Un centenar de vecinos del Raval frenan dos de cuatro desahucios en un d¨ªa: ¡°Las pol¨ªticas progresistas no se cumplen¡±
El dispositivo de los Mossos d¡¯Esquadra ha tardado m¨¢s de tres horas en llegar a la puerta del edificio por la resistencia del Sindicato de Vivienda del Raval
¡°?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? ?Es un atentado?¡±, han preguntado sorprendidos los transe¨²ntes y vecinos del barrio del Raval frente a los 11 furgones del dispositivo especial de los Mossos d¡¯Esquadra que este mi¨¦rcoles han cercado la plaza de Aureli Capmany de Barcelona. El discurso anticapitalista v¨ªa meg¨¢fono, la humareda color de rosa y c¨¢nticos como ¡°este desahucio lo vamos a parar¡± indicaban el m¨®vil del centenar de personas congregadas en la plaza: parar el desahucio de cuatro viviendas, tres en la calle del Carme 106 y una en Robadors 12. La contundente resistencia vecinal ha obligado a desplegar la ARRO, una unidad policial a caballo entre el orden p¨²blico y la seguridad ciudadana. Y a comprometer con ella la filosof¨ªa del Departamento de Interior, que la semana pasada sac¨® pecho en el Parlament de que en el ¨²ltimo a?o los antidisturbios (BRIMO), no hab¨ªan intervenido en ning¨²n desahucio durante el a?o pasado, y la ARRO, solo en el 25%. Despu¨¦s de 15 horas de resistencia, la comitiva judicial ha culminado dos de los cuatro desahucios previstos.
A las 8.30 horas, vecinos y miembros del Sindicato de Vivienda del Raval han llegado a la plaza de Aureli Capmany para hacer frente al ¡°macrodesahucio¡± de cuatro viviendas previsto para este mi¨¦rcoles. A sus espaldas, llevaban una peque?a victoria: haber logrado la tarde antes frenar el desalojo, v¨ªa negociaci¨®n, de uno de los cuatro previstos (en la calle del Carme, 106): el de una mujer y sus cuatro hijos, tres de ellos menores de edad. Cinco horas de resistencia despu¨¦s, con el proceso de ejecuci¨®n en marcha, los miembros del sindicato han conseguido la segunda conquista: parar el del n¨²mero 12 de Robadors.
Sobre las 10 horas, la comitiva judicial encargada del desahucio ha llegado al centro de la congregaci¨®n para negociar con los vecinos afectados. Mart¨ª (26 a?os) lleva dos a?os viviendo en el 106 de la calle del Carme y ¡°luchando¡± contra la filial del fondo buitre Cerberus que en 2015 adquiri¨® la propiedad del edificio. ¡°Llevamos meses negociando con ellos pero no hay manera. Hemos intentado llegar a un acuerdo de alquiler social, les ofrecimos pagar un alquiler a precio de mercado con ayudas de la Generalitat y se han cerrado en banda. Nos dicen que su prop¨®sito es dividir la propiedad horizontal de los pisos y venderlos en bloque¡±, ha asegurado Mart¨ª, antes de regresar con sus compa?eros despu¨¦s del fracaso en las negociaciones con la comitiva judicial.
Mart¨ª, junto al resto de miembros del Sindicato de Vivienda del Raval, denuncia que la coincidencia de fechas de los cuatro procesos constituye ¡°una violaci¨®n de los derechos y libertades pol¨ªticas de los ciudadanos¡±. ¡°No es una casualidad que cuatro juzgados propongan el mismo d¨ªa para ejecutar los procedimientos, con esto lo que quieren es doblegar la resistencia del sindicato enviando un amplio dispositivo policial¡±, ha subrayado Max Carbonell, portavoz del Sindicato, sobre una estrategia que consideren que divide la fuerza que puedan oponer.
Pasadas las 11 horas, una decena de furgones de los Mossos ha cortado el acceso al portal por la plaza de Aureli Capmany y por la esquina con Sant Ll¨¤tzer. Los agentes se han encontrado con m¨¢s de una centenar de personas aglutinadas entorno a los pisos desahuciados y encadenados entre s¨ª formando un bloque envuelto a los que han tardado m¨¢s de cinco horas en ir descamando ¡°como en el juego de la cebolla¡±. Los vecinos del barrio se han aglutinado alrededor del cord¨®n policial y han animado a sus compa?eros en los c¨¢nticos que han liderado dos de las j¨®venes desahuciadas desde la ventana de enfrente de la vivienda, a trav¨¦s de un meg¨¢fono: ¡°Verg¨¹enza me dar¨ªa a m¨ª cobrar un sueldo por echar a la calle a la gente del pueblo¡±.
Vivienda gratuita, accesible y de calidad es lo que demandan los miembros del sindicato. El bloque de Carme 106 empez¨® a movilizarse en 2015, cuando el edificio fue adquirido por la SOCIMI Optimum Re Spain, filial del fondo buitre Cerberus, uno de los m¨¢s grandes del mundo y de los que m¨¢s inmuebles gestionan en Espa?a, con los que este peri¨®dico ha intentado contactar sin ¨¦xito. El sindicato tacha de ineficaces las medidas sociales. ¡°Las pol¨ªticas progresistas no se cumplen: dicen que no hay desahucios pero sigue habi¨¦ndolos, los presupuestos de alquiler social son insuficientes y para qu¨¦ quiero que pongan un tope al alquiler si, a¨²n con ese tope, todo mi sueldo de cocinero se gastar¨¢ en pagarlo¡±, ha criticado Mart¨ª.
Sobre las 14.30 horas el dispositivo de los Mossos d¡¯Esquadra ha conseguido llegar a la puerta del edificio de la calle del Carme despu¨¦s de que casi un centenar de vecinos hayan resistido durante tres horas. Los gritos de resistencia han servido para congregar y retrasar el desahucio pero no para pararlo, y finalmente, Mart¨ª y otros cinco j¨®venes han sido desahuciados al grito de ¡°no se entiende, gente sin casa y casa sin gente¡±, para denunciar la adquisici¨®n de pisos por los grandes fondos que auguran ¡°acabar¨¢n con la vida del barrio¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.