?Pedir y regalar sin transformar? La gesti¨®n andaluza de los fondos europeos

Los fondos europeos son de distinta naturaleza y se organizan de manera diversa. Mientras todav¨ªa se est¨¢n ejecutando fondos del anterior marco financiero (2014-2020), ya est¨¢n en marcha los del actual periodo (2021-2027), adem¨¢s de los fondos extraordinarios, conocidos como Next Generation, de los que derivan los planes nacionales de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia. En el caso de Espa?a, est¨¢n previstos ocho tramos, cada uno de ellos vinculado a la consecuci¨®n de varios hitos y de objetivos.

Los fondos europeos tienen una clara vocaci¨®n transformadora. Todav¨ªa m¨¢s los vinculados al paquete Next Generation en un momento de profundo cambio de nuestras econom¨ªas y su gobernanza. Cambios por el desaf¨ªo de la pandemia de COVID-19 y los confinamientos; por las necesarias transiciones gemelas, verde y digital; y por las transformaciones que est¨¢ sufriendo el orden internacional, acelerado con el conflicto de Ucrania y que han puesto la autonom¨ªa estrat¨¦gica y la resiliencia en el centro de la pol¨ªtica econ¨®mica e industrial europea. Sin embargo, la voluntad transformadora de estos fondos depende de la capacidad de las Administraciones de los distintos territorios para aplicarlos, amplificar su impacto y desarrollar de herramientas que generen efectos virtuosos. Y este proceso virtuoso no se est¨¢ dando en Andaluc¨ªa a pesar de que es la comunidad a la que el Gobierno de Pedro S¨¢nchez ha destinado un mayor volumen de fondos, con 5.681 millones de euros de los fondos Next Generation.

Mientras Andaluc¨ªa acumula mucho retraso en la aplicaci¨®n de los fondos, no los orienta a las actividades que facilitar¨ªan una transformaci¨®n real de nuestra econom¨ªa, con mejores empleos y mayor resiliencia. Andaluc¨ªa no se est¨¢ gastando los fondos. En el reciente informe de Fiscalizaci¨®n sobre las medidas de la Junta de Andaluc¨ªa para el Plan de Recuperaci¨®n del Tribunal de Cuentas, se muestra que, a mayo de 2022, la Junta de Andaluc¨ªa no hab¨ªa gastado ni siquiera el 5% de los fondos destinados a la comunidadd. Unos 1.500 millones todav¨ªa estaban en la caja del Gobierno andaluz.

El informe insiste en la falta de planificaci¨®n y desarrollo de las capacidades puestas en marcha por el Gobierno andaluz que no ha simplificado procedimientos ni planificado la contrataci¨®n de personal o elaborado gu¨ªas. Un gobierno, el de Moreno Bonilla, que lleva a?os presumiendo de su labor de desburocratizaci¨®n en la Junta de Andaluc¨ªa. Pero para desburocratizar hace falta burocracia, adem¨¢s de una buena gesti¨®n y un presupuesto que permitan agilizar el gasto de los fondos.

Es cierto que las reglas del presupuesto europeo conceden a todas las Administraciones un plazo de tres a?os para gastar y justificar los fondos antes de que se vean obligadas a su devoluci¨®n. A¨²n hay tiempo, pero un nivel de ejecuci¨®n tan bajo como el actual no presagia nada bueno, sobre todo cuando es el propio empresariado andaluz el que se queja de que los fondos no llegan a las empresas de la comunidad. Javier Gonz¨¢lez de Lara, presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Andaluc¨ªa, asegur¨® que las empresas de la comunidad hab¨ªan recibido menos del 15% de los fondos Next Generation de la Uni¨®n Europea.

Esta voz de alarma nos remite a la segunda cr¨ªtica, y es que no parece que el gobierno de Moreno est¨¦ invirtiendo en la necesaria transformaci¨®n de la econom¨ªa andaluza, ni en reforzar la toma de decisiones desde Andaluc¨ªa para reducir nuestro grado de dependencia con respecto a otras l¨®gicas productivas que no son necesariamente las de nuestra regi¨®n. Las propuestas andaluzas contin¨²an ancladas en el ladrillo, el cemento y el turismo, sectores sobreexplotados que por s¨ª solos no transformar¨¢n nuestra econom¨ªa ni la dotar¨¢n de mayor sostenibilidad y resiliencia.

Si a esto a?adimos la pol¨ªtica fiscal de Moreno de regalo a los m¨¢s ricos, lo que tenemos es un refuerzo de una pol¨ªtica econ¨®mica e industrial orientada a la generaci¨®n de riqueza patrimonialista. Exactamente lo contrario de lo que se quiere incentivar con los fondos europeos. No nos puede extra?ar que en los ya cuatro a?os que lleva gobernando Moreno hayamos visto un alejamiento de la convergencia de Andaluc¨ªa con el resto de Espa?a y la media europea en indicadores claves. Lamentablemente, y contrariamente a lo que dice Moreno, Andaluc¨ªa no es la locomotora auton¨®mica del pa¨ªs. Crecemos a un ritmo m¨¢s lento que el conjunto (un 1,4% frente al 1,5%), seg¨²n el informe m¨¢s reciente que tenemos, el XXXI Informe Loyola Economic Outlook (LEO) elaborado por la Universidad Loyola y la Confederaci¨®n de Empresarios de Andaluc¨ªa (CEA), algo que no ocurr¨ªa desde 2019, y tenemos la mayor tasa de desempleo de Espa?a, 19%, agrandando la brecha de desigualdad.

Adem¨¢s, hemos visto aumentar el grado de dependencia de la econom¨ªa andaluza. En Bruselas no existe una concurrencia de grupos de inter¨¦s que tengan como objetivo com¨²n Andaluc¨ªa por encima del inter¨¦s de cada uno de ellos. Falta agenda, faltan coordinaci¨®n y sinergias, que es lo que deber¨ªa estar promoviendo el Gobierno andaluz si realmente quiere transformar esta tierra.

Es esencial para Andaluc¨ªa que el ejecutivo de Moreno acelere la aplicaci¨®n y desarrollo de los fondos europeos y que lo haga con una buena orientaci¨®n, acompa?¨¢ndolos con pol¨ªticas de gasto que generen capacidades y con pol¨ªticas de ingresos fiscales que premien otras actividades m¨¢s all¨¢ de la acumulaci¨®n de patrimonio, el modelo rentista que ha marcado la historia de Andaluc¨ªa y que tan bien conocemos. Sus regalos fiscales a las rentas m¨¢s altas dificultan enormemente el trabajo que muchos realizamos en las instituciones europeas para garantizar que las regiones con niveles de renta per c¨¢pita por debajo de la renta media de la UE, como el caso de Andaluc¨ªa, sean las principales receptoras de fondos europeos.

Resulta inexplicable que cuando necesitamos que nuestra poblaci¨®n est¨¦ m¨¢s y mejor formada que nunca y aprovechar todos y cada uno de nuestros talentos, el Gobierno de la Junta deje de ingresar anualmente casi 70 millones al a?o con medidas fiscales que afectan favorablemente al 0,2% de la poblaci¨®n andaluza m¨¢s rica, denuncien al Constitucional el impuesto a las grandes fortunas y que, en cambio, infrafinancie nuestro sistema p¨²blico de universidades, mientras aprueba la creaci¨®n de universidades privadas con informes desfavorables por su falta de calidad.

No podemos permitirnos seguir perdiendo protagonismo industrial, potencial innovador ni talento en un momento geopol¨ªtico tan delicado en el que la globalizaci¨®n est¨¢ dejando de funcionar y donde el lugar en el que se producen las cosas importa y mucho.