Sevilla recupera la figura del sereno: van en parejas, visten amarillo reflectante y se llaman ¡°agente c¨ªvico¡±

Falta poco para las once de la noche y del Ayuntamiento de Sevilla salen hasta una veintena de personas que se distribuyen por parejas mixtas y se encaminan a distintas zonas del casco antiguo de la ciudad. Los transe¨²ntes ¡ªmuchos a esa hora porque la Navidad multiplica y alarga las visitas al centro¨D los miran con curiosidad. Visten un uniforme abrigado de color amarillo fluorescente. Si se agudiza la vista, un r¨®tulo en la espalda indica su funci¨®n: agente c¨ªvico. Son los nuevos serenos que desde el 21 de diciembre realizan una ronda de siete horas para favorecer la convivencia ciudadana, ayudar a vecinos y comerciantes y advertir a la polic¨ªa local o a los servicios de emergencia de incidencias o altercados.

¡°Lo mejor de nuestra tarea es poder brindar al ciudadano la ayuda que necesite y transmitir seguridad a los comerciantes, vecinos y turistas¡±, explica Jos¨¦ Mar¨ªa Roncero, uno de los coordinadores de los nuevos serenos de Sevilla, denominados agentes c¨ªvicos, y que tambi¨¦n patrulla las calles del centro todas las noches. Esta iniciativa es un empe?o personal del nuevo alcalde, el popular Jos¨¦ Luis Sanz, que al inicio de su mandato anunci¨® su intenci¨®n de rescatar esta figura ¡ªque se cre¨® en el siglo XVIII y desapareci¨® en 1977¨D para ¡°fomentar el civismo¡± en el coraz¨®n de la capital andaluza. Se trata de un proyecto piloto de nueve meses de duraci¨®n ¡ªampliables, si la propuesta funciona, en el tiempo y a otras zonas de la ciudad¨D que adem¨¢s de favorecer la convivencia busca reciclar profesionalmente a parados de larga duraci¨®n de m¨¢s de 45 a?os.

El cuerpo de serenos se cre¨® en 1715 y su funci¨®n principal era abrir las puertas de los vecinos durante la madrugada, por lo que ten¨ªan todas las llaves de las viviendas del distrito que le tocaba vigilar. La generalizaci¨®n de los porteros autom¨¢ticos y la mejora de las cerraduras precipitaron su desaparici¨®n y con ella otra de las actividades que realizaban ¡ªadem¨¢s de encender las farolas, dar la hora o despertar a los pescadores en los municipios de costa¨D: la de vigilar y atender las necesidades de los ciudadanos durante la noche, una tarea que asumi¨® la Polic¨ªa Local.

Este ¨²ltimo servicio es el que pretende recuperar el Ayuntamiento hispalense ¡ªsiguiendo la estela de otros ejemplos similares puestos en marcha en Vitoria, Puertollano (Ciudad Real) y en algunos municipios catalanes¨D, pero sin restarle competencias o solapar la funci¨®n de los cuerpos de seguridad, puntualizan desde el consistorio. Si hay un incidente, deben comunicarlo de manera inmediata a las fuerzas del orden p¨²blico. ¡°Nuestra funci¨®n es m¨¢s de detecci¨®n y nuestra presencia muchas veces sirve para prevenir hurtos, tiene un car¨¢cter disuasorio¡±, explica Roncero. ¡°Estamos en permanente contacto y coordinaci¨®n con la Polic¨ªa Local, los servicios de emergencia o los servicios sociales¡±, a?ade. De hecho, es un responsable del Centro de Coordinaci¨®n Operativa (Cecop) ¡ªencargado de coordinar los dispositivos especiales de seguridad en la ciudad¡ª quien, antes de que comience su ronda, les indica qu¨¦ eventos y acontecimientos hay previstos en la zona para que los agentes c¨ªvicos est¨¦n m¨¢s pendientes y hagan m¨¢s acto de presencia.

¡°Somos 10 parejas mixtas, un hombre y una mujer, y cada d¨ªa vamos rotando de itinerario¡±, explica Roncero. Las parejas tambi¨¦n cambian semanalmente. En estas primeras semanas, adem¨¢s de disuadir a los carteristas, en lo que m¨¢s han contribuido es a ayudar a turistas, a j¨®venes con problemas de embriaguez que han necesitado la asistencia de los servicios sanitarios ¡ª¡±esto sobre todo es com¨²n cuando se acerca el fin de semana¡±, se?ala el coordinador¨D o a personas sin hogar a las que se les proporciona la posibilidad de que los servicios sociales los trasladen a un albergue.

En estos casos ejercen de correa de transmisi¨®n con el Cecop, pero en la atenci¨®n a los comerciantes, su acci¨®n es m¨¢s directa. ¡°Los comerciantes se sienten m¨¢s tranquilos, m¨¢s seguros con nuestra presencia¡±, asegura Roncero. Esta misma noche una pareja estuvo esperando hasta el cierre de un local de souvenires tur¨ªsticos para acompa?ar a la empleada ante la presencia sospechosa de un transe¨²nte que estaba haciendo fotos al local desde la calle.

Formaci¨®n espec¨ªfica

Los peores momentos no son las horas muertas al filo del amanecer, donde apenas hay movimiento y el fr¨ªo empieza a escurrirse dentro del uniforme. ¡°Cuando se genera m¨¢s inquietud es en las horas m¨¢s conflictivas, cuando llega el cierre de los locales de ocio nocturno¡±, indica Roncero. Todas las incidencias ocurridas durante el servicio se recogen en un bolet¨ªn. ¡°No tenemos miedo en general porque hemos recibido formaci¨®n¡±, explica.

Los serenos tradicionales deb¨ªan ser hombres de entre 20 y 40 a?os de edad, medir m¨¢s de un metro y medio ¡ªla media entonces¨D y tener una voz potente. Las 20 personas que han asumido el trabajo de sereno moderno son de ambos sexos y han sido reclutados a trav¨¦s de una oferta gen¨¦rica del Servicio Andaluz de Empleo. Su ¨²nico requisito: ser parados de larga duraci¨®n y tener m¨¢s de 45 a?os. En las semanas previas a comenzar con su nuevo trabajo recibieron formaci¨®n espec¨ªfica por parte del Cecop y protecci¨®n civil.

El equipo que coordina Roncero tampoco usan el tradicional capote para protegerse del mal tiempo y el fr¨ªo nocturno, ni el chuzo caracter¨ªstico ¡ªla vara que usaban como defensa¨D, ni el farol para alumbrarse de noche, ni el silbato ¨Del famoso pito del sereno¡ª con el que alertaban a la polic¨ªa o los bomberos si hab¨ªa alguna emergencia. En su lugar, llevan un uniforme con el que se les identifica perfectamente y tienen conexi¨®n directa con las fuerzas del orden. M¨¢s all¨¢ de eso, su amabilidad para darse a conocer a los vecinos y turistas, es su principal herramienta de trabajo. ¡°Al principio nos miraban con curiosidad, pero hemos percibido una buena aceptaci¨®n¡±, indica Roncero.

?l hab¨ªa trabajado toda su vida en el sector de la peluquer¨ªa. Dedicarse a ahora a recorrer las calles del centro ayudando a sus vecinos y velando por su convivencia no ha supuesto para ¨¦l un gran cambio: ¡°No hay nada mejor que velar por la seguridad de la ciudad m¨¢s bonita del mundo¡±. Eso compensa el trabajo nocturno.