Feij¨®o se clona en el PP andaluz: siglas peque?as, mucha gesti¨®n y poca ideolog¨ªa

Donde Isabel D¨ªaz Ayuso llenaba sus v¨ªdeos electorales de bares y anunciaba una batalla entre el comunismo y la libertad, Juanma Moreno se va a un hospital p¨²blico de Sevilla y se dedica a vender su gesti¨®n sin apenas mentar a los rivales pol¨ªticos. Hace 13 meses, en la campa?a electoral m¨¢s feroz que se recuerda en Espa?a, la presidenta madrile?a y el entonces l¨ªder del PP, Pablo Casado, presentaban la contienda auton¨®mica como una cruzada para acabar con Pedro S¨¢nchez. El nuevo jefe de los populares, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, se estren¨® este viernes en la carrera electoral andaluza sin pronunciar una vez el nombre del presidente del Gobierno. Con todas las encuestas a favor, Feij¨®o lo ten¨ªa f¨¢cil para contestar afirmativamente cuando le preguntaron en M¨¢laga si la hipot¨¦tica victoria de su partido constituir¨ªa el primer paso para el asalto a La Moncloa. El l¨ªder popular dijo lo contrario de lo que siempre dec¨ªa Casado: ¡°Estas elecciones est¨¢n pensadas por y para Andaluc¨ªa. Nuestro foco debe ser Andaluc¨ªa, Andaluc¨ªa y Andaluc¨ªa¡±.

Esa triple invocaci¨®n recordaba al lema con el que Feij¨®o conquist¨® hace dos a?os su cuarta mayor¨ªa absoluta como presidente de la Xunta. Galicia, Galicia, Galicia fue entonces el eslogan de una campa?a que ha marcado tendencia para Andaluc¨ªa. De nuevo, como ya hab¨ªa hecho Feij¨®o, las siglas del PP en un segundo plano de la iconograf¨ªa, empeque?ecidas por el nombre del presidente y candidato ¡ªaqu¨ª un simple y familiar Juanma¡ª y la apelaci¨®n al patriotismo local. En los actos de Moreno, como en los de Feij¨®o en Galicia, se ven m¨¢s banderas auton¨®micas que nacionales.

La letra peque?a de las encuestas que se han conocido en los ¨²ltimos d¨ªas, como la de 40dB. para EL PA?S y la SER o la del CIS, muestran que la figura de Feij¨®o se est¨¢ clonando en Andaluc¨ªa. En Moreno se reproducen algunos de los rasgos que m¨¢s han empujado la carrera del gallego: su gesti¨®n es bien percibida por una mayor¨ªa, no despierta animadversiones ac¨¦rrimas en la izquierda y consigue entrar en el sector m¨¢s centrista del electorado del PSOE. As¨ª han construido sus figuras Moreno y Feij¨®o, y por esa raz¨®n reh¨²yen los combates ideol¨®gicos que cultiva Ayuso, la gran ausente en esta campa?a. Nada de amenazas comunistas ni de gritos por la libertad. El presidente andaluz empez¨® la carrera hablando de sanidad p¨²blica ante el renacido hospital militar de Sevilla, y Feij¨®o, de datos econ¨®micos en un pol¨ªgono industrial de M¨¢laga.

La pol¨ªtica espa?ola se suele mover al comp¨¢s del excitado clima de Madrid y Catalu?a, pero en la periferia la temperatura es a veces otra. Feij¨®o lo sabe muy bien. Cuando estaba en Galicia, su discurso sol¨ªa tener diferentes escalas, seg¨²n la audiencia fuese de casa o de los fortines conservadores de la capital. Este viernes repiti¨® la jugada. El Feij¨®o que la v¨ªspera, con Carlos Alsina en Onda Cero, hab¨ªa acusado al Gobierno de ¡°maquillar¡± las cifras del paro y consentir un ¡°apartheid ling¨¹¨ªstico¡± en Catalu?a, enfund¨® el pu?al tras llegar a la Costa del Sol. Insisti¨®, eso s¨ª, en criticar que no se cuenten como parados a los fijos discontinuos, apenas unos minutos despu¨¦s de haber presumido de los buenos datos de paro de Andaluc¨ªa. Ya el jueves, al tiempo que Feij¨®o hablaba de maquillaje, la Xunta que ¨¦l presid¨ªa hasta hace unas semanas sacaba pecho por las mejores cifras de empleo en Galicia desde 2008.

Campa?a templada y sin insultos

Quedan dos semanas por delante hasta el 19-J, tiempo suficiente para que todo se enfangue y m¨¢s con la importancia que el consenso pol¨ªtico general ¡ªlos partidos, los medios, los analistas¡ª ha concedido a estos comicios. Estos primeros d¨ªas son adem¨¢s poco propicios para el proselitismo electoral, en medio del fervor popular por el Roc¨ªo o el Carnaval retrasado de C¨¢diz. A salvo de todo eso, el comienzo de la campa?a no ha tenido nada que ver con la terrible atm¨®sfera de hace un a?o en Madrid e incluso con la temperatura de meses atr¨¢s en Castilla y Le¨®n. De momento no hay insultos importantes que registrar, ni siquiera de Macarena Olona, la candidata de Vox.

A este clima suavizado contribuye el nuevo estilo del PP y tambi¨¦n los de sus contrincantes. Lo m¨¢s duro que el socialista Juan Espadas dijo este viernes de Moreno en La Algaba, un pueblo pegado a Sevilla, fue exigirle que ¡°d¨¦ de una vez la cara y deje de echarle la culpa al Gobierno¡±. Espadas se centr¨® en criticar la pol¨ªtica social del PP y en defender el legado de la largu¨ªsima etapa del PSOE. Frente al aire renovado que quiere ofrecer Moreno, el socialista sostuvo que la derecha de hoy es la misma que hace 40 a?os intent¨® bloquear la tramitaci¨®n por v¨ªa r¨¢pida de la autonom¨ªa andaluza.

El tono templado de los primeros compases se extendi¨® a los grupos m¨¢s a la izquierda. Por mucho que las alusiones a la extrema derecha est¨¦n siempre presentes, un indicio es que la palabra fascismo a¨²n no ha salido a relucir. La candidata de Por Andaluc¨ªa, Inmaculada Nieto, tambi¨¦n dedic¨® buena parte de su intervenci¨®n de este viernes en Algeciras a presumir de gesti¨®n, en su caso del plan de empleo dotado con 50 millones que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, aprob¨® para la comunidad en v¨ªsperas de la campa?a. D¨ªaz no se implicar¨¢ a fondo en la batalla andaluza, aunque tampoco pasar¨¢ de puntillas como en Castilla y Le¨®n y echar¨¢ una mano a la confluencia de IU, Podemos y M¨¢s Pa¨ªs.

La contenci¨®n verbal de las primeras horas de campa?a fue tal que ni Macarena Olona, campeona del jaleo en el Congreso de los Diputados, depar¨® ning¨²n titular sangriento. Olona est¨¢ ahora entregada a los gestos, como el de dar su pistoletazo de salida bajo las estatuas de Isabel Cat¨®lica y Crist¨®bal Col¨®n en Granada, ¡°cuna de la hispanidad¡±.

Invocar el fantasma de la extrema derecha no es patrimonio de la izquierda. El candidato de Ciudadanos, Juan Mar¨ªn, vapuleado por la demoscopia, se vende como el socio razonable del PP frente a Vox. Ciudadanos ya intent¨® lo mismo en Madrid y Castilla y Le¨®n con resultados catastr¨®ficos. Mar¨ªn insiste: ¡°Que no pasemos de ser el cortijo de la izquierda al cortijo de la derecha¡±.