El bloque de 184 viviendas sociales de Valencia al que deb¨ªan trasladarse afectados por la dana tiene los s¨®tanos inundados

La Torre vuelve a la vida. La pedan¨ªa al sur de Valencia, que es la puerta de entrada a los dem¨¢s pueblos devastados por la dana del 29 de octubre, empieza a retomar poco a poco algo que ya se parece m¨¢s a la vida cotidiana. Las barber¨ªas han vuelto a abrir, un restaurante en la calle principal de nuevo sirve almuerzos y los trabajadores de las empresas de limpieza y desatascos que campean por el barrio se sientan a tomar una ca?a al filo de la tarde. Vecinos y voluntarios terminan de sacar, por su cuenta, el lodo de los garajes de varias fincas. Pero, parad¨®jicamente, uno de los bloques que 28 d¨ªas despu¨¦s de la debacle tiene uno de sus s¨®tanos todav¨ªa anegados es el que est¨¢ destinado a quienes perdieron sus casas, precisamente, por las inundaciones.

El bloque se levanta con imponencia a la orilla de la carretera de Alba que conduce hacia Paiporta. Es una edificaci¨®n de dos torres ¡ªuna de 21 plantas y otra de 15¡ª unidas por un z¨®calo de cuatro plantas. En total, tiene 184 viviendas, que van entre los 48 y los 89 metros cuadrados, con uno, dos o tres dormitorios. El edificio empez¨® a construirse, en realidad, en 2008, como parte de un sue?o en La Torre que se llam¨® Soci¨®polis. Era un proyecto urban¨ªstico del entonces gobierno del PP, que al a?o siguiente de la crisis inmobiliaria que sacudi¨® Espa?a, y en especial la Comunidad Valenciana, mand¨® al suelo. La edificaci¨®n, entonces, qued¨® paralizada y por casi una d¨¦cada su esqueleto se mantuvo all¨ª abandonado, acumulando grafitis.

Despu¨¦s de 2018 se reactivaron las labores necesarias para culminar las obras y lograr que el edificio pudiera habilitarse para el fin con el que hab¨ªa sido concebido: viviendas p¨²blicas para alquiler, protegidas del mercado salvaje de la vivienda que tiene el precio del alquiler en Valencia y otras ciudades espa?olas por los aires. La licencia se obtuvo a finales de 2021 y la construcci¨®n continu¨®, en un proyecto financiado en parte por la Generalitat (64%) y en parte con recursos de los fondos Next Generation de la Uni¨®n Europea (36%). En total, una inversi¨®n de 23,5 millones de euros.

Seis d¨ªas antes de la riada que golpe¨® con fuerza La Torre ¡ªy que en un mismo garaje de este barrio mat¨® a siete personas¡ª la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVHA), a cargo del edificio, hab¨ªa publicado que, por fin, en noviembre, iniciar¨ªa la adjudicaci¨®n de las viviendas. La mitad de ellas (92) ir¨ªan para j¨®venes, 30 para familias numerosas, 19 para v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, 16 para familias monoparentales, 10 para personas mayores de 60 a?os, otras 10 para personas con discapacidad. Las siete restantes no tendr¨ªan una reserva espec¨ªfica. Los alquileres ir¨ªan desde los 292 euros hasta los 506 euros. Entonces vino el tsunami. La tromba pas¨® briosa y aneg¨® las instalaciones.

El paso de la riada en la provincia, seg¨²n las cifras que ha hecho p¨²blicas la Consejer¨ªa de Vivienda de la Generalitat, dej¨® 2.147 viviendas perdidas: 491 desalojadas y 1.656 que ya no cumplen las condiciones m¨ªnimas de habitabilidad. Entonces apareci¨® el edificio de La Torre como una alternativa para estas familias. Seg¨²n la EVHA, el costo de reparar las afectaciones en el bloque es de 894.000 euros.

28 d¨ªas despu¨¦s, el segundo s¨®tano del bloque sigue con m¨¢s de 20 cent¨ªmetros de agua empozada. El martes, decenas de trabajadores vinculados a la empresa a cargo de la obra, Dragados S.A., trataban de achicar el agua con bombas. Uno de ellos contaba a las puertas del edificio que est¨¢n tratando de habilitar al menos una de las torres para la semana entrante, cuando ya habr¨¢ pasado un mes desde la tragedia. Todav¨ªa no hay luz en todo el bloque. Este diario ha intentado hablar tambi¨¦n con un responsable de la EVHA, sin ¨¦xito.

El lunes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, hab¨ªa exigido a la Generalitat un plan concreto para desatascar el agua en los s¨®tanos de los edificios privados en las localidades afectadas, que mientras tanto han ido limpiando los propios vecinos con la ayuda de los voluntarios. Esto, porque las labores hab¨ªan priorizado las edificaciones p¨²blicas. Pero en este bloque, a¨²n siendo p¨²blico, el fango todav¨ªa no sale del s¨®tano.