La batalla por la financiaci¨®n desplaza al ¡®proc¨¦s¡¯ y vuelve al centro de la campa?a catalana

Los partidos catalanes han vuelto a situar la financiaci¨®n auton¨®mica en el centro de la campa?a del 12-M despu¨¦s de haber desterrado esa reforma de la agenda pol¨ªtica durante m¨¢s de una d¨¦cada. Tras el amplio llamamiento de patronales y sindicatos para pactar un nuevo sistema que mejore los ingresos de la Generalitat, las principales fuerzas se han apresurado a lanzar sus propuestas al vislumbrar un posible anzuelo para captar el voto moderado. La vieja batalla por la mejora de la autonom¨ªa financiera se impone en campa?a a la amnist¨ªa o al refer¨¦ndum. Por ello, los candidatos desempolvan viejas reivindicaciones: desde la oferta de ERC de una suerte de concierto fiscal solidario a la del PSC de desplegar un consorcio formado por el Gobierno central y la Generalitat para que la Agencia Tributaria de Catalu?a recaude y gestione todos los impuestos que se generen en la comunidad, como ya prev¨¦ el Estatut.

Oriol Junqueras dej¨® de acudir al Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera (CPFF) a partir de 2017. El entonces vicepresidente econ¨®mico del Govern romp¨ªa la doctrina que ¨¦l mismo se hab¨ªa impuesto pocos meses antes, que consist¨ªa en seguir sent¨¢ndose en cualquier foro en el que se discutiera ¡°un solo euro¡± que pudiera repercutir en los ciudadanos catalanes. Y ello a pesar de que hac¨ªa ya pr¨¢cticamente cinco a?os que los partidos soberanistas hab¨ªan renunciado a reclamar al Gobierno una mejora de la financiaci¨®n. Tras el portazo, de Mariano Rajoy al ambiguo ¡°pacto fiscal¡± de Artur Mas en 2012, los sucesivos ejecutivos de signo soberanista se lanzaron al proyecto de una finalmente fallida ¡°Hacienda propia¡±, que casi desde su concepci¨®n estaba vinculada a la independencia. A la vez, tampoco el Gobierno central mostraba inter¨¦s por reformar un modelo que deb¨ªa ser revisado en 2014.

La soberan¨ªa se convirti¨® desde entonces en la ¨²nica propuesta de Esquerra y de los herederos de Converg¨¨ncia para mejorar la financiaci¨®n catalana, que se ostentado el poder en los ¨²ltimos diez a?os. De hecho, la actual consejera de Econom¨ªa, Nat¨¤lia Mas, tambi¨¦n decidi¨® ausentarse del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal a la vez que denunciaba un modelo que, a su juicio, hab¨ªa penalizado a Catalu?a durante 40 a?os. La titular auton¨®mica de Finanzas soslayaba que ERC s¨ª hab¨ªa avalado en 2009 el modelo que el gobierno de Jos¨¦ Montilla ¨Cdel que entonces formaba parte¡ª hab¨ªa pactado con el ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Es m¨¢s, los republicanos pusieron en marcha despu¨¦s de ese pacto una campa?a publicitaria para difundir las bondades de un sistema que estimaban que iba a aportar m¨¢s de 3.000 millones extra a las arcas de la comunidad.

Las patronales y los sindicatos, sin embargo, han reabierto este a?o un debate que sigue generando amplios consensos en Catalu?a. Seg¨²n el Centre d¡¯Estudis d¡¯Opini¨® (CEO), el 70% de los catalanes considera urgente modificar el actual sistema. Ese porcentaje est¨¢ muy por encima de los apoyos a la amnist¨ªa ¨Dapenas presente en la campa?a¨D o al refer¨¦ndum. Con los servicios p¨²blicos en el foco, la financiaci¨®n de estos se ha convertido en un asunto de primer orden en estas elecciones. M¨¢xime cuando los equilibrios parlamentarios sobre los que se apoya el Gobierno de coalici¨®n hacen pensar en una renegociaci¨®n del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica una vez acabe el actual ciclo electoral.

ERC ha sido el primer partido a recuperar el debate de la financiaci¨®n. Es m¨¢s, la propuesta de ¡°financiaci¨®n singular¡± del Govern cost¨® al partido el primer toque de atenci¨®n de la Junta Electoral Central (JEC) al considerar que vulneraba la neutralidad a la que se deb¨ªa el Ejecutivo ante las elecciones. Con ese nuevo movimiento, los republicanos respond¨ªan a una in¨¦dita llamada de una veintena de patronales que urg¨ªan a una ¡°reforma ambiciosa¡± del sistema de financiaci¨®n. Esquerra presenta en estos comicios la propuesta del Ejecutivo de Pere Aragon¨¨s para sacar a Catalu?a del sistema de r¨¦gimen com¨²n con una suerte de concierto mediante el que recaude todos los impuestos generados en Catalu?a y luego transfiera una cuota por los servicios prestados y otra en concepto de solidaridad territorial. La Generalitat reh¨²sa dar cifras sobre el importe de ese cheque, pero un c¨¢lculo de 2015 del propio Ejecutivo estim¨® que el gasto no financiero del Estado en Catalu?a ascendi¨® a cerca de 45.000 millones de euros.

Propuesta ¡°estrafalaria¡±

El resto de los partidos ha visto igualmente en la financiaci¨®n un caladero en el que hacerse con voto moderado. Frente a la propuesta de m¨¢ximos de ERC, los socialistas retoman el debate justo en el momento en el que sit¨²an el inicio de la ¡°d¨¦cada perdida¡± del proc¨¦s. La portavoz del PSC, Nuria Parlon, asegur¨® recientemente que los socialistas buscar¨¢n una financiaci¨®n ¡°justa¡± que no ponga en riesgo la ¡°cooperaci¨®n y cohesi¨®n territorial¡± pero que a la vez permita desplegar servicios p¨²blicos de calidad. Los socialistas, adem¨¢s, quieren poner en marcha un consorcio entre el Gobierno central y la Generalitat para gestionar de forma conjunta la Agencia Tributaria de Catalu?a. Se trata de una potestad que ya contempla el Estatuto, que no fue tumbada por el Constitucional pero que nunca se ha desplegado, en parte por su complejidad. Fuentes del antiguo Gobierno tripartito explican que hubo dos intentos para que ese consorcio echara a andar a finales de la d¨¦cada de 2010, pero se toparon con las reticencias de los funcionarios de ambas instituciones. Tal vez consciente de ello, el candidato Salvador Illa advirti¨® de que su propuesta pod¨ªa toparse con ¡°resistencias¡±.

Tambi¨¦n Junts per Catalunya contempla en su programa un modelo de financiaci¨®n muy similar al de ERC, inspirado en el del Pa¨ªs Vasco y Navarra pero con una cuota de solidaridad interterritorial. Sin embargo, este mismo martes los republicanos han arremetido contra los de Puigdemont por ¡°falta de rigor¡± y formular una propuesta ¡°estrafalaria¡± y contra los de Illa por carecer de ¡°ambici¨®n¡±. Tambi¨¦n este martes el candidato del PP, Alejandro Fern¨¢ndez, ha abogado por mejorar la financiaci¨®n de Catalu?a. Sin embargo, el popular pone como condici¨®n que se haga por v¨ªa multilateral, es decir, mediante un acuerdo con el resto de comunidades aut¨®nomas. Vox, en cambio, va en direcci¨®n contraria y propone acabar con la autonom¨ªa financiera. ¡°Que pretendan gestionar m¨¢s dinero es algo que debemos impedir a toda costa¡±, afirm¨® recientemente su candidato Ignacio Garriga.

La universidad catalana, que durante anteriores reformas fue un hervidero de ideas y n¨²meros ¨Dno siempre coincidentes¨D observa el resultado de estas elecciones. En las ¨²ltimas semanas, han salido a la luz ideas para una nueva reforma como un aumento de los recursos inyectados por el Estado al sistema, elevar la participaci¨®n de las comunidades en los impuestos o revisar la nivelaci¨®n para garantizar el principio de ordinalidad. Los entusiastas que quieran reengancharse a un debate que genera tantas pasiones como pol¨¦mica ponerse al d¨ªa con el reci¨¦n publicado Modelos de financiaci¨®n. Una inmersi¨®n r¨¢pida, de las profesoras N¨²ria Bosch y Maite Vilalta. Desde la academia, ven complicada la propuesta de financiaci¨®n singular como punto de partida. Falta por ver si de las mayor¨ªas resultantes puede salir una oferta que eche le?a a la negociaci¨®n.