Muere a los 86 a?os Francesc Burrull, el hombre que molde¨® la ¡®Nova Can?¨®'

Francesc Burrull ten¨ªa 86 a?os, pero no lo parec¨ªa; en realidad estaba todav¨ªa en la treintena cuando su energ¨ªa e ilusi¨®n eran capaces de romper todas las barreras y no solo las musicales. No hace mucho, tras una sabrosa paella y un par de cigarrillos a escondidas en el paseo mar¨ªtimo de su Vilanova i la Geltr¨², hablaba de su inminente proyecto con esa misma energ¨ªa e ilusi¨®n que le conoc¨ªamos, inalterables al paso de los a?os y a la enfermedad que ya mermaba su f¨ªsico. Con su visi¨®n muy disminuida ya no era capaz de escribir o leer partituras, pero pod¨ªa imaginarlas, tocarlas y dictarlas y as¨ª, junto a Laura Sim¨®, se gest¨® un disco que pronto ver¨¢ la luz en el que recogi¨® los poemas de su amigo y convecino Pere Tapias. Desgraciadamente ser¨¢ ya un disco p¨®stumo porque Francesc Burrull ha fallecido este s¨¢bado en el hospital Sant Camil de Sant Pere de Ribes a causa de las complicaciones de su enfermedad renal.

El suyo no era un nombre conocido por todos pero sin ¨¦l la m¨²sica popular catalana de los ¨²ltimos 65 a?os no ser¨ªa la misma. Francesc Burrull le dio forma a la Nova Can?¨® mientras dignificaba otros estilos musicales en sus facetas de arreglista, pianista y director musical. Tras colaborar en los inicios de Edigsa pas¨® a encargarse de la direcci¨®n musical de Conc¨¨ntric, es decir toda la Nova Can?¨® en sus primeros momentos pas¨® por sus manos y su buen hacer. A su pluma de arreglista y director musical y a su ¨ªmpetu se deben los primeros discos de Joan Manuel Serrat (incluyendo Can?¨® de matinada, Parules d¡¯amor y tambi¨¦n su primer Hern¨¢ndez), Llu¨ªs Llach (de El bandoler a L¡¯estaca) o Guillermina Motta, los discos m¨¢s notables de La Trinca o de Joan Baptista Humet y otras obras fundamentales del movimiento como L¡¯Aguila Negra de Maria del Mar Bonet o Inici de c¨¤ntic de Raimon. Tambi¨¦n consigui¨® que grabaran en catal¨¢n muchos cantantes que en los a?os sesenta triunfaban en castellano como Jos¨¦ Guardiola, Lita Torell¨® o Francisco Heredero. Entre los m¨²sicos no adscritos a la Nova Can?¨® para los que realiz¨® arreglos se cuentan pesos pesados como Antonio Mach¨ªn, Julio Iglesias, Bruno Lomas, Luis Aguil¨¦, Moncho o Peret.

Como int¨¦rprete Francesc Burrull se movi¨® siempre sobre la estela del jazz: desde su hist¨®rico Latin Combo o los primeros discos jazz¨ªsticos de su amigo de infancia Tete Montoliu (?en los que tocaba el vibr¨¢fono!) hasta sus propias bandas, incluyendo la recordada Big Band del Sindicato de M¨²sicos (despu¨¦s llamada de Barcelona) en la d¨¦cada de 1980 o su acercamiento a las canciones de Serrat a d¨²o con Laura Sim¨® o a los boleros con La Voss del Tr¨®pico. Como acompa?ante su abanico fue muy amplio: de Sara Montiel, de la que guardaba muy buenos recuerdos, a Raimon, Serrat o La Trinca con los que hizo innumerables giras.

Y a¨²n le quedaba tiempo para componer, en especial canciones infantiles pero tambi¨¦n himnos de gran envergadura, como el del Bar?a que por problemas contractuales no figura a su nombre pero es p¨²blico y notorio que fue escrito por ¨¦l.

Con una carrera as¨ª a sus espaldas cualquiera estar¨ªa endiosado pero no era el caso de Francesc Burrull que hace unos a?os se autodefin¨ªa en este diario como ¡°musicalmente de pasar el mocho: si se ha de componer, compongo; si se ha de arreglar, arreglo; si se ha de acompa?ar un concierto para saxo de Glazounov, lo hago...¡±. En nuestra ¨²ltima conversaci¨®n a¨²n se resist¨ªa a aceptar su enorme responsabilidad: ¡°Seg¨²n Llach existe un sello Burrull pero es su opini¨®n no la m¨ªa¡±, afirmaba con su eterna modestia. ¡°Llach dice que toda la Can?¨® deber¨ªa estar agradecida al Mestre Burrull por ayudarles como yo le ayud¨¦ a ¨¦l, pero yo s¨®lo hice lo que cre¨ªa que ten¨ªa que hacer: intentar enderezar lo que se pod¨ªa enderezar y no enderezar lo que no se pod¨ªa enderezar. ?Claro que a alguno no hab¨ªa manera de enderezarlo! Personalmente no me veo muy responsable de nada. He intentado ayudar. A los que se han dejado les he ayudado m¨¢s, a los que no se han dejado pues no les he ayudado tanto. En todos aquellos discos hay muchas influencias m¨ªas porque los artistas lo aceptaban, lo que yo dec¨ªa iba a misa, entonces fant¨¢stico¡±. Y una vez m¨¢s, en aquella ¨²ltima e informal conversaci¨®n frente al mar se mostr¨® reacio a recordar a los que no hab¨ªa forma de enderezar: ¡°Alguno deber¨ªa haber¡±.