera de que culminasen las conversaciones que manten¨ªan discretamente con EH Bildu. Aizpurua, antes de su comparecencia en la ma?ana de este jueves en el Congreso, llam¨® uno a uno a los grupos de la ¡°mayor¨ªa plurinacional¡± y extrajo una ¡°impresi¨®n positiva¡±. ERC y PNV ya han anunciado que suscribir¨¢n la iniciativa, plasmada en una proposici¨®n de ley.
El ¨²nico que expres¨® una valoraci¨®n negativa fue Podemos, cuyos cuatro diputados son decisivos para una reforma que requiere de mayor¨ªa absoluta al tratarse de una ley org¨¢nica. Su portavoz, Pablo Fern¨¢ndez, tild¨® el acuerdo de ¡°insuficiente¡± y puso en duda que se vayan a prohibir las pelotas de goma. Enrique Santiago, su antiguo compa?ero de coalici¨®n, no quiso entrar al choque, pero advirti¨® de que ¡°una fuerza que se diga de izquierda¡± no puede frustrar una reforma ¡°para la que no va a haber muchas m¨¢s oportunidades¡±.
Junts, el sempiterno d¨ªscolo, se mostr¨® m¨¢s ambiguo. Record¨® que siempre ha estado a favor de acabar con esta ¡°ley represiva¡±, pero insisti¨® en que no firma ¡°contratos de adhesi¨®n¡± y que habr¨¢ que negociar con ellos. En el grupo parlamentario de la formaci¨®n reconocen que lo pactado con EH Bildu coincide b¨¢sicamente con las posiciones defendidas por ellos en la pasada legislatura. As¨ª lo subrayaron tambi¨¦n en privado portavoces de otras fuerzas. Pero el partido de Carles Puigdemont resulta tan imprevisible que, a pesar del optimismo entre las fuerzas que apoyan al Gobierno, nadie da nada por definitivo.
Lo pactado entre PSOE, Sumar y EH Bildu se parece mucho a las enmiendas presentadas conjuntamente por la formaci¨®n vasca y ERC en la anterior legislatura. As¨ª que el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufi¨¢n, se apresur¨® a celebrar el anuncio. Tanto la formaci¨®n catalana como el PNV a?adir¨¢n su firma a la proposici¨®n que probablemente este mismo viernes se registre en el Congreso.
Los nacionalistas vascos fueron el primer grupo, hace ya seis a?os, que promovieron en la C¨¢mara la reforma de la ley. Y en el anterior y frustrado intento estaban dispuestos a cerrar el acuerdo que embarranc¨® por la negativa de ERC y EH Bildu a ceder, entre otras cosas, en la inmigraci¨®n y el material antidisturbios. Pese a adherirse a la propuesta, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, advirti¨® de que se reserva el derecho a enmendar el texto posteriormente. La formaci¨®n jeltzale, que tiene a su mando la Ertzantza, desconf¨ªa de uno de los aspectos acordados: rebajar la discrecionalidad de los polic¨ªas para sancionar a los ciudadanos por desobediencia. ¡°El principio de autoridad debe mantenerse, es fundamental¡±, afirm¨® Esteban.
Los grupos promotores esperan que la proposici¨®n pase cuanto antes el primer tr¨¢mite en el pleno. Santiago incluso se atrevi¨® a vaticinar que la reforma podr¨ªa quedar resuelta antes de final de a?o.
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