El dif¨ªcil equilibrio de Salvador Illa
El l¨ªder del PSC se arriesga a que se desdibuje su rol de jefe de la oposici¨®n en Catalu?a tras darle aire a Aragon¨¨s con los Presupuestos
Salvador Illa est¨¢ habituado a bregar con esfuerzos de largo recorrido. Disciplinado corredor de fondo, culmin¨® el ¨²ltimo Marat¨®n de Valencia en 3 horas 49 minutos, da pocas muestras p¨²blicas de dejarse arrastrar por las prisas. El reciente pacto de presupuestos que cerr¨® personalmente con Pere Aragon¨¨s para que el PSC preste ox¨ªgeno al gobierno de Esquerra Republicana siembra de dudas el papel de oposici¨®n que pueden jugar los socialistas de ahora en adelante en Catalu?a. Pero en el radar de Illa la meta figura detr¨¢s un pu?ado de hojas de calendario.¡±Nuestra manera de hacer las cosas no va a cambiar, no estamos aqu¨ª para apuntalar un gobierno que colapsa, pero somos gente responsable y entendemos que estos Presupuestos son necesarios para Catalu?a¡± razona el propio Illa. ¡°No hay ninguna duda de que el PSC ejercer¨¢ su papel de oposici¨®n, pero al final, lo m¨¢s relevante del pacto de presupuestos es que se han fulminado los bloques que hab¨ªa en Catalu?a y se abre la puerta a poder cerrar pactos electorales que eran impensables hace solo unos meses¡±, manifiesta un colaborador del primer secretario del PSC.
El Govern mantiene que el compromiso alcanzado para dar luz verde a los presupuestos no implica ¡°un pacto de legislatura¡±, pero el empuj¨®n presupuestario de los socialistas allana el camino para que el president Aragon¨¨s pueda plantearse llegar hasta el fin del mandato, el primer trimestre de 2025. Y es en ese escenario donde Illa tiene fijado su pico de forma para tratar de asaltar la presidencia de la Generalitat y romper un ciclo de m¨¢s de una d¨¦cada de presidentes independentistas. Tras relevar sorpresivamente a Miquel Iceta como cabeza de cartel, el 14-F del 2021 Illa ya se convirti¨® en el primer socialista que ganaba unas elecciones al Parlament desde el a?o 2003, cuando Pasqual Maragall se impuso en votos pero no en esca?os. Hace dos a?os, el PSC y Esquerra fueron las fuerzas m¨¢s votadas y empataron a 33 diputados. Darle ahora aliento al rival pol¨ªtico m¨¢s directo chirr¨ªa con el perfil que hab¨ªa querido marcar el PSC, que incluso lleg¨® a nombrar un Govern Alternatiu, invistiendo a Illa en el papel de presidente a la sombra, con sus consejeros y todo.
¡°Se har¨¢ una oposici¨®n con el estilo Illa, exigente pero con la mano tendida¡±, indican desde el PSC. Esta semana, en el Parlament se visualiz¨® un pacto de no agresi¨®n entre los socialistas y el Govern. Illa mand¨® a sus diputados retirar una moci¨®n acerca de las embajadas catalanas en el exterior. El texto de los socialistas instaba al Govern a no abrir nuevas oficinas en el extranjero, pero fue retirado ante las escasas posibilidades de que saliese adelante. Eso evit¨® dejar en evidencia un desacuerdo entre ERC y el PSC en un tema que, sobre el papel, fue materia de negociaci¨®n para el acuerdo de los Presupuestos. Tambi¨¦n esta semana, Esquerra decidi¨® apoyar una nueva ley, avalada por Junts y el PSC, que permitir¨¢ a los Ayuntamientos actuar ante ocupaciones de pisos de grandes propietarios que generan problemas de convivencia vecinal.
El jefe socialista asegura que ser¨¢ firme en ¡°fiscalizar¡± al Ejecutivo de Aragon¨¨s, pero defiende que la acci¨®n de su partido tiene que guiarse por la senda de la responsabilidad. ¡°Aprobar el presupuesto no supone rescatar al gobierno¡±, matiza Illa, que se declara poco amigo ¡°del acoso y derribo¡±. Dice estar poco preocupado por el coste electoral que pueda tener su gesto hacia el PSC, y se aferra a un razonamiento pragm¨¢tico: ¡°En la pol¨ªtica se est¨¢ para ser ¨²til y en este caso los ciudadanos de Catalu?a no tiene porque pagar los efectos de que el Govern est¨¦ en minor¨ªa¡±.
Pese a la declaraci¨®n de intenciones, el acercamiento de ERC y PSC no fue una operaci¨®n f¨¢cil. Los desplantes, primero, del presidente de Esquerra Oriol Junqueras rechazando el respaldo socialista entorpecieron las conversaciones. Y cuando qued¨® patente que Esquerra solo pod¨ªa contar con los votos del PSC porque Junts se apartaba de cualquier acuerdo con los exsocios, Illa puso sobre la mesa una lista de condiciones en materia de infraestructuras que resultaban espinosas para el Govern. Dise?ar un plan para aumentar el tr¨¢fico del aeropuerto de Barcelona El Prat, impulsar el cintur¨®n orbital de Barcelona en la B40, obra conocida como Cuarto Cintur¨®n, o desencallar la construcci¨®n del megacomplejo tur¨ªstico con casinos Hard Rock en Tarragona eran puntos irrenunciables para los negociadores socialistas. Ah¨ª radica uno de los riesgos que afronta Illa. Basar su oposici¨®n en los incumplimientos del Govern dejar¨¢ en evidencia la esterilidad de las negociaciones hechas por el PSC para dar luz verde a las cuentas de la Generalitat. ¡°En el pacto de Presupuestos se acord¨® una comisi¨®n de seguimiento que se reunir¨¢ trimestralmente y que se puede convocar de forma extraordinaria a petici¨®n de una de las partes¡±, alegan desde el PSC. ¡°Quien no cumpla con lo pactado, que se atienda a las consecuencias¡±, indican las mismas fuentes.
Antes de ser presidente, Aragon¨¨s ocup¨® la consejer¨ªa de Econom¨ªa y siempre ha sido consciente de la conveniencia de aprobar las cuentas con premura. ERC maniobr¨® para presionar al PSC, pactando primero con En Com¨² Podem y, luego, buscando un acuerdo transversal con sindicatos, patronal y agentes sociales donde se pon¨ªa de relieve la urgencia de desbloquear los Presupuestos. ¡°Presi¨®n de verdad es tener que afrontar 700 muertos al d¨ªa¡±, respondi¨® alguna vez Illa a su entorno, en referencia a la perspectiva que le dio tener que lidiar con una pandemia siendo Ministro de Sanidad.
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