Aborto, pederastia y un episcopado entre tinieblas
Los obispos franceses vuelven a cuestionar a sus hom¨®logos espa?oles 70 a?os despu¨¦s, ahora a cuenta de la pederastia en la Iglesia
En unos d¨ªas se cumplir¨¢ el 70 aniversario del XXXV Congreso Eucar¨ªstico que tuvo como escenario Barcelona. En v¨ªsperas de su inauguraci¨®n, el 27 de mayo de 1952, y en un servicio civil, el Ej¨¦rcito desaloj¨® a todas las mujeres que ejerc¨ªan la prostituci¨®n del Barrio Chino barcelon¨¦s. La gran mayor¨ªa fueron deportadas en camiones a Girona, recuerda Juan Goytisolo en uno de los cuentos de Para vivir aqu¨ª. As¨ª el centro de la ciudad qued¨® limpio como una patena para la llegada de los grandes invitados: el cardenal Frank Spellmann, los condes polacos Lubienski y Potocki ¨Cque hab¨ªan huido del comunismo¨C y sobre todo el elegante cardenal Federico Tedeschini, legado de Pio XII, quien viaj¨® en un tren especial acompa?ado por un s¨¦quito de una veintena de personas y de su sobrino Giovanni Batista. Barracas ¨Ccomo las de la Diagonal¨C fueron derribadas para evitar que los provectos fieles se llevaran una mala impresi¨®n de una ciudad que, despu¨¦s de a?os de cartillas de racionamiento y oscuridad, se pon¨ªa de largo con el lema Barcelona, ascua de luz.
Hac¨ªa apenas dos meses ¨Cel 14 de marzo de 1952¨C que Franco hab¨ªa ordenado el fusilamiento de cinco anarquistas integrantes del grupo guerrillero Tali¨®n. Fueron las ¨²ltimas ejecuciones en el Camp de la Bota en las personas de Pere Adrover, Jordi Pons, Josep P¨¦rez, Gen¨ªs Urrea y Santiago Amir. El silencio del episcopado espa?ol fue clamoroso, en contraste con las actitudes y manifestaciones de prelados franceses como el cardenal Pierre-Marie Gerlier y especialmente el arzobispo Jules Sali¨¨ge.
Eso pasaba hace setenta a?os, cuando se celebr¨® lo que los fieles llamaban ¡°olimpiada eucar¨ªstica¡± y que Jaime Gil de Biedma, Josep Maria Castellet o el propio Goytisolo denominaban imp¨ªa y blasfemamente ¡°olimpiada de la hostia¡±. Ahora en 2021, la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica francesa vuelve a desbordar por goleada al artr¨ªtico episcopado espa?ol en el asunto de la investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia. La Conferencia Episcopal se resiste a desembarazarse de la vieja y maltrecha coraza del nacionalcatolicismo y llega a desconfiar de un Estado presuntamente aconfesional que en la pr¨¢ctica les da un trato de privilegio.
Los obispos franceses ¨Co alemanes o portugueses¨C han afrontado los delitos de pederastia en su organizaci¨®n con una exhaustiva investigaci¨®n independiente. Por el contrario, en Espa?a la propia Fiscal¨ªa General del Estado acaba de calificar con exquisitez vaticana ¡°de escasa utilidad¡± la auditor¨ªa encargada por la Conferencia Episcopal al bufete Cremades&Calvo-Sotelo, que en su d¨ªa ya hab¨ªa sido desautorizada por las v¨ªctimas. Ahora es el Ministerio P¨²blico quien considera que aquellas carecen ¡°de espacio seguro donde narrar su vivencia y se les insta a rellenar un formulario donde se refieren a ellas con el t¨¦rmino afectado ¡°.
La cobard¨ªa de la iniciativa contra la pederastia por parte del episcopado espa?ol contrasta con la valent¨ªa parad¨®jicamente ¡°prof¨¦tica¡± ¨Ccomo gustan apostillar los prelados m¨¢s conservadores¨C en el tema del aborto. De acuerdo con su l¨®gica, a los 16 a?os las mujeres no deben poder interrumpir su embarazo, pero es bueno que no salga de la c¨®moda penumbra la investigaci¨®n sobre los abusos a menores por parte de integrantes org¨¢nicos de la estructura eclesial. Prefieren vivir entre tinieblas si as¨ª evitan que los delitos salgan a la luz.
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