Las ni?as de la calle
El debate de la libertad de prostituirse no cabe en casos como el de Rochdale, que cuenta la serie ¡®La infamia¡¯, donde menores de 13 y 15 a?os fueron abusadas sexualmente e ignoradas
La liturgia de decidir una nueva serie es engorrosa. Similar a cuando entras con esperanzas en un Primark, un H&M o un Zara hasta que todas esas perchas, ropas, colores, modelos te atacan y tienes que escapar corriendo con las manos vac¨ªas. Pasa lo mismo con esos men¨²s de tendencia ahora, seguir viendo, series para ti, marat¨®n de domingo. Saltas de uno a otro con una mezcla de angustia y confusi¨®n. A diferencia de la televisi¨®n, donde hay lo que hay, elegir nueva serie en una plataforma se convierte casi en una obligaci¨®n, que se afronta con m¨¢s pereza y nervios que alegr¨ªa.
Pero a veces se sale exitoso del tr¨¢mite. Me pas¨® con La infamia o Three girls, en Filmin, una miniserie de tres cap¨ªtulos que explica el caso real de un grupo de hombres que entre 2008 y 2012 explotaron sexualmente a menores de entre 13 y 15 a?os en Rochdale (110.000 habitantes), cerca de Manchester, y la resistencia de la administraci¨®n para investigarlo. La serie practica el mejor periodismo eligiendo la historia de tres menores, y con ellas dibuja la tortura a la que son sometidas j¨®venes con contextos vitales dif¨ªciles y escasos lazos afectivos s¨®lidos.
Todo lo que cuenta La infamia pas¨®. Solo se han cambiado algunos nombres para proteger las identidades de las v¨ªctimas, a las que la trabajadora de un servicio de salud sexual de Rochdale, Sara RowBotham, define como ¡°ni?as de calle¡±: j¨®venes de entornos desestructurados que acaban obteniendo atenci¨®n de un grupo de hombres que cubren sus necesidades con comida, diversi¨®n, alcohol y drogas. Todos ellos son brit¨¢nicos, de origen paquistan¨ª ¡ªel caso se vio salpicado por acusaciones de racismo¡ª, algunos relacionados con restaurantes kebab.
Ellas recib¨ªan vodka, dur¨¹ms y patatas fritas gratis seguramente sin sospechar el siguiente paso: ¡°?Y t¨² qu¨¦ me das?¡±. Ni?as de 13, 14 y 15 a?os que se vieron encerradas con hombres de 30, 40 ¨® 50 a?os que les ped¨ªan sexo a cambio de sus atenciones. Y una vez superado el primer d¨ªa del colch¨®n en el suelo, las introdujeron en una red en las que fueron ofrecidas a multitud de hombres, en pisos, donde algunas sufrieron violaciones grupales, abusos, golpes... ¡°Llegaba al trabajo a las ocho y media de la ma?ana y encontraba un grupo de chicas temblorosas sentadas en los escalones. Ten¨ªan 13 y 14 a?os, el pelo enmara?ado, la ropa sucia, con un aspecto terrible. Pero realmente de lo que te dabas cuenta era el miedo en sus ojos¡±, explic¨® la trabajadora de salud sexual Sara RowBotham, que destap¨® el caso, en The Guardian en 2017.
RowBotham detect¨® los abusos a trav¨¦s de la consulta que ten¨ªa en Rochdale, tom¨® nota de ellos, reuni¨® pruebas y lo denunci¨® de forma sistem¨¢tica a la polic¨ªa y los servicios sociales, que atribu¨ªan la situaci¨®n a una ¡°elecci¨®n de vida¡± de las menores. ¡°No existe la prostituci¨®n infantil, son abusos sexuales¡±, repite en la serie la actriz que interpreta a RowBotham ¡ªMaxine Peake¡ª, que acab¨® apartada y posteriormente despedida. Las tres protagonistas de la historia ¡ªtres casos reales, s¨ª¡ª ten¨ªan entre 13 y 15 a?os y las tres acabaron embarazadas. Dos eran hermanas y una ten¨ªa dificultades de aprendizaje. En su relato, la m¨¢s joven cont¨® que los hombres se la pasaban ¡°como una pelota¡±.
En 2008, una de las menores se atrevi¨® y cont¨® lo que pasaba tras las paredes del kebab al que acud¨ªa: denunci¨® que hab¨ªa sido violada por dos hombres y se activ¨® por primera vez una investigaci¨®n. Despu¨¦s de revivir una y otra vez lo sufrido, el caso no prosper¨® porque la Fiscal¨ªa consider¨® que su testimonio no ser¨ªa cre¨ªble. Otra versi¨®n de la ¡°elecci¨®n de estilo de vida¡± que atribu¨ªan a las menores... No voy a dar m¨¢s detalles. Lo mejor es ver la serie, que estren¨® la BBC en 2017 y que Filmin ha incluido en su cat¨¢logo en febrero de 2021.
La ¡°elecci¨®n de estilo de vida¡± gira siempre alrededor de la prostituci¨®n: ?Se es prostituta libremente? Hace una semana, el sindicato Organizaci¨®n de Trabajadoras Sexuales (Otras) consigui¨® un espaldarazo del Supremo, que reconoce el derecho de las trabajadoras sexuales por cuenta propia a sindicarse. Los grupos abolicionistas sostienen que la prostituci¨®n es comparable a la esclavitud, y que en ning¨²n caso es un trabajo que se ejerza libremente. La secretaria general de Otras, Conxa Borrell, denunci¨® la ¡°putofobia¡± que existe en muchos ¨¢mbitos, entre ellos la administraci¨®n.
En los a?os ejerciendo como periodista de sucesos ¡ªun caj¨®n de sastre lleno de historias de vida y muerte¡ª he conocido a mujeres que se prostituyen. Rara es la que admite a una periodista que ha sido explotada sexualmente, aunque tambi¨¦n las hay. Algunas dicen que son libres y no tienen ninguna pinta de serlo, y de otras, una dar¨ªa por seguro que nadie las obliga. ?Cu¨¢ntas son v¨ªctimas de proxenetas y cu¨¢ntas son mujeres libres que se prostituyen? Es imposible poner datos a esa realidad que se aborda desde la misma nebulosa de la ley que rige la prostituci¨®n en Espa?a, donde es alegal.
S¨ª es cierto que muchas veces he notado ese menosprecio a las mujeres que ejercen la prostituci¨®n, entre quienes las desprecian por su supuesta ¡°elecci¨®n de vida¡±, quienes las infantilizan y quienes se aprovechan de ellas. Dejo fuera a todos los hombres que se creen con derecho a maltratarlas y hasta matarlas, sin que consten en las estad¨ªsticas oficiales de violencia machista. Pero el debate de la libertad de elecci¨®n no cabe en el caso de Rochdale. Ni en ¨¦l ni en el de cualquier ni?a que acabe siendo abusada por adultos que se aprovechan de su vulnerabilidad y de sus circunstancias de vida. Por muy maduras que parezcan.
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