A?o y medio sin int¨¦rprete de signos para su hija sorda: ¡°El sistema me pone unas trabas que no pienso trasladarle a ella¡±
El colegio concertado de la peque?a, que pidi¨® el recurso a la Junta de Andaluc¨ªa el curso pasado, solo podr¨ªa contratar a ese profesional prescindiendo de otro que atiende a m¨¢s ni?os con necesidades especiales
Mar¨ªa Jos¨¦ Retamero lleva nueve a?os luchando por que ning¨²n obst¨¢culo coarte el desarrollo y limite la felicidad de su hija de 8 a?os, de la que prefiere no dar su nombre. Naci¨® con movilidad limitada, pero esqu¨ªa y monta a caballo. Con cuatro a?os confirmaron que lo que le imped¨ªa o¨ªr bien no eran mocos en los o¨ªdos, sino una hipoacusia severa profunda, cuyas consecuencias en el colegio se paliaron con una radio FM, un amplificador que proyecta la voz de los profesores directamente al aud¨ªfono de la peque?a. Sin embargo, desde que pas¨® a Primaria sus problemas de comprensi¨®n se agravaron y el a?o pasado el equipo de orientaci¨®n recomend¨® la incorporaci¨®n a su colegio de Sevilla de un int¨¦rprete de lengua de signos (ILSE), que con el inicio del nuevo curso no ha llegado por problemas burocr¨¢ticos en la solicitud del recurso. ¡°El sistema no me ayuda, a los padres de ni?os con necesidades especiales nos lo deber¨ªan poner m¨¢s f¨¢cil, pero solo nos ponen trabas, trabas que deber¨ªa resolver el sistema y que no pienso trasladar a mi hija¡±, sostiene Retamero.
Fue en primero de Primaria cuando Retamero percibi¨® un cambio de comportamiento en su hija: ¡°Estaba perdida y triste porque no se enteraba bien de lo que explicaba el profesor¡±. En segundo, el equipo de orientaci¨®n educativa dictamin¨® que necesitaba un int¨¦rprete y en abril de 2022 el colegio concertado Claret, de Sevilla, en el que estudia la hija de Retamero, hizo la solicitud a la Consejer¨ªa de Desarrollo Educativo. El procedimiento para la petici¨®n de profesores de educaci¨®n especial funciona de manera distinta en los centros concertados que en los p¨²blicos, explican fuentes de ese departamento. ¡°El r¨¦gimen jur¨ªdico y econ¨®mico va por un concierto con pago delegado para los profesores y complementario para el personal no docente que necesiten y son esos recursos los que tienen que administrar¡±, explica un portavoz de la consejer¨ªa.
El director del colegio, Jos¨¦ Ruiz, indica a este diario que en todo momento siguieron las directrices de la delegaci¨®n de Desarrollo Educativo: ¡°Primero se nos dijo que especific¨¢ramos que necesit¨¢bamos el recurso. En abril se nos aclar¨® que lo que ten¨ªamos que pedir era una unidad educativa y no un recurso y presentamos las alegaciones en julio solicit¨¢ndola, pero no nos han respondido¡±. El nuevo curso ha comenzado sin un int¨¦rprete de lengua de signos para la hija de Retamero. El director indica que su centro cuenta con tres unidades de apoyo a la integraci¨®n por los que la Junta paga al maestro de educaci¨®n especial y que en el cap¨ªtulo de otros gastos tiene una cantidad asignada para contratar a personal adicional por algunas horas. ¡°El ILSE es un recurso muy concreto, si destino los fondos a ese profesional para atender a una sola alumna, tengo que prescindir de otro profesor de atenci¨®n especial que apoya a 15 ni?os¡±, sostiene Ruiz, que insiste en que en enero volver¨¢ a solicitar una nueva unidad de integraci¨®n para garantizarse la presencia de ese profesional. Las fuentes consultadas de la consejer¨ªa se?alan que este a?o el Claret ha solicitado un aula de otro tipo.
¡°Nosotros seguimos las indicaciones de la delegaci¨®n¡±, insiste Retamero. ¡°Esta situaci¨®n es desesperante. Te dicen que se trabaja por la inclusi¨®n, pero la inclusi¨®n no existe porque no hay recursos y al final te marean y las madres desisten¡±, abunda. Ella, abogada de profesi¨®n, present¨® un escrito a Fiscal¨ªa en agosto, pero no ha tenido respuesta: ¡°Me trasladaron que hab¨ªan mandado aviso a delegaci¨®n, pero que no han contestado y mientras tanto mi hija sigue sin la atenci¨®n que le han recomendado¡±. Retamero no se da por vencida y acaba de impulsar una campa?a en change.org para recabar firmas de apoyo.
Mar¨ªa Jos¨¦ Abad, presidenta de la Asociaci¨®n Cultural de Integraci¨®n Sordo-Oyente (Aciso), precisa que hay m¨¢s ni?os en la misma situaci¨®n que la hija de Retamero. ¡°Se est¨¢n poniendo m¨¢s recursos, sobre todo en Infantil, pero es cierto que muchos no llegan porque en los centros se desconoce c¨®mo gestionar la petici¨®n o los plazos para solicitarlos¡±, explica, y alude al preceptivo trabajo de los equipos de orientaci¨®n que deben evaluar al menor y luego elaborar un informe psicopedag¨®gico con las dificultades que presenta y los recursos que necesita. ¡°Las administraciones p¨²blicas se rigen por plazos e informes, pero eso o el d¨¦ficit de este tipo de profesionales no debe repercutir en nuestros ni?os, porque se supone que hay unas premisas claras que favorecen la inclusi¨®n y la diversidad¡±, abunda.
Abad tambi¨¦n considera que el problema de la hija de Retamero quiz¨¢s se hubiera resuelto con mayor agilidad de haber estado en un centro p¨²blico. ¡°No funcionan de la misma manera. En los p¨²blicos se acude a la bolsa de especialistas, pero en los concertados hay un presupuesto que se le da al centro y que tiene que gestionar. Si hay ni?os que implican una serie de gastos adicionales por sus discapacidades se puede solicitar un incremento en la partida presupuestaria o pedir una unidad m¨¢s de integraci¨®n¡±, recalca y llama la atenci¨®n sobre el hecho de que ¡°no todos los ni?os de diversidad tienen las mismas prioridades¡±.
¡°Estamos constantemente con el alumno¡±
Los ILSE en Andaluc¨ªa son personal externo a los que la Junta subcontrata. ¡°Son profesionales con un perfil muy espec¨ªfico, para unas necesidades muy espec¨ªficas de ni?os muy concretos y es un recurso caro¡±, precisa Beatriz Raposo, del sindicato Ustea en Sevilla, que llama la atenci¨®n sobre su situaci¨®n de precariedad. Ana Perea es una de ellos. ¡°Ahora estamos bajo el convenio colectivo de discapacidad en centros educativos p¨²blicos y nos reconocen 30 horas semanales, pero somos fijos discontinuos¡±, explica.
Perea estudi¨® lengua de signos por inter¨¦s personal y no ten¨ªa intenci¨®n de ser int¨¦rprete, pero con casi 20 a?os de experiencia en las aulas, siente pasi¨®n por lo que hace: ¡°Mientras que el resto de profesores cambia de aula, nosotros estamos constantemente con el alumno, para que pueda entender lo que se explica, pero tambi¨¦n para crear relaciones con los compa?eros y los profesores y transmitirles a ellos lo que quieren decir¡±. Antes era normal que tuviera que compartir centros, algo que redunda negativamente en el apoyo a los alumnos, porque hay horas en las que carecen de apoyo. ¡°En el centro en el que estoy somos dos int¨¦rpretes para cuatro alumnos¡±, se?ala. Normalmente un int¨¦rprete por ni?o no es suficiente porque, aunque tienen asignadas las mismas horas lectivas, los ILSE tienen reservadas seis horas para poder prepararse las materias que imparten los profesores y que ellos tienen luego que traducir.
Las licitaciones en los centros p¨²blicos suelen ser de un a?o prorrogable. Perea se?ala que en los concertados la situaci¨®n es distinta: ¡°En el caso de los p¨²blicos acuden a nuestra empresa, en el resto son los centros los que tienen que buscarse la vida y es necesario que en el dictamen de escolarizaci¨®n se diga expresamente que se necesita un ILSE y no otro tipo de profesor de apoyo¡±. Retamero recuerda que desde que naci¨® su hija no ha dejado de ¡°reinventarse y formarse¡± y es lo que pretende hacer tambi¨¦n para conseguir que tenga un int¨¦rprete de lengua de signos en su aula. ¡°Tengo fuerzas y no voy a rendirme por algo que deber¨ªa resolver y de lo que deber¨ªa hacerse cargo el sistema¡±, advierte. La federaci¨®n de Ampas andaluzas junto con los sindicatos de educaci¨®n y las asociaciones de directores de colegios de primaria e institutos de la comunidad han hecho un llamamiento para que el pr¨®ximo lunes 4 de diciembre se rodeen los centros educativos para llamar la atenci¨®n sobre la falta de recursos para los alumnos con necesidades especiales.
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