Tras los despidos en las oficinas de Glovo: buen ambiente en el trabajo, pero sin sindicatos

A David (nombre ficticio) le toca prepararse para un fin de semana de team building (actividades para hacer equipo) con sus compa?eros de trabajo en una casa rural. Es algo habitual en su empresa del sector digital, donde tambi¨¦n hay un grupo para gente que tiene perros, un equipo de f¨²tbol y otras actividades. ¡°Muchas americanadas, pero ninguna asociaci¨®n seria¡±, dice. Nunca ha tenido ning¨²n problema y desde que est¨¢ ah¨ª no ha habido despidos, pero reconoce que, si pasase algo, no cuentan con muchas herramientas para protegerse: los trabajadores, m¨¢s de 1.500, no tienen comit¨¦ de empresa y en su ambiente laboral ni han o¨ªdo hablar de los sindicatos. El anuncio esta semana del despido de 250 trabajadores de oficinas de Glovo, y la pol¨ªtica de recortes que est¨¢ aplicando en general el sector tecnol¨®gico tras el bum de las contrataciones por el aumento de la demanda durante la pandemia, evidencian las limitaciones de esta cultura laboral.

Las relaciones laborales en empresas digitales, startups o en los hubs de innovaci¨®n que se han ido instalando en Catalu?a en los ¨²ltimos a?os son una de las grandes asignaturas pendientes de los sindicatos, que no consiguen hacer llegar su mensaje a estos trabajadores. ¡°Somos gente muy joven, el mayor de mi departamento tiene 33 a?os, hay muchos extranjeros, y las relaciones laborales son distintas: si pasase algo hablar¨ªamos directamente con recursos humanos. Si tienes un problema, piensas antes en cambiar de empresa que en empezar una confrontaci¨®n. Es una relaci¨®n m¨¢s ego¨ªsta¡±, explica David, que antes de entrar en su actual empresa, la plataforma de planes de ocio Fever, ha pasado por otras dos startups. En su empresa se entra con un sueldo de junior de 24.000 euros anuales, y la promesa de una revisi¨®n anual. ¡°Te convencen con buenas condiciones, mucha flexibilidad, y un discurso laboral muy positivo y de buen ambiente, es f¨¢cil conformarte. Pero por ejemplo har¨ªa falta un control mayor de las horas extra, y esto no hay quien lo regule¡±, relata. Borja Esquirol, de 32 a?os, es director de operaciones en una peque?a startup, de 10 trabajadores, llamada Bchange. Explica que las relaciones laborales se tienen que entender en el contexto de que son empresas que est¨¢n creciendo. ¡°Se trata todo de forma individual, sobre todo en startups tan peque?as. No quiero decir que se aprovechen de que no hay sindicatos, pero s¨ª que la relacion es distinta¡±, se?ala. ¡°En general, creo que los sindicatos y comit¨¦s pueden tener la vertiente de ayuda y defensa de los trabajadores, pero tambi¨¦n pueden poner muchas trabas para crecer¡±, a?ade.

La gran demanda de profesionales que tiene el sector, combinada con un m¨²sculo inversor importante (en 2021 las startups catalanas captaron una inversi¨®n r¨¦cord de 1.479 millones de euros, seg¨²n los datos de Acci¨®), hace que las condiciones para trabajar sean muy favorables: el salario medio es de 55.000 euros anuales, seg¨²n los datos de Tech Barcelona (el salario bruto medio en Catalu?a es de 27.100 euros). El informe Digital Talent Overview 2022, elaborado por la Mobile World Capital, indica que en Catalu?a hay casi 100.000 trabajadores de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n (TIC), la inmensa mayor¨ªa en Barcelona y una cifra que, pese a que aumenta cada a?o, todav¨ªa est¨¢ por debajo de la demanda de las empresas.

El contexto econ¨®mico global ha llevado a los inversores, que durante a?os han regado de dinero a empresas emergentes para que crecieran sin importar que no fueran rentables, a ser m¨¢s cautos y a pedir recortes. Un trabajador de Wallbox, que prepara un ERE para reducir un 15% su masa salarial, explica desde el anonimato que no tiene claro c¨®mo se negociar¨¢. ¡°Nos hemos tenido que movilizar para tener una representaci¨®n para negociar los despidos, porque en mi departamento de atenci¨®n al cliente y ventas, no ten¨ªamos¡±, explica. Este chico de 29 a?os detalla que en su empresa y posici¨®n, el sueldo de entrada es de 20.000 euros, que sube a 23.000 a los seis meses y que puede aumentar un 10% seg¨²n los objetivos.

Inestabilidad laboral

En el caso de Glovo, no est¨¢ claro si, al anunciar el recorte del 6,5% de una plantilla de m¨¢s de 3.800 empleados ¡ªsin contar los repartidores¡ª, la empresa despedir¨¢ a perfiles altamente cualificados y bien remunerados, como programadores o jefes de equipo, o a perfiles de categor¨ªa menor, como los de atenci¨®n al cliente. ¡°No lo sabemos, porque al no haber comit¨¦ ¡ªahora se conformar¨¢ uno, pero ad hoc para este despido colectivo¡ª, la empresa no ha tenido la obligaci¨®n de informar de nada. Si lo hubiesen tenido, el comit¨¦ hubiese podido negociar, hacer propuestas, y no le ser¨ªa tan f¨¢cil a la compa?¨ªa¡±, explica Daniel Cruz, responsable de An¨¢lisis y Tranformaci¨®n Digital de CC OO en Catalu?a.

Cruz reconoce que los sindicatos tienen muchas dificultades para llegar a estos trabajadores, aunque destaca que este colectivo es minoritario con respecto a todos los que s¨ª tienen comit¨¦s: ¡°La gente se sindicaliza cuando tiene un problema, pero estos trabajadores, que en general tienen buenas condiciones, mucha rotaci¨®n, trabajan a distancia y no se conocen entre ellos, creen que no lo necesitan¡±. Tambi¨¦n lo explica por la falta de estabilidad laboral en los j¨®venes: ¡°No tienen tiempo de sindicalizarse, y adem¨¢s las empresas seleccionan al personal que menos tendencia tiene a ello. Nadie nace ense?ado ni saben qu¨¦ derechos tienen¡±. El sindicalista afirma que ¡°las relaciones laborales individualizadas, en las que no sabes qu¨¦ bonus ha cobrado tu compa?ero o c¨®mo ha negociado un aumento, van en contra de lo que se ha conseguido en 100 a?os de lucha¡±. ¡°Los comit¨¦s elegidos por los trabajadores equilibran las fuerzas, y esto es democracia¡±, se?ala.

Las startups, adem¨¢s, cuentan con una herramienta para fidelizar a sus trabajadores: las stock options, acciones de la compa?¨ªa que se otorgan al trabajador como complemento al sueldo. N¨²ria Gilgado, secretaria de pol¨ªtica sindical de UGT en Catalu?a, destaca que estas empresas ¡°hacen creer a este tipo de trabajadores que no forman parte de la gente asalariada, sino que est¨¢n en una ¨¦lite diferente¡±. ¡°Nos cuesta llegar a ellos por este motivo, porque tienen un modelo de relaci¨®n con la empresa muy individualista. Pero cuando hay despidos o incumplimientos, ven que est¨¢n indefensos¡±, se?ala.

Un trabajador que ha tenido responsabilidades en startups, que pide el anonimato, defiende el modelo: ¡°Son relaciones laborales como en cualquier otra empresa, pero al ser perfiles m¨¢s cualificados, no necesitas los sindicatos, estos est¨¢n para sectores menos cualificados. Adem¨¢s, cuando entras en una startup ya sabes que est¨¢s por un periodo determinado, que depende de una financiaci¨®n y de unas ventas, y asumes el riesgo¡±. En este sentido, entiende ¡°perfectamente¡± los despidos en Glovo: ¡°Es un tema de n¨²meros, los inversores piden rentabilidad y ven que hay mucha gente trabajando. Calculo que se ahorrar¨¢n unos 50 millones¡±.

Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal