S¨¢nchez y D¨ªaz exhiben complicidad ante Abascal y un ausente Feij¨®o

Fue un debate intenso, sobre todo en los duelos entre Yolanda D¨ªaz y Santiago Abascal, pero lejos del griter¨ªo de la semana pasada. Pedro S¨¢nchez y su vicepresidenta escenificaron su prop¨®sito de seguir conviviendo en la alianza de la izquierda y usaron a Abascal para centrar las cr¨ªticas al ausente Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en el debate del mi¨¦rcoles por la noche en RTVE. El l¨ªder de Vox se erigi¨® en portavoz de la derecha, sin casi menciones al PP y sin aclarar si exigir¨¢ entrar en el Gobierno en caso de que la derecha consiga la mayor¨ªa.

Abascal fue el encargado de abrir el debate y le bastaron unos segundos para disparar. Sin escuchar siquiera a sus contrincantes, los acus¨® de mentiras, falsedades, manipulaciones y calumnias. Parec¨ªa el peor augurio, pero result¨® enga?oso. Tanto as¨ª que al final del primer bloque, sobre econom¨ªa, el moderador, Xabier Fortes, se sinti¨® impelido a animar a los l¨ªderes a debatir m¨¢s intensamente y a interrumpirse incluso. Nada que ver con las estridencias y las asperezas del cara a cara entre S¨¢nchez y Feij¨®o del d¨ªa 10.

El duelo entre la izquierda y la extrema derecha result¨® parad¨®jicamente menos polarizador que el de los dos partidos tradicionales. De un lado, porque el l¨ªder de Vox formul¨® sus ataques, aun los m¨¢s desaforados, sin exagerar el tono. Y del otro, porque S¨¢nchez, tras el fiasco de su enfrentamiento con Feij¨®o, evit¨® esta vez las interrupciones y ofreci¨® claras pruebas de que no estaba dispuesto a caer de nuevo en el espect¨¢culo anterior. Fue D¨ªaz quien busc¨® con m¨¢s ah¨ªnco y una actitud m¨¢s combativa el cuerpo a cuerpo con el l¨ªder de la extrema derecha. La tambi¨¦n vicepresidenta mostr¨® las dos caras de su campa?a: intent¨® mostrarse propositiva, como hizo en la primera semana, y al tiempo busc¨® el choque, como ha venido actuando en los ¨²ltimos d¨ªas.

La candidata de Sumar y el de Vox protagonizaron los momentos m¨¢s tensos de la noche. Uno, a prop¨®sito de la violencia contra las mujeres. Abascal hab¨ªa atacado en tromba con las consecuencias de la ley del solo s¨ª es s¨ª ¡ª¡±117 monstruos en la calle¡±¡ª y la ley trans, que le llev¨® preguntar directamente a sus adversarios: ¡°?Qu¨¦ entienden ustedes por una mujer?¡±. No obtuvo respuesta.

D¨ªaz pas¨® al contragolpe mostrando una foto de dos diputados valencianos que, seg¨²n ella, se estaban riendo durante un minuto de silencio por el asesinato de una mujer. Ambos se enzarzaron ¨¢speramente y la vicepresidenta espet¨®: ¡°Yo no le tengo miedo, se?or Abascal¡±. M¨¢s adelante volvieron a saltar chispas cuando D¨ªaz exigi¨® al candidato de Vox que pidiese disculpas por haber afirmado falsamente que el reciente asesinato de la propietaria de un comercio en Madrid fue obra de un inmigrante.

El debate era a tres, pero hab¨ªa un cuarto, tan ausente como presente. La silla vac¨ªa no existi¨® f¨ªsicamente, solo de modo simb¨®lico. Fortes lo advirti¨® al principio. Luego, durante el debate, tard¨® en hacerse manifiesto. Abascal no dec¨ªa ni una palabra sobre Feij¨®o y se limitaba a aprovechar el hueco. S¨¢nchez y D¨ªaz comenzaron dejando claro que para ellos el l¨ªder de Vox tambi¨¦n actuaba representando a Feij¨®o. El presidente insisti¨® su idea de que si el actual Gobierno no repite, Espa?a se ver¨¢ abocada a un ¡°tenebroso t¨²nel del tiempo¡±.

Pero no fue hasta el ¨²ltimo de los tres bloques ¡ªel de los pactos, tras econom¨ªa y pol¨ªtica social¡ª cuando S¨¢nchez se tom¨® una peque?a revancha por el cara a cara. ¡°El se?or Feij¨®o no est¨¢ aqu¨ª para no hacerse cargo de todas las mentiras que dijo en el otro debate¡±, dispar¨®. ¡°Y tambi¨¦n porque se averg¨¹enza de comparecer con el se?or Abascal. Pacta con ¨¦l y gobierna con ¨¦l, pero se averg¨¹enza de comparecer con ¨¦l¡±. D¨ªaz tard¨® un poco m¨¢s, pero tampoco dej¨® pasar por alto la ocasi¨®n de fustigar a Feij¨®o. Prometi¨® que ser¨¢ ¡°la ¨²ltima vez que un candidato se ausente de un debate¡± y que para ello su grupo promover¨¢ una reforma de la ley a fin de hacer obligatoria la asistencia. Entonces aprovech¨® para sacar el tema que ha venido aireando en los ¨²ltimos d¨ªas, la vieja amistad de Feij¨®o con el narcotraficante Marcial Dorado, y adem¨¢s con la intenci¨®n de poner en un aprieto al l¨ªder de Vox:

¡ª?A usted le parece normal que el se?or Feij¨®o se relacionase con un narcotraficante?

¡ªLo que no me parece normal es decir esto de un ausente.

Abascal apenas se refiri¨® al PP en toda la noche. Al principio quiso dejar sentado que su pol¨ªtica econ¨®mica no es la de los populares y, cuando lleg¨® el turno para hablar de pactos, censur¨® que Feij¨®o hubiese dedicado parte de su cara a cara con S¨¢nchez a exigir a este que le deje gobernar si el PP es la lista m¨¢s votada. Sobre las intenciones de Vox tras el pr¨®ximo domingo o el posible deseo de Abascal de entrar en el Ejecutivo no dej¨® la menor pista.

S¨¢nchez subray¨® su prop¨®sito de repetir el acuerdo con D¨ªaz. La sinton¨ªa entre ambos fue muy evidente toda la noche, trat¨¢ndose de t¨² y por sus nombres de pila. La candidata de Sumar lanz¨® alguna pulla al socialista para enfatizar que no comparte sus posiciones en temas como la vivienda o la edad de jubilaci¨®n. Pero las discrepancias nunca salieron del tono amable, retratado en momentos como este, cuando S¨¢nchez afirm¨®:

¡ªTenemos que seguir avanzando, pero con los pies en el suelo.

¡ªYo los tengo, Pedro.

¡ªLo s¨¦. Te conozco, Yolanda.

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