Espiando los deseos

Arranc¨® la nueva temporada de La Villarroel con el estreno en Catalu?a de Beginning (Comen?ar), la comedia rom¨¢ntica del dramaturgo y guionista brit¨¢nico David Eldridge, estrenada en 2017 en el National Theatre de Londres. Pau Carri¨® firma la traducci¨®n al catal¨¢n, la adaptaci¨®n y la direcci¨®n de un estupendo montaje - en cartel hasta el 1 de noviembre- que vale su peso en oro por la actuaci¨®n de sus dos ¨²nicos y grandes protagonistas, Mar Ulldemolins y David Verdaguer.

La trama parece sencilla y divertida, y lo es, pero bajo el tono de una comedia amable, laten los impulsos y emociones, no siempre f¨¢ciles de controlar o disimular, de la pareja protagonista, Laura y Dani, dos personas inteligentes y divertidas, que tienen cerca de cuarenta a?os y acaban de conocerse en la fiesta que ha montado Laura para estrenar su estupendo piso.

Ella disfruta con un trabajo de alta direcci¨®n que le encanta, no tiene familia pr¨®xima, y puede vivir la vida a su aire sin preocupaciones econ¨®micas. ?l tiene un trabajo como administrativo que detesta y est¨¢ divorciado. La fiesta ha terminado, pero queda un ¨²ltimo invitado, Dani. A partir de ese momento, asistimos a un ritual de cortejo que, aunque parece moverse por derroteros habituales -la mutua atracci¨®n sexual promete un desenlace inminente- se va complicando a medida que afloran las dudas, frustaciones, deseos, recelos y temores que los dos solitarios protagonistas llevan en su mochila vital.

No es el juego de seducci¨®n lo que importa. Eldridge mueve el foco al interior de cada personaje, hurga en sus sentimientos, en su pasado, en sus frustaciones, hasta que el miedo a una posible relaci¨®n que a¨²n no ha comenzado aten¨²a la tensi¨®n sexual. El autor convierte a los espectadores en voyeurs indiscretos que pueden esp¨ªar con placer cada movimiento, cada gesto, cada impulso de unos personajes que van desnudando sus emociones -las reales y tambi¨¦n las fingidas- ante el p¨²blico.

Carri¨® aprovecha la proximidad con los actores que brinda el escenario de La Villarroel y juega con ella aprovechando bien la eficaz escenograf¨ªa de Sebasti¨¤ Brosa, que nos sit¨²a en el sal¨®n y la cocina office, y deja espacio a un cont¨ªnuo tira y afloja entre dos personajes atrapados por su soledad, el patoso y huidizo Dani y una Laura cada vez m¨¢s sorprendida y mosqueada por la actitud desconcertante del deseado amante ocasional.

Los di¨¢logos y situaciones de la comedia, milim¨¦tricamente orquestada por Eldrige y dirigida por Pau Carri¨® con dominio del tiempo y los silencios, sirve en bandeja de plata el lucimiento de Laura Ulldemolins y David Verdaguer, c¨®modos y cre¨ªbles en unos personajes atrapados por la inseguridad y las heridas de un pasado emocional que condiciona su presente y busca un posible futuro en compa?¨ªa m¨¢s all¨¢ de un encuentro fugaz.

Impresiona el trabajo de ambos actores. Ulldemolins atrapa la esencia de su personaje y acaba mostrando sus intenciones secretas con un abanico de intensos matices. Verdaguer est¨¢ que se sale, con ese punto de iron¨ªa que transmite con pasmosa naturalidad las dudas, la fragilidad y la ternura de un papel que parece escrito a medida de su talento.