Renace el Caf¨¦ de Chinitas en M¨¢laga: de Lorca a Picasso y La Ni?a de los Peines
Uno de los establecimientos m¨¢s enraizados en la memoria colectiva de la ciudad vuelve a abrir sus puertas para ampliar una historia que se funde con la leyenda
Un cuadro con las nueve maneras de tomar el caf¨¦ en la ciudad. Una estatua de Federico Garc¨ªa Lorca. Las columnas originales de un viejo convento. Un piano. Y una publicaci¨®n con las fotograf¨ªas de las ¨²ltimas trabajadoras sexuales de un lugar en cuyos muros rehabilitados a¨²n resuena el eco del cante de La Ni?a de los Peines o flamencos como Juan Breva. El nuevo Caf¨¦ de Chinitas, abierto hace pocas semanas en el centro hist¨®rico de M¨¢laga, ha devuelto a la vida uno de los espacios m¨¢s m¨ªticos y asentados en la memoria colectiva local. Alberti, Picasso, Altolaguirre, Prados o Dal¨ª son algunos de los nombres que se ligan tambi¨¦n a un establecimiento donde historia y leyenda borran sus l¨ªmites.
El local ha sido impulsado por el Grupo Lapaz, compa?¨ªa fundada por Adolfo Lapaz tras forjar un imperio gracias a la industria tur¨ªstica. La empresa adquiri¨® en 2018 el edificio, a un paso de la plaza de la Constituci¨®n, para impulsar una decena de apartamentos tur¨ªsticos ¡ªabiertos en 2020¡ª y dar vida, ahora, al legendario Caf¨¦ de Chinitas. ¡°Queremos recuperar una parte de la historia de la ciudad. Nos parece importante. M¨¢s a¨²n cuando se est¨¢ perdiendo tanta identidad¡±, explica Manuel Medina, gerente del establecimiento ¡ªque cuenta con 25 empleados¡ª mientras recuerda la desaparici¨®n hace apenas un par de a?os del hist¨®rico Caf¨¦ Central, hoy sustituido por un pub sueco. Es el camino de otros muchos otros bares y comercios tradicionales que han dado paso a franquicias en los ¨²ltimos a?os a causa de la gentrificaci¨®n y la turistificaci¨®n de la capital.
Abierto en 1857 sobre el antiguo convento de las Agustinas Descalzas y clausurado en 1937 ¡ªen plena desband¨¢ tras el inicio de la Guerra Civil y por orden del obispo Santos Olivera¡ª su primer nombre fue Caf¨¦ Casino Malague?o y, el ¨²ltimo, Caf¨¦ Royal. Entre medias, la realidad del Caf¨¦ de Chinitas se funde con facilidad con el mito, quiz¨¢ de la mano del vino de misa que corr¨ªa en sus fiestas, espect¨¢culos teatrales, de variedades y hasta er¨®ticos, o las celebraciones de carnaval y sus bailes.
Hay personajes y an¨¦cdotas que van y vienen, pero los especialistas est¨¢n de acuerdo en que si su nombre es a¨²n recordado se debe a su papel como epicentro del flamenco cuando este arte todav¨ªa no hab¨ªa sido reconocido ni popularizado. Por su peque?o escenario pasaron algunas de los mejores artistas: La Trini, Juan Breva, Chac¨®n, Rita Ortega. Tambi¨¦n Pastora Pav¨®n, conocida como La Ni?a de los Peines y una de las voces m¨¢s aclamadas de la historia.
¡°All¨ª estuvieron muchas de las figuras fundamentales del flamenco entre finales del siglo XIX y principios del XX¡±, confirma el historiador V¨ªctor Heredia. ?l pone en duda el m¨ªtico encuentro entre Picasso y Dal¨ª que, se supone, tuvo lugar en el viejo Caf¨¦ de Chinitas. Y lo hace con fechas: la ¨²ltima vez que Picasso viaj¨® a M¨¢laga fue entre diciembre de 1900 y enero de 1901, como reconocen desde el Museo Casa Natal del artista. Mientras que Dal¨ª naci¨® en 1904. ¡°No cuadra¡±, subraya Heredia, tambi¨¦n profesor de la Universidad de M¨¢laga, que sostiene que el Caf¨¦ de Chinitas ¡ªdonde se tomaba desde vino de misa a las muchas variedades de vinos dulces malague?os¡ª s¨ª fue un punto de encuentro de los miembros de la Generaci¨®n del 27.
Un poema inmortal
El tambi¨¦n historiador Fernando Alonso escribe en el libro Enamorados del para¨ªso, publicado en noviembre de 2023, acerca de una noche de juerga que all¨ª pasaron Salvador Dal¨ª, Gala, Jos¨¦ Mar¨ªa Hinojosa, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, en la que los artistas que hab¨ªa en el escenario ¡°montaron un jolgorio y una fiesta apote¨®sica¡±. Tambi¨¦n pas¨® por all¨ª Federico Garc¨ªa Lorca, que en los a?os veinte del siglo pasado viaj¨® varias veces a M¨¢laga de vacaciones. ¡°En el caf¨¦ de Chinitas dijo Paquiro a su hermano: ¡°Soy m¨¢s valiente que t¨², m¨¢s torero y m¨¢s gitano¡±, dej¨® escrito el granadino ¡ªhoy cliente fijo en forma de estatua de bronce¡ª para hacer m¨¢s grande a¨²n la leyenda del lugar, que llegar¨ªa a dar nombre incluso al pasaje donde se ubicaba. ¡°Ese poema lo hizo inmortal. Y que despu¨¦s se rodara una pel¨ªcula [dirigida por Gonzalo Delgr¨¢s y protagonizada por Antonio Molina y Rafael Farina] y se abriera un local flamenco en Madrid con su nombre, indican que traspas¨® las fronteras locales¡±, se?ala Heredia.
Hoy queda poco del original, pero la esencia sigue ah¨ª, como las antiguas columnas del convento que se han situado en c¨ªrculo para formar parte de una barra con aspecto de sombrero cordob¨¦s ¡ªdise?ada por Eduardo Criado¡ª que se levanta donde antes estaban los palcos para ver los espect¨¢culos. Los muros tambi¨¦n se mantienen, con un tratamiento de conservaci¨®n. Se ha recuperado el dise?o y color de los azulejos. Y se ha instalado un piano que aqu¨ª animan a tocar a cambio de una invitaci¨®n a la bebida.
¡°Queremos que la gente se lance, recuperar ese ambiente que aqu¨ª siempre hubo. Y nos gustar¨ªa tambi¨¦n impulsar actuaciones de flamenco y tertulias literarias¡±, destaca Manuel Medina. El gerente del establecimiento tambi¨¦n subraya que aqu¨ª se tuesta caf¨¦ a diario y se elabora en una m¨¢quina adquirida a un artesano en Italia. Se?ala que hay casi un centenar de vinos y verm¨²s que se pueden tomar por copas, c¨®cteles variados y que se puede comer y tapear, tanto en barra como en mesa: callos, boquerones en vinagre, tortilla, pipirrana, caracoles, berenjenas fritas. ¡°Queremos que sea un sitio para los malague?os. Por supuesto est¨¢ abierto a cualquiera, pero para nosotros ser¨ªa un fracaso que solo vinieran turistas¡±, concluye Medina.