La Pobla de Segur (Lleida): 81 pisos de la Sareb vac¨ªos y estudiantes viviendo en furgonetas
Alquilar un piso es misi¨®n imposible en el municipio del Pallars, donde faltan apartamentos para j¨®venes y trabajadores
Cuando se habla de despoblaci¨®n rural, se suele citar como receta para evitarlo la necesidad de que haya empleo y oferta formativa. En la Pobla de Segur (Pallars Juss¨¤, Lleida) hay 3.000 vecinos, trabajo y un prestigioso centro que imparte ciclos de Formaci¨®n Profesional, el Instituto de Deportes de Monta?a del Pallars. Pero no hay vivienda de alquiler. Ni para los empleados que est¨¢n creando las industrias del municipio; ni para los estudiantes o profesores de los ciclos, que atraen cada a?o a un millar de estudiantes. Por el centro han pasado alumnos de 37 nacionalidades. Y todo esto en un municipio donde la burbuja inmobiliaria estall¨® en la cara de los vecinos: en 2009 se comenzaron a construir 200 viviendas y desde entonces, ni una. La Sareb, que se qued¨® los activos de la banca, tiene 81 pisos y nueve solares en el pueblo. Los bancos, otros 40 pisos. Todos vac¨ªos. Y mientras, hay alumnos viviendo en apartamentos tur¨ªsticos o en furgonetas camperizadas.
El alcalde, Marc Bar¨® (ERC) se desespera: ¡°No entendemos que todos estos pisos est¨¦n cerrados con la enorme demanda que tenemos. La frustraci¨®n es enorme, porque son pisos nuevos y con una m¨ªnima inversi¨®n los podr¨ªamos abrir y gestionar¡±. Bar¨® se?ala los seis bloques que en su d¨ªa construy¨® una promotora que compr¨® suelos en La Pobla y tambi¨¦n en la zona donde se proyectaba la estaci¨®n de esqu¨ª de la Vall Fosca, un proyecto truncado con la crisis del ladrillo.
¡°Vallfosca Intellacs vendi¨® los pisos a Fadesa, que luego fue Martinsa-Fadesa, y suspendi¨® pagos en 2008¡å, recuerda el alcalde. Los pisos est¨¢n en buen estado y pertenecen ahora a la cartera de 12.000 viviendas que la Sareb tiene en Catalu?a. El alcalde lleg¨® a reunirse ¡°con cinco personas de la Sareb¡±, y no vio claro el plazo de la cesi¨®n que le ofrec¨ªan, solo hasta 2025. Los seis bloques tienen 12 pisos cada uno y m¨¢s de la mitad est¨¢n vac¨ªos. Tambi¨¦n de la Sareb es el antiguo y enorme edificio de viviendas de trabajadores de la Renfe, todos cerrados. Fuentes de Sareb se?alan que ¡°en abril de 2021 no se cerr¨® la cesi¨®n porque el Ayuntamiento lo condicion¨® a acometer obras en otro inmueble¡± y ¡°reiteran su voluntad de retomar las conversaciones para cerrar un acuerdo¡±. El municipio tiene 48 pisos de protecci¨®n de la Generalitat y 30 pisos tur¨ªsticos registrados. En total, el pueblo suma 1.387 viviendas principales, seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales, de 2011.
¡°Entre el centro de formaci¨®n y las empresas c¨¢rnicas La Pobla tiene un gran potencial¡±, saca pecho el alcalde. ¡°Con los pisos de la Sareb, habr¨ªa vivienda para los estudiantes o para 80 familias¡±, lamenta. En el bar Miraltren, Manel Romero, su propietario confirma el drama: ¡°A veces no encuentro personal por falta de alquileres¡±. En el municipio tambi¨¦n est¨¢n cerrados los cuatro bungalows de lo que ten¨ªa que ser una ciudad de vacaciones de 100 caba?as. Est¨¢n pegados a la estaci¨®n del tren y el Ayuntamiento tambi¨¦n negocia su cesi¨®n con Adif.
Los bungalows est¨¢n tambi¨¦n junto al instituto de formaci¨®n en deportes de monta?a, justo a pocos metros tambi¨¦n de las furgonetas donde viven muchos de los alumnos. La formaci¨®n se divide en varias estancias de unas semanas y los estudiantes no encuentran alquileres. O si los encuentran, est¨¢n a precio de segunda residencia. ¡°Nos cost¨® mucho retener el instituto, lo quer¨ªan cerrar y lo salvamos con los ciclos¡±, recuerda Ramon Jordana, que hasta el curso pasado fue el director y ahora es el responsable de los servicios territoriales del departamento de Educaci¨®n en el Pirineu y Aran.
Ni siquiera la actual directora, Meritxell Arderiu, vive en el pueblo. ¡°Se ha hecho un esfuerzo enorme en convertir la escuela en algo muy potente y reconocido, y la falta de parque de vivienda no acompa?a: hay un gran desequilibrio entre el prestigio de la escuela y la capacidad de acogida de alumnos, que incluso podr¨ªan arraigar en la zona si hubiera vivienda¡±, opina Arderiu. Entre los alumnos del centro figuran el alpinista Ferran Latorre (ex alumno y ahora profesor) o N¨²ria Picas (alumna actualmente), presume la directora. El antiguo responsable aclara que muchos de los estudiantes ¡°son monta?eros y est¨¢n acostumbrados a la vida de furgoneta, pero no puede ser que no tengamos unos servicios m¨ªnimos, con ba?os y cocinas para ofrecerles¡±.
Los alumnos m¨¢s j¨®venes, suelen alojarse durante el curso en los apartamentos tur¨ªsticos Mart¨ª. ¡°Menos mal de esta oferta, porque en el pueblo solo hay pisos en venta¡±, se queja Nel Priego, de 19 a?os, vecino de T¨¤rrega y estudiante de condicionamiento f¨ªsico. Priego explica que, el curso pasado, hasta un profesor ¡°viv¨ªa en una furgo¡±. Guim Llort tiene 26 y estudia para gu¨ªa de media monta?a. Estos d¨ªas imparte un bloque de tres semanas y ¡°con el coste que tiene el curso¡± ni se plantea alquilar un piso. A su lado, Alan Ruiz, de 28, se forma para gu¨ªa de descenso de barrancos y tambi¨¦n se aloja en su furgoneta. ¡°El curso pasado hab¨ªa buscado pisos, pero no hay; y si hay, son alquileres vacacionales, imposible de pagar¡±. ¡°Aguantamos aqu¨ª porque es poco tiempo, si la escuela o el pueblo tuviera pisos o una residencia no estar¨ªamos aqu¨ª¡±, admiten los dos estudiantes antes de la clase de las cuatro de la tarde.
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