La reforma de la ¡®ley mordaza¡¯ pasa el primer tr¨¢mite, pero apunta a un dif¨ªcil encaje
Junts y Podemos advierten de que no ceder¨¢n en sus exigencias, mientras el PP afirma que ¡°en Espa?a la ley la hacen los delincuentes¡±
Patin¨® en 2019, zozobr¨® en 2023 y emprende una nueva singladura en 2024 sin ninguna garant¨ªa de que acabe alcanzando tierra firme. La reforma de la ley mordaza aglutin¨® este martes a las fuerzas que otorgaron la investidura a Pedro S¨¢nchez y pas¨® el primer tr¨¢mite, su toma en consideraci¨®n por el pleno del Congreso. Pero el proceso que se abre a partir de ahora -la redacci¨®n del texto definitivo- se presenta cargado de inc¨®gnitas. Las dos fuerzas m¨¢s resbaladizas de ese bloque de investidura, Junts y Podemos, apoyaron poner en marcha el proceso, tras descalificar lo que consideran una propuesta demasiado t¨ªmida. Josep Pag¨¨s, de la formaci¨®n independentista, no lo pudo dejar m¨¢s n¨ªtido: si no se aceptan sus exigencias, ¡°ser¨¢ muy dif¨ªcil que el tr¨¢mite de la ley llegue a buen puerto¡±.
Es la tercera vez que la reforma de la controvertida ley de Seguridad Ciudadana del PP, a punto ya de cumplir 10 a?os, se pone en marcha en el Congreso. En 2019 se frustr¨® por la disoluci¨®n anticipada de las Cortes. Y el a?o pasado, porque el acuerdo sobre el texto entre PSOE, Unidas Podemos y PNV fue rechazado, al considerarlo insuficiente, por ERC, Junts, EH Bildu y BNG.
El camino parec¨ªa despejado esta legislatura despu¨¦s de que, hace un mes, las dos formaciones del Gobierno llegasen a un pacto con EH Bildu, al que posteriormente se sumaron ERC, PNV y BNG, las fuerzas que presentaron conjuntamente la propuesta sometida al debate inicial este martes. El acuerdo parec¨ªa sortear algunos de los puntos que frustraron la reforma en la anterior legislatura. Los resumi¨® ante el pleno el diputado abertzale Jon I?arritu: reduce el margen de ¡°arbitrariedad¡± de las fuerzas de seguridad para imponer sanciones por falta de respeto, resistencia y desobediencia, as¨ª como la cuant¨ªa de las multas; establece la eliminaci¨®n progresiva de las pelotas de goma como material antidisturbios y remite a una futura reforma de la ley de extranjer¨ªa para limitar las devoluciones en caliente en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla.
En su defensa de la propuesta, el socialista David Serrada proclam¨® que se trata de acabar con los m¨¢s aspectos m¨¢s lesivos de una de una ley con la que el Gobierno de Mariano Rajoy quiso imponer ¡°un mayor control pol¨ªtico de la protesta social¡±. Tanto ¨¦l como Enrique Santiago, de Sumar, destacaron otros aspectos, como la retirada de las restricciones al ejercicio del derecho de manifestaci¨®n. Santiago dirigi¨® un mensaje inequ¨ªvoco a las fuerzas m¨¢s reticentes dentro de la mayor¨ªa de investidura: ¡°Esta es la ¨²ltima oportunidad para la reforma y no tenemos excusa para dejarla pasar¡±.
La tribuna de invitados estaba repleta de representantes de sindicatos de polic¨ªa y asociaciones profesionales de la Guardia Civil, que previamente se hab¨ªan concentrado en la calle para protestar contra el cambio legal. Para ellos tambi¨¦n tuvo un mensaje el portavoz de Justicia de Sumar: ¡°No sean utilizados por la extrema derecha¡±.
El PNV record¨®, por boca de Mikel Legarda, que, pese a suscribir la propuesta, no particip¨® en la gestaci¨®n del acuerdo y por tanto presentar¨¢ sus enmiendas. Tambi¨¦n lo anunci¨® otro de los firmantes, N¨¦stor Rego, del BNG, que, m¨¢s en¨¦rgico, propugn¨® ¡°cambios significativos¡±. Hasta que llegaron Podemos y Junts para subir el list¨®n unos cuantos metros.
¡°No hay nada m¨¢s parecido a un ministro del Interior del PP que un ministro del Interior del PSOE¡±, abri¨® fuego Martina Velarde, de Podemos. Y en un gesto ins¨®lito hasta ahora, se permiti¨® reconvenir a ERC y EH Bildu por sostener a ¡°un Gobierno que solo hace cosas de derecha¡±. Velarde critic¨® que no se establezca la eliminaci¨®n definitiva de las devoluciones en caliente ni de las pelotas de goma. Este ¨²ltimo asunto fue esgrimido tambi¨¦n por Pag¨¨s, quien argument¨® que la propuesta ¡°ni deroga ni replantea los fundamentos antidemocr¨¢ticos de la ley¡±. ¡°No aceptamos el chantaje de la adhesi¨®n total o nada¡±, avis¨® el diputado de Junts antes de anunciar que, al igual que Podemos, su grupo apoyar¨ªa la toma en consideraci¨®n, sin ning¨²n compromiso posterior.
Cualquier duda sobre el alcance de las intenciones del PP qued¨® disipada al comparecer en el atril su m¨¢s arrolladora fuerza de choque: Miguel Tellado. El portavoz parlamentario anda estos d¨ªas entregado a la denuncia de la corrupci¨®n y por ah¨ª arranc¨® su discurso. Con una novedosa teor¨ªa: Pedro S¨¢nchez sab¨ªa desde el a?o pasado que se le ven¨ªa encima el caso ?balos y convoc¨® las elecciones para poder ¡°parapetarse tras la Fiscal¨ªa y la Abogac¨ªa del Estado¡±. Entre constantes alusiones a ETA, Tellado manifest¨® que el Gobierno est¨¢ ¡°secuestrado¡± por ¡°algunos que saben mucho de secuestros¡±, esto ¨²ltimo pronunciado mientras se?alaba con el dedo los esca?os de EH Bildu. Relacionando esta reforma con la amnist¨ªa a los independentistas catalanes, denunci¨® que ¡°en Espa?a la ley la hacen los delincuentes¡±. Y una perla m¨¢s en medio de un torrente inabarcable: ¡°Ustedes le quitan las esposas a los delincuentes para pon¨¦rselas a las Fuerzas de Seguridad¡±.
Con ese discurso, poco margen le quedaba a Vox para hacerse o¨ªr. Tras la calentura que dej¨® Tellado en el hemiciclo, las denuncias del diputado ultra Ignacio Hoces sobre la ¡°traici¨®n¡± de S¨¢nchez a las fuerzas de seguridad para entregarse a los ¡°herederos pol¨ªticos de ETA¡± sonaron hasta templadas. Quien logr¨® agitar los esca?os populares fue I?arritu. El diputado abertzale replic¨® a Tellado que tambi¨¦n el PP le pide a veces el voto a su grupo. Ante el murmullo de protesta que brot¨® de la bancada popular, I?arritu exclam¨®: ¡°?Qu¨¦ se apuestan a que tengo mensajes de ustedes pidi¨¦ndonos el voto?¡±. La mayor¨ªa que apoya al Gobierno volvi¨® a unirse, esta vez en un aplauso espont¨¢neo.
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