Los obst¨¢culos de Feij¨®o para intentar una moci¨®n de censura con Junts
La interlocuci¨®n con Puigdemont en Waterloo, las condiciones que exige el ¡®expresident¡¯ o los recelos internos en el PP se interponen en esa hipot¨¦tica operaci¨®n para echar a S¨¢nchez
?Presentar¨¢ el PP en alg¨²n momento una moci¨®n de censura contra Pedro S¨¢nchez con el apoyo de Junts y Vox? La pregunta sobrevuela el arranque del a?o pol¨ªtico alimentada por el tira y afloja de Carles Puigdemont con el PSOE ¨Deste viernes, el l¨ªder de Junts ¡°suspendi¨®¡± sus negociaciones¨D y por el propio Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que se ha abierto a explorar esa v¨ªa para intentar desalojar al presidente socialista del poder. La hipot¨¦tica operaci¨®n est¨¢ ¡°muy verde¡±, afirman a EL PA?S fuentes de la direcci¨®n del PP. ¡°No hay nada¡±, insisten en la c¨²pula del partido, donde niegan haber abierto contactos con Junts para promoverla ni tampoco tener intenci¨®n de hacerlo, aunque s¨ª para tratar de romperle al Gobierno m¨¢s votaciones en el Congreso con medidas concretas que pueda apoyar Junts.
¡°No vamos a tener una actitud activa¡±, dice el PP sobre esa eventual moci¨®n de censura ¨Den principio, instrumental, solo para convocar elecciones¨D que Vox ha ofrecido a Feij¨®o. La aritm¨¦tica parlamentaria permitir¨ªa que la iniciativa prosperara en caso de sumar los votos del PP (137), los de Vox (33) y Junts (7), que superar¨ªan en uno los esca?os de la mayor¨ªa absoluta (177). Pero un movimiento pol¨ªtico de ese calado tendr¨ªa que afrontar multitud de obst¨¢culos y riesgos que, de momento, alejan su viabilidad.
La interlocuci¨®n con Puigdemont en Waterloo. El PP rechaza cualquier conversaci¨®n con el l¨ªder de Junts fuera de Espa?a, como este reclama, ya que tiene su residencia en B¨¦lgica tras huir de la justicia espa?ola en 2017. El expresident ha exigido al PSOE este viernes una reuni¨®n extraordinaria en Suiza, con el verificador internacional, algo que los populares critican a los socialistas. La vicesecretaria del PP Ester Mu?oz reconoci¨® esta semana las dificultades de su formaci¨®n para hablar con el l¨ªder de Junts. ¡°Es complicado, el se?or Puigdemont est¨¢ en Waterloo y nosotros en Espa?a¡±.
El PP ha recurrido la ley de amnist¨ªa pendiente de aplicar a Puigdemont. El l¨ªder de Junts reclama un cumplimiento efectivo de la amnist¨ªa aprobada por el PSOE, que los jueces han rehusado aplicarle, y sostiene que las trabas no son solo judiciales, tambi¨¦n pol¨ªticas. El PP ha recurrido la ley ante el Tribunal Constitucional. Los populares se han manifestado, adem¨¢s, ¡°radicalmente en contra¡± de la transferencia de las competencias en inmigraci¨®n a la Generalitat que Junts reclama al PSOE y a la implantaci¨®n del catal¨¢n en las instituciones europeas, cuyo fracaso Puigdemont atribuye precisamente a la presi¨®n del PP en Europa para hacerlo inviable.
Algunas tribunas period¨ªsticas alientan la idea de que el PP estar¨ªa en condiciones de garantizar a Puigdemont que los jueces s¨ª le aplicaran la amnist¨ªa a cambio de su apoyo a Feij¨®o, por un supuesto favor de jueces conservadores. Pero el PP tambi¨¦n lo niega. ¡°El se?or Puigdemont se equivoca si piensa eso porque el PP no controla el Tribunal Supremo. Ni ning¨²n ¨®rgano judicial¡±, zanj¨® Ester Mu?oz.
Las reticencias internas del PP. Importantes sectores del partido, como el PP de Madrid, el de Catalu?a y el de Andaluc¨ªa, tienen recelos a esa hipot¨¦tica operaci¨®n. ¡°Lo que hay que preguntarse es si hay negociaciones. Yo lo desconozco, no me corresponde a m¨ª valorarlo¡±, dijo esta semana Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de Madrid, marcando distancias. La clave son las condiciones que Junts pone encima de la mesa al PSOE, que son inasumibles para el PP. El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, cree que Feij¨®o no pactar¨ªa ¡°a cualquier precio¡±. Si las condiciones de Junts ¡°no fueran aceptables, que supongo que no lo son, pues no podr¨¢ ser¡±.
Fuentes de la direcci¨®n del PP recuerdan que, en su investidura fallida, Feij¨®o se abri¨® al apoyo de todos los grupos, salvo Bildu. El PP explor¨® entonces el respaldo de Junts pero, seg¨²n el l¨ªder del PP, no logr¨® ser investido presidente porque no acept¨® sus condiciones. ?Piensa el PP que Puigdemont plantear¨ªa ahora otras, o ninguna condici¨®n, para apoyar una moci¨®n de censura que investir¨ªa a Feij¨®o? ¡°El PP no se lleva a enga?o¡±, contestan en la c¨²pula del PP.
El PP ha pedido en el Congreso que se disuelvan los partidos independentistas. En enero del a?o pasado, el PP registr¨® en el Congreso una propuesta que planteaba la disoluci¨®n de los partidos que promuevan declaraciones de independencia o un refer¨¦ndum ilegal, una iniciativa que pon¨ªa sobre la mesa el debate sobre la ilegalizaci¨®n de Junts. Feij¨®o ha defendido este pasado diciembre que Puigdemont deber¨ªa ser detenido.
Los recelos de Junts, aunque Vox s¨ª se presta. El PP cuenta con la disposici¨®n de la extrema derecha para presentar una moci¨®n de censura ¡°para ir a elecciones y sin cesiones al separatismo¡±, dijo Santiago Abascal. Pero Junts ya ha expresado sus reservas. ¡°Por la ma?ana te piden que les ayudes, y por la tarde te quieren preso. No, ni nos lo hemos planteado¡±, ha afirmado el secretario general de Junts, Jordi Turull, sobre un posible trato de Junts con los populares y la ultraderecha para hacer caer al Gobierno. ¡°Hacer alguna cosa con Vox es una broma macabra¡±, zanj¨® Turull.
El desgaste en el electorado conservador. Las mociones de censura en Espa?a son constructivas, es decir, invisten a la vez a un nuevo presidente del Gobierno. La del PP convertir¨ªa por tanto autom¨¢ticamente a Feij¨®o en presidente del Gobierno, aunque la aritm¨¦tica parlamentaria ser¨ªa tan endiablada como la que sufre el PSOE, y el l¨ªder del PP tambi¨¦n depender¨ªa de Puigdemont hasta que convocara elecciones. ¡°Feij¨®o no quiere llegar as¨ª a La Moncloa. Si lo hiciera, lo mismo cuando convoque elecciones en seis meses, se tiene que ir a su casa¡±, reflexiona un dirigente del PP.
Pese a todo, otros miembros de la c¨²pula popular creen que una moci¨®n de censura para ir a elecciones ¡°no tiene riesgos ni obst¨¢culos¡±, y nadie puede descartar que la legislatura depare sorpresas. Al fin y al cabo, en pol¨ªtica las l¨ªneas rojas siempre se pueden desdibujar.
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