La masacre de ¡®La Desband¨¢¡¯ de M¨¢laga a Almer¨ªa ser¨¢ reconocida como Lugar de Memoria Democr¨¢tica
El Gobierno inicia el tr¨¢mite para declarar la huida y matanza de republicanos en 1937 en la carretera que une ambas ciudades como un hecho de singular relevancia hist¨®rica
¡°De M¨¢laga a Almer¨ªa hay m¨¢s de 250 kil¨®metros, todo al borde del mar por la derecha y, por la izquierda, los montes. Yo sal¨ª de M¨¢laga la noche del 7. ?bamos en grupo, mis padres, mis hermanos, la familia de mi novio Luis, que era el secretario de organizaci¨®n del PCE en M¨¢laga, que estaba en el frente, y la madre y hermana de uno de mis camaradas, que se llamaba Manrique. Llev¨¢bamos la ropa puesta, una bolsa con un pan y una tableta de chocolate. Era much¨ªsima gente la que marchaba entre gritos, llantos y nombres... porque nos llam¨¢bamos para no perder el contacto. Pronto nos dimos cuenta de que perdimos a la familia de Luis y ya no la encontramos. La noche fue de terror. La oscuridad, el cansancio y la desesperaci¨®n nos acompa?¨® y al amanecer los barcos empezaron a ca?onear la carretera, ensa?¨¢ndose en algunos lugares que dificultaban nuestra marcha y la carretera fue cortada por muchos sitios. Si nos desvi¨¢bamos para evitar el ca?oneo, entonces nos bombardeaban los aviones¡±.
As¨ª guardaba Lina Molina Rivero en su memoria el 7 de febrero de 1937 cuando, muchos a?os despu¨¦s, en 2001, se lo cont¨® a su hija, quien lo puso por escrito. Aquella noche de horror comenz¨® La Desband¨¢, una huida masiva a pie de M¨¢laga a Almer¨ªa en la que muchos fueron asesinados y no llegaron a ning¨²n destino. Otros, en cambio, tardaron a?os en encontrar la paz o su destino apareci¨® a miles de kil¨®metros del punto de partida. Cambiando nombres, parentescos y alg¨²n detalle concreto, la de Lina es la historia de miles de malague?os y gente de la sierra de C¨¢diz, del Campo de Gibraltar y de la sierra sur de Sevilla que llegaron a M¨¢laga huyendo de los soldados fascistas sublevados.
Estos republicanos de origen diverso se agruparon en la capital malague?a en una cantidad que fluct¨²a, seg¨²n los investigadores, entre 120.000 y 300.000. El asedio a M¨¢laga se volvi¨® insostenible aquella noche y, acosados por los bombardeos fascistas de Queipo de Llano y los ca?onazos de los barcos desde el mar, comenz¨® la marcha a Almer¨ªa, zona republicana aquel mes de febrero. Entre 3.000 y 5.000 personas murieron en aquel viaje de horror. Ahora el Gobierno ha iniciado el tr¨¢mite para declarar esos hechos, y los lugares por los que transcurri¨®, Lugar de Memoria Democr¨¢tica.
La Ley de Memoria Democr¨¢tica aprobada en 2022 define un Lugar de Memoria Democr¨¢tica como el ¡°espacio, inmueble, paraje o patrimonio cultural inmaterial o intangible en el que se han desarrollado hechos de singular relevancia por su significaci¨®n hist¨®rica, simb¨®lica o por su repercusi¨®n en la memoria colectiva, vinculados a la memoria democr¨¢tica, la lucha de la ciudadan¨ªa espa?ola por sus derechos y libertades, la memoria de las mujeres, as¨ª como con la represi¨®n y violencia sobre la poblaci¨®n como consecuencia de la resistencia al golpe de Estado de julio de 1936, la Guerra, la Dictadura, el exilio y la lucha por la recuperaci¨®n y profundizaci¨®n de los valores democr¨¢ticos¡±.
Algunos espacios de este recorrido ya est¨¢n clasificados como tal pero, en este caso, explica el secretario de Estado de Memoria Democr¨¢tica, Fernando Mart¨ªnez L¨®pez, adem¨¢s de nuevos espacios concretos, la declaraci¨®n se ampl¨ªa a ¡°a elementos inmateriales como son los hechos, el ¨¦xodo, la persecuci¨®n y la masacre de lo que se conoce como La Desband¨¢¡±.
El inicio del tr¨¢mite tiene fecha de 14 de febrero y en unos meses, un a?o como m¨¢ximo, el propio secretario de Estado firmar¨¢ la declaraci¨®n definitiva. La incoaci¨®n del expediente supone ya una protecci¨®n inmediata, con la obligaci¨®n de conmemorar y difundir lo ocurrido. Eso es lo que ya est¨¢ ocurriendo en el Fuerte o Castillo de Carchuna (Granada), uno de los 10 espacios de la N-340, entre M¨¢laga y Granada, que en breve ser¨¢n hitos de la memoria hist¨®rica.
El fuerte acoge ya la exposici¨®n permanente La Desband¨¢. 1937. De M¨¢laga a los Pirineos, reci¨¦n inaugurada por el ministro de Pol¨ªtica Territorial y Memoria Democr¨¢tica, ?ngel V¨ªctor Torres, que record¨® esa huida como ¡°la primera gran movilizaci¨®n de poblaci¨®n en tiempos de guerra antes de la Segunda Guerra Mundial¡±.
La exposici¨®n, comisariada por las profesoras de Historia Moderna y Contempor¨¢nea de la Universidad de M¨¢laga Luc¨ªa Prieto Borrego y Encarnaci¨®n Barranquero Texeira, muestra numerosos documentos, testimonios y una serie de fotograf¨ªas. El alcalde de Carchuna-Calahonda, el socialista Juan Alberto Ferrer, cree fundamental contar con espacios como este para divulgar ¡°la historia como fue, no como nos la contaron¡±. Es el cat¨¢logo de esta muestra el que recoge el testimonio de Molina Rivero transcrito por su hija.
Mucho m¨¢s all¨¢ de Almer¨ªa
Hasta ahora, la historia de La Desband¨¢ se ha circunscrito casi siempre a lo ocurrido en esos d¨ªas y semanas en la carretera de M¨¢laga a Almer¨ªa. Pero aquello no deja de ser solo la primera etapa de un viaje infernal. Barranquero, una de las primeras investigadoras de esta masacre, recuerda que ¡°a Almer¨ªa llegaron decenas de miles de personas que no pod¨ªan quedarse en la ciudad, as¨ª que los republicanos almerienses organizaron traslados al norte y llegaron a Murcia, Valencia, Castell¨®n y hasta Catalu?a¡±. A partir de ah¨ª, el avance de las tropas fascistas volvi¨® a empujarlos y algunos se fueron a Francia al exilio. De ah¨ª que la muestra cite en el t¨ªtulo los Pirineos.
Fernando Mart¨ªnez, que adem¨¢s de secretario de Estado de Memoria Democr¨¢tica es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Almer¨ªa, ha investigado sobre el exilio de los andaluces de 1939. Y sus datos confirman que el sufrimiento de quienes vivieron La Desband¨¢ no termin¨® en pocos d¨ªas ni semanas. ¡°El 37% de los andaluces en los campos de concentraci¨®n de Francia hab¨ªan vivido la masacre¡±, cuenta. Algunos de ellos fueron incluso ¡°trasladados a campos de concentraci¨®n en las colonias francesas del norte de ?frica¡±. Incluso parte del contingente, conocido como los ni?os de Rusia, estaba formado por evacuados llegados desde Almer¨ªa a Valencia desde donde, en barco, partieron aquel mismo a?o hacia la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Lina Molina Rivero, la mujer que narr¨® a su hija aquella primera y terrible noche, es un ejemplo de quienes transitaron de M¨¢laga a m¨¢s all¨¢ de los Pirineos. Primero, de M¨¢laga lleg¨® a Almer¨ªa, donde pas¨® unos meses. Luego, la llevaron al pueblo murciano de Espinardo y, de ah¨ª, se traslad¨® a Valencia. ¡°All¨ª s¨ª se dejaba sentir la guerra¡±, cont¨®, y junto a su madre y hermana cogi¨® el ¨²ltimo tren que sali¨® de Valencia hacia Barcelona. De all¨ª, a Pl¨¢ de Cad¨ª, en Lleida. En los primeros meses de 1939, lleg¨® a Francia. All¨ª termin¨® un viaje tremendo de dos a?os, un viaje que ahora se reconoce como un hito de la Memoria Democr¨¢tica.
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