Un cuadro catal¨¢n en la ¨®rbita de Trotski y Stalin
Localizada en Barcelona ¡®El pe¨®n¡¯, una obra de Aleix Clap¨¦s que la familia siempre ha considerado que estaba en el museo del Kremlin
Una de las pinturas m¨¢s destacadas del misterioso y extravagante pintor Aleix Clap¨¦s (1846-1920), amigo y colaborador de Gaud¨ª, ha aparecido despu¨¦s de m¨¢s de un siglo sin saberse nada ella. Se trata de El pe¨®n, pintada y expuesta en la sala Par¨¦s de Barcelona en diciembre de 1886, cuando recibi¨® m¨¢s elogios que otras obras de Ramon Casas o Santiago Rusi?ol que tambi¨¦n se expusieron entonces. Desde ese a?o se le hab¨ªa perdido la pista y no se hab¨ªa vuelto a ver, algo que se achacaba entre los descendientes del pintor a que la pintura hab¨ªa sido adquirida en 1920 por, nada m¨¢s y nada menos, que Le¨®n Trotski en Par¨ªs, tras pagar dos millones de francos ,y que despu¨¦s se la habr¨ªa llevado a Mosc¨², al museo del Kremlin.
Es lo que siempre contaba Teresa Clap¨¦s, la hija del pintor, que adem¨¢s aseguraba que hasta los a?os cuarenta ten¨ªa un recibo de la compra y una carta, de pu?o y letra de Josef Stalin, que corroboraba la presencia de la pintura en Mosc¨². ¡°Pero en ese momento mi abuela lo quem¨® porque no era bueno tener en casa unas cartas as¨ª¡±, cuenta Antoni Real Mart¨ª, bisnieto del pintor. Ahora que el Palau G¨¹ell acoge una muestra dedicada a este pintor de figuras l¨²gubres y enigm¨¢ticas, el cuadro de El pe¨®n --en el que se representa a ¡°un viejo e infeliz minero, casi desnudo, sin carnes y sin fuerzas, que arrastra el carret¨®n de mineral a lo largo de la oscura galer¨ªa subterr¨¢nea¡ una p¨¢gina de la miseria social, que parece una ilustraci¨®n del Germinal de Zola¡±, seg¨²n la prensa de la ¨¦poca en la que se expuso-- ha aparecido en Barcelona en una colecci¨®n privada, y al parecer, no ha salido nunca de esta ciudad.
Lo explicaron los historiadores del arte Carlos Alejandro Lupercio y Josep Casamartina en el sal¨®n principal del Palau G¨¹ell que acoge unos de los frescos m¨¢s destacados de este pintor y muy cerca de la muestra Aleix Clap¨¦s. El enigm¨¢tico pintor de G¨¹ell y Gaud¨ª (hasta el 30 de mayo) que han comisariado a cuatro manos. En ella se ha reunido, por primera vez, gran parte de sus obras, sobre todo retratos de la burgues¨ªa nada complacientes y escenas de santos que parecen inspirados en la pintura espa?ola del Siglo de Oro.
Lupercio y Casamartina explicaron, durante la presentaci¨®n del cat¨¢logo de la muestra, que era dif¨ªcil que hubiera sido Trotski el que hubiera comprado el cuadro. Primero, porque en 1920 estaba entretenido en hacer la revoluci¨®n en Rusia. Tampoco era muy veros¨ªmil que pagara una cantidad tan desorbitada por la obra. ¡°Mi abuela no ment¨ªa nunca¡±, terci¨® Real Mart¨ª, dando por seguro que el cuadro s¨ª que hab¨ªa viajado, pese a sus considerables dimensiones (123 x 153), tan lejos. ¡°Lo que no tenemos nada claro es que se pagaran esos dos millones de francos porque en la familia nunca se han visto y el bisabuelo muri¨® podre¡±, cont¨® Real.
El caso es que la muestra de Clap¨¦s se inaugur¨® en diciembre pasado sin esta obra. En ese momento, otro historiador del arte, Joan-Francesc Ainaud, contact¨® con el museo ruso interes¨¢ndose por la posibilidad de que estuviera all¨ª. A los pocos d¨ªas recibi¨® una carta del museo que aseguraba que no ten¨ªan constancia del cuadro ni de su autor por aquellas tierras.
De forma paralela se supo que la obra no hab¨ªa salido de Barcelona y que todo este tiempo ha permanecido en el pasillo de una casa de la parte alta de Barcelona, junto a otras dos obras de Clap¨¦s: Responsos y Fraile. Estaba all¨ª despu¨¦s de que el coleccionista (de arte oriental, mantones de Manila y pinturas) Joan Artigas-Alart lo comprara, no se sabe si ya tras su exposici¨®n en la sala Par¨¦s o en diciembre de 1920, cuando la hija de Clap¨¦s organiz¨® una muestra con sus obras privadas para recaudar fondos, tras la muerte del pintor.
Pero la aparici¨®n de El pe¨®n, que se acaba de incorporar a la exposici¨®n, tras una peque?a intervenci¨®n de limpieza y consolidaci¨®n realizada por t¨¦cnicos de la Diputaci¨®n, no ha resuelto el misterio de la pintura con Trotski y Stalin.
Se sabe que existe otra versi¨®n de El pe¨®n m¨¢s peque?a porque se public¨® en el n¨²mero especial de la revista D¨ªa Gr¨¢fico tras la muerte de Clap¨¦s, en diciembre de 1920. All¨ª se ve al mismo personaje, pero no tan abatido y con ganas de seguir tirando de la carretilla en una obra de menor tama?o que se titula Viejo tirando de una carretilla. ¡°Esta es la que compr¨® Trotski¡±, asegur¨® el bisnieto del pintor. Podr¨ªa ser porque, por su menor tama?o, pudo viajar a Par¨ªs y que Trotski, que estaba all¨ª en 1916, la comprara. Esta obra, como otras de Clap¨¦s, est¨¢ desaparecida y quiz¨¢ es la pieza que se llev¨® a Rusia uno de sus l¨ªderes comunistas m¨¢s destacados y que, como ocurre en muchos otros museos del mundo, la obra no est¨¦ bien inventariada. Sigue el misterio.
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