Nadie duerme tranquilo en el Paseo del Moro: ¡°Cuando se rajan el suelo y las paredes, sientes angustia¡±
Los 30 vecinos cuyos inmuebles se hunden d¨ªa a d¨ªa en Cazalla de la Sierra (Sevilla) culpan al Ayuntamiento por sobreexplotar el acu¨ªfero que hay bajo sus pies
Anto?ina Mart¨ªn, de 74 a?os, descansaba el pasado verano en su peque?o sal¨®n en Cazalla de la Sierra (Sevilla), cuando de repente sufri¨® un sobresalto: ¡°Me dio un crujido, llegu¨¦ aqu¨ª y vi la grieta esta, fue terror¨ªfico. Ahora en la habitaci¨®n no puedo entrar porque me entran palpitaciones y me deprimo. Si siguen creciendo las grietas me tendr¨¦ que ir. Con 41 a?os cotizados y 700 euros de pensi¨®n ?d¨®nde me voy?¡±, interroga.
Mart¨ªn es parte de la treintena de vecinos atemorizados porque el terreno sobre el que viven y duermen se mueve, y algunos ya pueden meter los dedos en las fisuras debido a su grosor, que cada semana aumenta un poco m¨¢s. Las grietas aparecieron por primera vez en 2009, pero este pasado verano han vuelto con una crudeza y virulencia inquietantes. Todos los residentes culpan al Ayuntamiento (PSOE) por sobreexplotar el acu¨ªfero que hay bajo los pies de este municipio situado al norte de Sevilla de unos 4.700 habitantes, que con la sequ¨ªa est¨¢ bajo m¨ªnimos y que ha desestabilizado el terreno hasta provocar desniveles muy llamativos y dolorosos. Nadie duerme tranquilo en el Paseo del Moro.
La estampa en plena calle es impactante: las grietas atraviesan las fachadas, las calles, los muros e incluso la tierra, que se ha abierto junto a la plaza de toros, afectada al igual que el colegio Virgen del Monte, cuyos alumnos son ajenos por ahora al peligro latente. Hace 13 a?os el Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME, perteneciente al CSIC) ya estim¨® que la situaci¨®n deb¨ªa ¡°suponer una sobreexplotaci¨®n puntual de este sector del acu¨ªfero en el entorno de la zona de Los Morales, provocando un abatimiento generalizado del nivel fre¨¢tico en su entorno¡±.
Sin embargo, los hidroge¨®logos solo emitieron entonces un breve informe y recomendaron una serie de pruebas de calado para confirmar que las extracciones masivas de aguas subterr¨¢neas hab¨ªan provocado las grietas y los deslizamientos del terreno, con dos socavones de hasta cuatro metros de di¨¢metro. El tiempo pas¨®, las grietas se estabilizaron y los vecinos se cansaron de reclamar al alcalde y a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir, responsable de los acu¨ªferos, por lo que el IGME nunca abord¨® los estudios en profundidad. Hasta este a?o, cuando las grietas han rebrotado con fuerza y el miedo ha vuelto al barrio.
A escasos 100 metros de la plaza de toros, la casa de Sandra Caballero y Valent¨ªn Luj¨¢n impresiona con grietas que atraviesan todas las habitaciones, puertas que no cierran y un pronunciado desnivel que rompe su sal¨®n en dos mitades. De noche, cuando se hace el silencio, se oye la arenilla caer desde las grietas hasta el suelo, un sonido angustiante que solo da malos presagios y les recuerda que las fisuras crecen unos mil¨ªmetros d¨ªa tras d¨ªa.
¡°Sientes intranquilidad, angustia y una inmensa tristeza. Cuando se te raja el suelo y las paredes se te cae todo. La pared se est¨¢ separando del pilar y todas las losas est¨¢n movidas, tambi¨¦n el marco de la cancela. Andas y notas la pendiente, te da la sensaci¨®n de vivir en una chabola. Nuestra vecina se fue llorando¡±, cuenta con desaz¨®n Caballero. ¡°Los tabiques no me preocupan, pero los muros de carga es otra historia¡±, a?ade sobre la apariencia alarmante que presenta su vivienda adosada, donde vive con su pareja y dos ni?os. En el ba?o, reformado el pasado junio para rectificar las grietas y tabiques, volvieron a surgir las mismas fisuras solo un mes despu¨¦s y ahora la cinta adhesiva rosa colocada para medir la m¨¢s grande, est¨¢ por completo desfasada dado que el hueco del techo al suelo crece a toda velocidad.
El Ayuntamiento se desentiende
Los vecinos recriminan al Ayuntamiento la falta de transparencia y apoyo para encontrar soluciones. La respuesta ha sido que la afecci¨®n de las viviendas son problemas particulares que deben resolver ellos mismos sin las Administraciones. ¡°El alcalde me dijo a la cara ¡®no deis mucho ruido a ver si os declaran las casas en ruina y os ten¨¦is que ir¡¯¡±, protesta Sonia Mart¨ªnez, que vive en el n¨²mero 13 de la calle Castillo del Moro. A su lado, Caballero a?ade: ¡°Siempre hemos sido educados y respetuosos, pero cuando tu hogar hipotecado se raja, la respuesta oficial no puede ser que el Ayuntamiento carece de documentaci¨®n¡±. Antonia Alcal¨¢ remata: ¡°Queremos que el Ayuntamiento racionalice el uso del agua de los pozos y dice que no tiene informaci¨®n del consumo del agua y su procedencia. Es inaudito¡±.
El alcalde, Sotero Mart¨ªn, replica que la Junta andaluza le ha contestado en dos ocasiones que ¡°el patrimonio individual debe arreglarlo cada uno¡± y que estima que las viviendas no corren peligro, aunque se basa en el informe de patolog¨ªas de edificaciones realizado por la empresa de ingenier¨ªa Vorsevi en 2010, tras las grietas iniciales, y que no ha sido actualizado en 2022. ¡°La obligaci¨®n de los vecinos es micropilotar sus casas [con tubos met¨¢licos para trasladar el peso de las viviendas a un terreno m¨¢s profundo y resistente], aunque sea una inversi¨®n cara. De todos modos, el foco de atenci¨®n no deber¨ªa ser la extracci¨®n de agua¡±, alega.
El regidor aduce que ning¨²n juez le impide sacar agua y defiende que las extracciones del acu¨ªfero han descendido desde 2009 y ahora solo representan un 40% del ritmo de anta?o, cuando se extra¨ªa un caudal de 24 litros cada segundo, unos 2.050 metros c¨²bicos de agua al d¨ªa, seg¨²n calcul¨® el IGME. Mientras, los vecinos critican que el pasado verano los camiones con miles de litros de agua potable con destino a las fincas con piscinas que se alquilan a los turistas han desfilado como siempre. Las restricciones por la sequ¨ªa extrema para el baldeo y las piscinas en la cuenca del Guadalquivir solo se han implantado este oto?o.
En 2009 los hidroge¨®logos del IGME se?alaron que para confirmar que la sobreexplotaci¨®n del acu¨ªfero hab¨ªa desatado las grietas era necesario en una segunda fase realizar a medio plazo ¡°una campa?a de testificaci¨®n geof¨ªsica de alta resoluci¨®n, una posterior campa?a geot¨¦cnica para estudiar el comportamiento de las zonas en situaci¨®n de riesgo y prolongar los registros de las oscilaciones del nivel del agua subterr¨¢nea¡±, as¨ª como una propuesta de explotaci¨®n y gesti¨®n de uso conjunto de aguas superficiales y subterr¨¢neas. ?Por qu¨¦ cayeron en saco roto estas recomendaciones del organismo oficial? El alcalde socialista alega que la Universidad de Sevilla realiz¨® un informe posterior -que se qued¨® en un borrador- y la empresa Geognosia otro, ¡°cuyas conclusiones fueron variadas¡±. Hace varias semanas el Ayuntamiento ha encargado al IGME que actualice sus trabajos de 2009.
Si se confirma que los da?os en las viviendas est¨¢n causados por las excesivas extracciones, ?ser¨ªa responsable el Ayuntamiento? ¡°La norma general dice que en principio la Administraci¨®n actuante es responsable. Hay casos de subsidencia del terreno en Murcia y en Daimiel por sobreexplotaci¨®n del terreno¡±, aclara Pedro Brufau, profesor de Derecho administrativo en la Universidad de Extremadura. Alcal¨¢ reflexiona: ¡°Esto ha sido la tormenta perfecta: la debilidad del terreno, la sobreexplotaci¨®n del acu¨ªfero, la sequ¨ªa y arroyos entubados que impiden rellenar el acu¨ªfero¡±.
Al margen de las casas y las calles, que ya han causado da?os a los coches al atravesarlas, las grietas m¨¢s impresionantes afectan a la plaza de toros, en cuyo terreno se ha abierto una fisura que contin¨²a por la tierra varios metros. Muy cerca, el colegio Virgen del Monte ya tuvo grietas hace 13 a?os y ahora han vuelto a brotar. ¡°Cada d¨ªa cambian en mi despacho, detr¨¢s del escritorio y enfrente, otra. El t¨¦cnico dice que de momento no son peligrosas. Tenemos en casi todas las entreplantas junto al ascensor y en varias clases de infantil¡±, explica su directora, Olga Cobos, mientras en el pasillo sonaban villancicos y los alumnos regresaban a las aulas tras el recreo antes de las vacaciones navide?as. En la clase de 5 a?os A, las grietas recorren la decoraci¨®n del aula, muy colorida, mientras los ni?os atienden a su profesora.
Realizada la visita, Cobos sale al descansillo y pregunta al portero, Fernando Guerrero:
-?Esta grieta la hemos visto?
-Esta no.
Una m¨¢s para engrosar la lista.
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