Aventuras catalanas con el Grial y los nazis
El historiador Xavier Hern¨¤ndez convierte en entretenid¨ªsima novela de acci¨®n la visita de Himmler y las pesquisas sobre la copa
Hay que ver c¨®mo se lo ha pasado Xavier Hern¨¤ndez escribiendo El Graal de Montserrat (Capital Books, 2021, en catal¨¢n), su contribuci¨®n narrativa al largamente tocado (y hasta manoseado) asunto de la legendaria copa sagrada, su relaci¨®n con los nazis y la hist¨®rica visita de Heinrich Himmler a la abad¨ªa catalana el 23 de octubre de 1940. En la novela ¡ªen la que el Grial es, adem¨¢s de todo lo de siempre, un elemento relevante en la construcci¨®n del catalanismo pol¨ªtico y parte del patrimonio catal¨¢n¡ª, agentes alemanes y aliados van detr¨¢s de la reliquia, los primeros porque creen en sus poderes y los segundos, de natural esc¨¦pticos, para evitar que tengan una alegr¨ªa los primeros. En la pugna se mezclan un valeroso ex polic¨ªa catal¨¢n republicano tuerto (y tambi¨¦n ex periodista de cultura, gracias desde aqu¨ª por el homenaje al sector), Emili Galera, al que reclutan los servicios de inteligencia brit¨¢nicos, y una tan escultural como peligrosa esp¨ªa nazi, que responde al sonoro nombre de Herta Schumacher.
En la trama, con los inevitables ecos de El enigma sagrado, Dan Brown e Indiana Jones, pero con mucha iron¨ªa, suculentos datos hist¨®ricos, gran ambientaci¨®n catalana y notable mala leche (adem¨¢s de la primera traducci¨®n al catal¨¢n, que yo sepa, del Panzerlied, el himno de los tanquistas alemanes, p.166), aparecen el mism¨ªsimo Hitler con la Santa Lanza, Himmler, claro, las SS, los arque¨®logos de la Ahnnerbe, la Abwehr, Heydrich (por tel¨¦fono), el inefable y tambi¨¦n imprescindible Otto Rahn, Karl Wolff, los monjes de Montserrat, a cuyo abad, Antoni Maria Marcet, el autor pone a caldo, al igual que a otros conocidos personajes (Josep Pla, ¡°no ha servit ni per fer d¡¯espia¡±, Mart¨ª de Riquer, ¡°molt feixista¡±, Julio Mart¨ªnez Santa-Olalla, ¡°que ¨¦s un nazi militant¡±); Pere Bosch i Gimpera, Agust¨ª Duran i Sanpere, Josep Puig i Cadafalch, Manuel Tag¨¹e?a¡ Por salir sale hasta Viladrau.
¡°?s complex aix¨® de Catalunya¡±, le hace decir Hern¨¤ndez a Himmler (y eso que cuando aterriz¨® el Reichf¨¹hrer en el Prat no hab¨ªa el l¨ªo que hay ahora). Y tambi¨¦n, mientras le llevan a Montserrat, donde le han advertido que los monjes son casi todos fan¨¢ticos carlistas y muchos ex oficiales del ej¨¦rcito de Franco: ¡°No vull tractar amb capellans, s¨®n tots una colla de pederastes¡±.
En el monasterio, le ense?an con orgullo en una vitrina ¡°la gloriosa bandera del Ter? de Nostra Senyora de Montserrat, brodada pels catalans que van fugir de la Catalunya republicana i apadrinada pels comtes de Montseny¡±.
Historiador, muse¨®grafo, investigador e innovador en el ¨¢rea de did¨¢ctica de la ciencia, Hern¨¤ndez, que fue director general de Investigaci¨®n de la Generalitat por ERC en los dos gobiernos tripartitos, se ha esforzado en modernizar el acceso de la ciudadan¨ªa a la historia y la arqueolog¨ªa utilizando medios como las nuevas tecnolog¨ªas o la recreaci¨®n hist¨®rica. Especialista en historia militar, como escritor ha cultivado tanto ensayo ¡ªprecisamente ahora aparece su Catalunya, batalles que van fer historia (Farell)¡ª como ficci¨®n. En su anterior novela El Zohar de Barcelona (Capital Books, 2016), la primera aventura de Emili Galera (tambi¨¦n sal¨ªa Herta, que vuelve por aclamaci¨®n popular), los nazis persegu¨ªan el libro secreto de la c¨¢bala, ocultado por Gaud¨ª.
El Graal de Montserrat arranca en noviembre del 38 en el Ritz, con un polvo y una redada del SIM, para continuar en el frente del Ebro, en la Fatarella, durante la retirada republicana. En tan poco esot¨¦rico lugar, Galera encuentra una pista sobre el Grial que vincula la copa a Catalu?a. Tirando del hilo (templario, por supuesto), salen los nombres de V¨ªctor Balaguer y Frederic Mistral, menos previsibles desde luego que Chr¨¦tien de Troyes y Wolfram von Esschenbach, y la idea de que la Provenza y Catalu?a tienen un destino com¨²n unido por ¡°el coi de copa¡±, como sintetiza un almirante ingl¨¦s. La acci¨®n contin¨²a con la ca¨ªda de Barcelona, las perioecias de Rahn, un m¨¦nage ¨¤ trois con la condesa de Pujol-Murat, ¡°la f¨²ria de Catalunya¡±, que se cree reencarnaci¨®n de Esclermonda de Foix, un plan para matar a Hitler en Bayreuth, el desvelamiento de viejos proyectos occitanocatalanes y del papel del Grial en una Catalu?a independiente, investigaciones en la Casa Museu V¨ªctor Balaguer y en Montserrat... La historia culmina con una acci¨®n de comandos en la Casa Padell¨¤s (Museo de Historia de Barcelona).
¡°S¨ª, realmente lo he pasado muy bien¡±, reconoce Hern¨¤ndez. ¡°Aunque me ha costado seguir el ritmo de lo que hizo Himmler durante su visita, ah¨ª hay algo que no cuadra¡±. El novelista dice de los monjes de Montserrat que ¡°eran unos fachas todos o carlistas¡±; y asegura que lo de que el abad plant¨® al Reichf¨¹hrer por principios es falso: ¡°Era alf¨¦rez provisional y franquista¡±. En cuanto a Pla, ¡°un mam¨®n¡±.
Afirma que tampoco se ha inventado lo de la dimensi¨®n catalanista del Grial, ni que Himmler quedara gratamente sorprendido de que en las checas emplearan arte contempor¨¢neo como tortura. Tampoco lo de que el oficial de las SS ayudante de Himmler en el viaje a Montserrat fuera Joachim Peiper, el luego tan famoso y denostado comandante de P¨¢nzer en las Ardenas. ¡°Est¨¢ todo muy documentado y el trasfondo del catalanismo pol¨ªtico muy trabajado, pero, ojo, aunque casi todo podr¨ªa haber pasado, esto es una novela¡±, advierte. Entonces, ?cree que el Grial est¨¢ en Montserrat? ?Yo?, ?qu¨¦ collons ha de estar all¨ª!, lo que s¨ª que creo es que en el monasterio hay una c¨¢mara secreta con tesoros, con lo que han ido acumulando durante generaciones, pero el Grial no, el Grial es s¨®lo una leyenda¡±.
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