El d¨ªa en que Junts y ERC se pusieron de acuerdo en la amnist¨ªa
Una llamada el domingo entre Jordi Turull y Marta Rovira, los n¨²meros dos de las formaciones independentistas, facilit¨® el pacto
Desde octubre de 2017, todos los partidos independentistas insisten en pedir una unidad de acci¨®n que siete a?os despu¨¦s ha tomado tintes quim¨¦ricos. Eso s¨ª, hay d¨ªas en que esa b¨²squeda de ese estado de gracia del relato oficial secesionista parece acercarse. A principio de la semana pasada, se roz¨® a cuenta de la amnist¨ªa a los l¨ªderes del proc¨¦s y cientos de manifestantes an¨®nimos. Junts y Esquerra Republicana, que han querido remarcar sus caminos separados en la legislatura espa?ola, finalmente tuvieron que ponerse de acuerdo para dar luz a la ley: todo lo cataliz¨® por una llamada entre los secretarios generales de ambas formaciones, Jordi Turull y Marta Rovira, gracias a la pista de amerizaje que fue el borrador del dictamen de la Comisi¨®n de Venecia.
Desde que el jueves se aprob¨® en la Comisi¨®n de Justicia del Congreso el dictamen de la ley de la amnist¨ªa, ambos partidos se han vuelto a embarcar en una lucha sin cuartel por el relato de qui¨¦n se ha llevado el gato al agua. En las filas de la formaci¨®n de Carles Puigdemont, huido de la justicia espa?ola, insisten en que el nuevo texto es m¨¢s robusto, al omitir referencias al C¨®digo Penal espa?ol en el punto del terrorismo y apela directamente a la Directiva europea. En las de ERC insisten en que con el anterior, que Junts rechaz¨® el 30 de enero, ya bastaba. La pugna sigue viva, pero es distinto tenerla ya con el acuerdo cerrado. El PSOE, seg¨²n fuentes gubernamentales, est¨¢ m¨¢s en la l¨ªnea de los republicanos: ¡°Los cambios han sido pura terminolog¨ªa¡±.
Tras las pasadas elecciones, Junts y ERC abrieron cada uno su v¨ªa de negociaci¨®n propia con el Gobierno y el espinoso y trascendental punto de la amnist¨ªa no fue la excepci¨®n. La pelea por qui¨¦n ten¨ªa la ¨²ltima palabra se vio tanto en las ag¨®nicas negociaciones de la investidura como en el pasado intento frustrado de aprobar el texto. ¡°En un momento concreto les decimos: ¡®Oye, os ten¨¦is que entender¡±, aseguran fuentes gubernamentales cercanas a la negociaci¨®n, remarcando que fueron ellos quienes dieron el paso de mediar. Fuentes de Junts insisten en que aceptaron esa f¨®rmula porque tambi¨¦n pensaban que los socialistas se aprovechaban del papel de intermediadores para decir que no a sus peticiones, argumentando que ERC no las querr¨ªa. Junts acept¨® cuando desde el Gobierno se les dijo que se aceptar¨ªa el texto saliente de un acuerdo entre independentistas.
Los dos partidos se encontraron en medio de esa negociaci¨®n con sus contradicciones internas, como las posiciones de m¨¢ximos que cada uno hab¨ªa defendido en toda la negociaci¨®n. ¡°Yo tambi¨¦n dije que no se iba a tocar una coma del texto de noviembre. El orgullo te lo metes en el bolsillo¡±, acept¨® Turull el 1 de marzo en un encuentro con periodistas. ERC, que no ha parado de repetir que no hab¨ªa mucho m¨¢s que poder arreglar en el articulado, ha terminado por poder incluir alguna mejora que defend¨ªa, como la de las multas.
El borrador del dictamen de la Comisi¨®n de Venecia, que hab¨ªa solicitado el Senado, donde el PP tiene una s¨®lida mayor¨ªa, permiti¨® hacer varias carambolas. El partido liderado por Alberto N¨²?ez Feij¨®o ve¨ªa como ese intento de desvirtuar la amnist¨ªa no era tan efectivo. A los independentistas y al PSOE, las reflexiones del ¨®rgano consultivo Consejo de Europa ubicado en la ciudad de los canales les permiti¨® encontrar una v¨ªa para poder reubicarse en varios aspectos. Por ejemplo, las recomendaciones sobre c¨®mo abordar la malversaci¨®n ¡ªpidiendo aclarar claramente que queda excluido ¡°el beneficio personal de car¨¢cter patrimonial¡±¡ª les mostr¨® algo que no hab¨ªan sopesado en los textos anteriores. Esa reescritura facilitaba que todos pudieran vender que manten¨ªan sus posiciones. En el PSOE tambi¨¦n creen que la r¨¢pida recuperaci¨®n de Turull, que hab¨ªa sufrido un infarto el lunes 26 de febrero, fue clave para engrasar el pacto. ¡°Si no se hubiera recuperado, los ¨²ltimos d¨ªas habr¨ªa habido una mala noticia, sin duda¡±, apuntan voces socialistas cercanas a la negociaci¨®n.
El s¨¢bado, en su intervenci¨®n en un acto en el Consell de la Rep¨²blica, Carles Puigdemont dio por hecho que llegar¨ªa una ¡°nueva etapa¡± donde el ¨¦nfasis no estar¨ªa en la ¡°lucha antirrepresiva¡± y se podr¨ªan dejar atr¨¢s losas como la del ¡°exilio¡±. Esa luz verde motiv¨® que finalmente Turull y Rovira, huida de la justicia espa?ola en Suiza, se emplazaran a hablar, algo que sucedi¨® el lunes a primera hora. El trabajo de los equipos tom¨® velocidad de crucero: por parte de Junts, el abogado Gonzalo Boye y el exdiputado en el Congreso Josep Pag¨¨s. Por ERC, la vicesecretaria de pol¨ªtica antirrepresiva, Marta Vilaret, y tambi¨¦n, en algunos momentos, el l¨ªder de los republicanos en el Parlament, Josep Mar¨ªa Jov¨¦. En el PSOE, desde un principio se hab¨ªan repartido los papeles: el secretario general de los socialistas, Santos Cerd¨¢n, se encargaba de los de Puigdemont; y el ministro F¨¦lix Bola?os era el interlocutor.
El presidente Pedro S¨¢nchez, explican fuentes gubernamentales, vol¨® a Brasil el martes sin tenerlo todo completamente amarrado. ¡°Se va con la idea de que esto se va a cerrar, pero no con la seguridad¡±, explican esas voces. El acuerdo se cerr¨® el mi¨¦rcoles por la tarde y en Brasilia, a las cinco de la tarde, hora espa?ola, el l¨ªder socialista vaticin¨® que ser¨ªa en cuesti¨®n de ¡°minutos¡± inicialmente, aunque acto seguido ampli¨® la horquilla y habl¨® de ¡°horas¡± por precauci¨®n. Finalmente, el pacto a tres bandas se produjo poco despu¨¦s. ¡°Alrededor de las 18.30 cerramos¡±. Se decidi¨® hacer un comunicado conjunto anunci¨¢ndolo: Junts envi¨® el suyo, solo con su logotipo, a las 20.00. Al segundo lo hicieron los socialistas, con las tres siglas. ERC hizo lo mismo a las 20.05.
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