Jos¨¦ Mansilla, antrop¨®logo urbano: ¡°Barcelona est¨¢ montada en la autopista de la desigualdad¡±
Conocido como @antroperplejo, estudia los conflictos urbanos y el turismo y defiende que tiene m¨¢s incidencia difundir estudios en las redes sociales o prensa que en ¡®papers¡¯ acad¨¦micos
Llega el primero al bar La Chimenea de Barcelona. Frontera entre el Poblenou y Diagonal Mar. Est¨¢ de Rodr¨ªguez y a ratos se aburre. Cuando termina marujeos dom¨¦sticos, escribe art¨ªculos para entregar en los pr¨®ximos d¨ªas. Con ustedes, Jos¨¦ Mansilla (Sevilla, 50 a?os), ingeniero agr¨®nomo y forestal y antrop¨®logo. O @antroperplejo en X, la ¨²nica red social en la que tiene perfil y donde expone conflictos urbanos, despelleja paradojas de las administraciones, se?ala pr¨¢cticas o abusos del turbocapitalismo y comenta art¨ªculos de prensa. Como antrop¨®logo urbano ha estudiado los movimientos sociales, la desigualdad, los cambios que provocan grandes reformas, los efectos del turismo masivo y din¨¢micas como la gentrificaci¨®n.
La Chimenea es su bar del barrio: ¡°Es normal, mantiene precios populares, la relaci¨®n calidad precio es estupenda y el due?o es mega simp¨¢tico¡±. Mansilla es ¡°muy de bares¡±, de tomar algo por la tarde. Y se?ala que cuando lleg¨® le llam¨® la atenci¨®n que en Barcelona ¡°la gente socializa poco en los bares, que en Andaluc¨ªa son espacios comunes de intercambio¡±. ?ltimamente sale menos. Hace tres a?os decidi¨® dejar la escuela privada donde daba clases para tener m¨¢s tiempo, pero ha perdido ingresos. Ahora es profe asociado en el departamento de Antropolog¨ªa de la facultad de Letras de la Aut¨®noma de Barcelona. Y freelance. Escribe art¨ªculos, participa en debates y redacta informes para administraciones. Suyo fue el que el S¨ªndic de Barcelona encarg¨® sobre el botell¨®n despu¨¦s del verano de desmadre juvenil postpand¨¦mico.
Estudi¨® ingenier¨ªa forestal porque como ¡°hijo de la clase obrera¡± para su familia era importante que tuviera una carrera. Pero le ¡°fascin¨®¡± y se pas¨® a la antropolog¨ªa cuando tuvo una pareja que estudiaba la carrera en Sevilla. ¡°Da herramientas para analizar la realidad social y la vida cotidiana. Saber lo que ocurre, su contexto y causas, y poder influir, que los trabajos no se queden en la universidad o en las bibliotecas. La antropolog¨ªa conlleva una gran responsabilidad: si sabemos lo que ocurre y c¨®mo analizarlo, tenemos que salir a decir algo¡±, defiende de corrido. Y apuesta por una difusi¨®n pragm¨¢tica de los trabajos: ¡°Si nos lo quedamos, lo publicamos en un paper, en una revista indexada anglosajona, que no se va a leer nadie, no sirve para nada¡±. ?Y ¨¦l no tiene papers? ¡°Tengo much¨ªsimos, decenas. Uno de los que m¨¢s esfuerzo dediqu¨¦ analizaba la realidad social del Poblenou haciendo un paralelismo entre los movimientos sociales y la lucha de clases en el marco marxista. No s¨¦ cu¨¢nta gente lo ha le¨ªdo, en los listados me han citado dos personas, por eso prefiero hacer tuits o escribir en prensa y decir ¡®est¨¢ pasando esto¡¯. Es m¨¢s ¨²til y tiene m¨¢s incidencia para cambiar las cosas¡±. Entre tuits y retuits, no baja de una veintena de mensajes diarios.
A Barcelona lleg¨® con 35 a?os. ¡°Conoc¨ª a una mujer de fuera de Barcelona pero que vive aqu¨ª¡±. Mansilla es uno de los fundadores del Observatori d¡¯Antropologia del Conflicte Urb¨¤, pionero y creado por doctorandos (muchos con Manuel Delgado dirigiendo sus tesis) que coincidieron estudiando barrios de Barcelona, ten¨ªan ¡°una afinidad personal tremenda¡± y montaron la asociaci¨®n despu¨¦s de organizar unas jornadas en 2012. Ahora, dice, ya est¨¢ ¡°un poco de salida¡± de un colectivo donde que cada cuatro a?os hay un relevo generacional.
Mansilla se?ala a la industria tur¨ªstica y cita una pregunta de Joan Boades: ¡°Si el turismo crea riqueza, ?por qu¨¦ no somos ricos?¡±
Vecino del Poblenou, materia prima estupenda para analizar la mutaci¨®n socioecon¨®mica y residencial de un barrio, hace unos a?os decidi¨® dejar de estudiarlo. Se cans¨®. ¡°Tambi¨¦n llevo mucho tiempo diciendo que quiero dejar de estudiar el turismo, pero el turismo no quiere dejarme a mi¡±, dice. Porque en Barcelona es el tema ¡°transversal que suma vecinos, entidades o partidos que se est¨¢n viendo atacados¡±. ¡°Es la principal causa de generaci¨®n de conflicto en los barrios y la ciudad¡±. Mansilla cree que ¡°la turistificaci¨®n de Barcelona ha ido demasiado lejos y hay que tomar medidas para dar marcha atr¨¢s: gobernarlo, con decisiones pol¨ªticas, no tecnocr¨¢ticas, fijando qu¨¦ papel debe jugar¡±. A su juicio: ¡°Decrecer, aunque los que se han forrado con el turismo no van a querer¡±. ¡°Nos queda ganar la batalla del relato, en twitter, en charlas, en art¨ªculos, y apoyar opciones pol¨ªticas que abunden en esa direcci¨®n¡±, defiende.
Mansilla pide no se?alar a los turistas sino a la industria tur¨ªstica y la vincula a las desigualdades de la ciudad citando a un experto de Baleares, Joan Buades: ¡°Si el turismo crea riqueza, ?por qu¨¦ no somos ricos?¡±. ¡°Es una industria de mano de obra barata, que no necesita mucha formaci¨®n, concentra los beneficios en el capital y exprime cosas que son p¨²blicas, como el espacio p¨²blico o nosotros, los barceloneses¡±, analiza. Y a?ade que ¡°el turismo es un veh¨ªculo de generaci¨®n de desigualdad en una ciudad que lleva tiempo montada en la autopista de la desigualdad, con pr¨¢cticas neoliberales desde la propia administraci¨®n que son parches o la aceleran: eventos para atraer capital internacional, el Pla Endre?a que criminaliza a los vulnerables, la nueva ordenanza de civismo, limitar pensiones a seis meses, dificultar el empadronamiento, que en la Barceloneta necesites permiso para entrar en tu barrio durante la Copa del Am¨¦rica¡±.
El antrop¨®logo pasar¨¢ las vacaciones ¡°en un lugar de Catalu?a¡± visitando a su familia, y se escapar¨¢ ¡°a una ciudad de Europa¡± con su hija. Pide que no aparezcan aqu¨ª los nombres de los dos destinos, ambos en el top ten de los m¨¢s masificados del continente. ¡°Los que nos manifestamos lo hacemos para rechazar la turistificaci¨®n, no el turismo. Lo que no puede ser es entrar en el c¨ªrculo de plantearte viajar cada fin de semana. El problema no es un viaje individual, sino el impacto que fomenta la industria, entrar en la m¨¢quina turistificadora de consumo continuo, que es a lo que hay que poner l¨ªmites¡±. En resumen: que una salida al a?o no hace da?o.
Restaurante cafeter¨ªa La Chimenea
Ramon Turró, 344, Barcelona
Copa de cerveza, 2.20
Olivas, gratis
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