La oportunidad para acercar las Sevillas de la periferia a la del centro
Cinco profesionales y miembros de la sociedad civil conversan sobre los problemas y retos de la ciudad: cambio clim¨¢tico, turistificaci¨®n, empleo y desigualdad
Las Setas se ha convertido en apenas una d¨¦cada en un referente del turismo de Sevilla y en un ejemplo de su capacidad transformadora por haber expandido los flujos de visitantes m¨¢s all¨¢ de la ciudad y su patrimonio hist¨®rico, y por revitalizar un barrio sumido en la decadencia. Admirada ¡ªhasta integrarse en la vida cotidiana de los sevillanos¡ª, y cuestionada ¡ªpor considerarla un paradigma del derroche que rompe con la est¨¦tica tradicional¨D, a partes iguales, simboliza las paradojas y contradicciones que encierra la capital andaluza, cuyo modelo se decide el 28-M. All¨ª, y para hablar de esa Sevilla, que en realidad son muchas ¡ªla m¨¢s conocida del casco hist¨®rico, pero tambi¨¦n la de la periferia, la que pugna entre la tradici¨®n y la modernidad y a la que cercena la desigualdad de muchos de sus barrios¨D, se dan cita con EL PA?S cinco profesionales y representantes de la sociedad civil sevillana compelidos y comprometidos con su ciudad: Pepa Garc¨ªa, miembro de Red Sevilla por el Clima; Ana Garc¨ªa, profesora titular de la Facultad de Turismo y Finanzas de la Universidad de Sevilla; Fernando de Armas, presidente de la Plataforma C¨ªvica Amate-Tres Barrios, una de las barriadas m¨¢s pobres de Espa?a; Jos¨¦ Ortiz, miembro del estudio de arquitectura Cruz y Ortiz, responsable de la estaci¨®n de Santa Justa o del Estadio Metropolitano de Madrid, y Carlos G¨®mez, fundador de la plataforma ciudadana Iniciativa Sevilla Abierta y uno de los responsables de vertebrar la candidatura para conseguir la sede de la Agencia Espacial Espa?ola.
La conversaci¨®n se traslada hasta el cercano patio de Espacio Derivado, un edificio del siglo XIX con vestigios almohades, que ofrece exposiciones de arte contempor¨¢neo, en otra muestra de esa dicotom¨ªa sevillana. All¨ª la brisa se hace fuerte en medio del calor para que los contertulios conversen sobre c¨®mo ven la ciudad y c¨®mo deber¨ªan abordarse sus principales problemas, desde el cambio clim¨¢tico, hasta la desigualdad, pasando por el empleo o la turistificaci¨®n, elementos que como los m¨®viles infantiles, penden y dependen unos de los otros y se entrelazan a lo largo de la charla que comienza reflexionando sobre si Sevilla es una buena ciudad para vivir.
Ana Garc¨ªa (A.G.). Sevilla sigue siendo una ciudad agradable para vivir y para visitar, incluso a pesar del turismo.
Jos¨¦ Ortiz (J. O.). Creo que hay dos Sevillas. Una es la del centro y las zonas lim¨ªtrofes, como Triana, Los Remedios, Nervi¨®n, e incluso excepciones de la periferia, como Pino Montano o Los Bermejales, y otra la ciudad generada en los 60, cuando la gente se vino del campo a la ciudad, que son ejemplos bien intencionados de generaci¨®n de microespacios p¨²blicos ligados a las viviendas, pero que al final se han demostrado fallidos y que tienen poca capacidad de atracci¨®n, de generar econom¨ªa local. No todo es esta parte de la ciudad, de las Setas que a todos nos encanta, porque cuando te das un paseo por los barrios, ves que tienen un problema de densidad, de no haber generado espacios p¨²blicos lo suficientemente importantes como para poder vivir¡
Pepa Garc¨ªa (P. G.). Sevilla no es el centro hist¨®rico, que es el escaparate mundial y nacional. Sevilla tiene muchas Sevillas con un perfil social diferente al del centro y cuya situaci¨®n deja mucho que desear, porque se ha producido un deterioro, cierto vandalismo unido con el abandono de la administraci¨®n que no ha invertido lo suficiente¡
Fernando de Armas (F. A.). Es como un im¨¢n: la gente que viene no quiere irse y la que se va, quiere volver, pero como ciudad de oportunidades es un desastre. No tiene perspectivas de futuro para los j¨®venes.
Carlos G¨®mez (C. G.). Esa Sevilla diversa de la que hablamos est¨¢ muy poco interconectada. Organizamos una yincana del espacio con colegios y vino una madre con su hijo de 11 a?os desde Torreblanca [en la periferia] y me dijo que ese d¨ªa no iba a comer porque no hab¨ªa podido ir a trabajar para llevar al ni?o al centro porque nunca hab¨ªa visto la Giralda ni el Guadalquivir. Cuando eso pasa, tenemos que pensar muchas cosas. Hay zonas del extrarradio que jam¨¢s supondr¨ªas que son Sevilla. Esas Sevillas son inconexas.
Voluntad pol¨ªtica, planificaci¨®n e intenci¨®n contra la desigualdad
La reflexi¨®n de G¨®mez trae a colaci¨®n uno de los ejes centrales de los programas pol¨ªticos de los partidos para estas municipales: c¨®mo conseguir que se esas otras Sevillas perif¨¦ricas puedan acercarse a esa Sevilla ¡°im¨¢n¡± de la que hablaba De Armas.
A. G. La ¨²nica forma de dar oportunidades a esos barrios pasa por el dinero y la voluntad pol¨ªtica.
J. O. Hay algo anterior que es la planificaci¨®n, ser conscientes de cu¨¢les son los potenciales de esta ciudad. Los momentos de mayor esplendor han estado ligados a Latinoam¨¦rica, y es un potencial que no puede improvisarse a impulso de grandes proyectos, como las exposiciones universales.
F. A. En Sevilla no hay una estrategia clara. Surge el turismo y nos sumamos, pero da la sensaci¨®n de que vamos a remolque. Hablamos de interconexi¨®n de los barrios, pero en el m¨ªo, que es un barrio de exclusi¨®n, la distancia no es tanto f¨ªsica, como social, econ¨®mica y cultural. La movilidad para acercar a la periferia cuenta, pero en nuestro caso cuenta m¨¢s el empleo o la formaci¨®n. En nuestro barrio no nos planteamos si hay o no mucho turismo en el centro.
C. G. Hay otras Sevillas que son posibles. Por eso, antes que el dinero o la planificaci¨®n, la intenci¨®n es un recurso muy importante, ese qu¨¦ y para qu¨¦ tenemos que organizarnos¡ Es muy c¨®modo tirar de la Sevilla tradicional, de esa actividad econ¨®mica que genera, pero esa marca tiene fecha de caducidad si no evoluciona. En las grandes ciudades del mundo con gran potencial tur¨ªstico, el turismo no es el sector m¨¢s relevante, a diferencia de Sevilla.
La dificultad de llegar a la neutralidad cero en carbono en 2030
P. G. Si no se tiene una conciencia de lo que se quiere y c¨®mo se quiere cambiar, no se hace nada y se sigue con la rutina, con la inercia, en lugar de preocuparnos de lo urgente. La ciudad tiene muchas cosas que hacer en materia de calor. Es un hecho contundente que no vamos a llegar a la neutralidad del carbono en 2030, la ciudad emite 1,9 millones de toneladas de CO? al a?o, que lo genera nuestra vida cotidiana, de acuerdo con nuestros informes cient¨ªficos, que lo genera nuestra vida cotidiana. Reducir todo eso implicar¨ªa un cambio revolucionario que es imposible. El sol est¨¢ all¨ª, pero ahora mismo la instalaci¨®n de paneles solares solo se la pueden permitir las familias o las comunidades de vecinos ricas.
F. A. Si en alg¨²n sitio el efecto del cambio clim¨¢tico es real, es en barrios como los nuestros, donde las casas son hornos porque los tejados siguen siendo de uralita. Pero, cuando uno quiere aislar t¨¦rmicamente su casa, nos encontramos con los problemas con la administraci¨®n. Es complicad¨ªsimo acceder a subvenciones, te piden adelantar un dinero que no se tiene o tener una comunidad de vecinos cuando en nuestro caso ni siquiera est¨¢n constituidas¡
J. O. El problema es que aqu¨ª casi todo se tiene que hacer a trav¨¦s de ayudas porque vivimos en una sociedad con poqu¨ªsimos medios. En lugar de pensarse que todo tiene que hacerse a trav¨¦s del Estado, las ciudades, las sociedades deber¨ªamos ser capaces de dar m¨¢s valor y riqueza por nosotros mismos.
C. G. En lugar de echar toda la culpa a los pol¨ªticos, hay que pensar de dentro hacia afuera. ?Qu¨¦ puedo hacer yo, qu¨¦ puedo hacer en el entorno inmediato?
F. A. A una persona que vive en barrios desfavorecidos es m¨¢s dif¨ªcil pedirle responsabilidades, porque las necesidades de sus vecinos son m¨¢s urgentes e imperiosas. La realidad te atosiga. Una madre parada no puede formarse porque tiene que buscarse la vida para encontrar comida.
La realidad del empleo precario y el de calidad
De Armas vuelve a apuntar a la brecha social como ese abismo que separa y hace muy dif¨ªcil homogeneizar discursos y proyectos en Sevilla. La capital es la ciudad andaluza que presenta una mayor desigualdad urbana, con unos ingresos cuatro veces m¨¢s altos en los barrios m¨¢s ricos que en los m¨¢s pobres, adem¨¢s de concentrar a siete de los 15 barrios con menor renta de toda Espa?a, entre ellos Tres Barrios-Amate, de acuerdo con el Observatorio de la Desigualdad de Andaluc¨ªa. El empleo sigue dependiendo del sector servicios con profesiones precarias, aunque cada vez los pol¨ªticos locales pongan m¨¢s el foco en la oportunidad que ofrecen los Parques Tecnol¨®gicos o la Agencia Aeroespacial. C¨®mo compatibilizar de nuevo esas dos realidades laborales es otro de los asuntos que centra la charla.
C. G. Como catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa he de decir que es algo absolutamente constatado que el nivel t¨¦cnico de nuestros alumnos no tiene que envidiar a nadie. ?Qu¨¦ falla en Sevilla que hace que ese potencial que se ha generado aqu¨ª no fructifique?. Es ese apego muchas veces no consciente a esos elementos tradicionales. Estar pendientes de la Semana Santa, de la Feria¡ Nos quita la intenci¨®n. Si el esfuerzo se dedica a organizar cofrad¨ªas, no se est¨¢ dedicando a otro tipo de cosas, como resolver el problema social.
J. O. Hablaba al comienzo de las dos Sevillas, la del centro hist¨®rico, con problemas que se incide en mejorar y mejorar, pero que al final representa al 20% de la ciudad. Es la parte alta y creo que cuando se habla de la formaci¨®n de los ingenieros tambi¨¦n se habla de esa parte alta, de la parte peque?a. A m¨ª me preocupa mejorar el 80% de todo lo dem¨¢s, porque claro, la Agencia Aeroespacial, la Expo, las Setas, todo es perfecto, todo es bueno, pero siempre tiende a mejorar ese 15 o 20%. Yo prefiero mejorar un 5% ese 80%, que la optimizaci¨®n del 0,5% de la parte que ya est¨¢ bastante bien.
A.G. El turismo es el elemento tractor de Sevilla y de Andaluc¨ªa. Soy una gran defensora de diversificar la econom¨ªa local, pero no te puedes cargar algo que funciona. Otra cosa es el tipo de empleo o de mal empleo que genera¡ Y hay que poner un tope, pero eso no es una competencia local, all¨ª tienen que ponerse de acuerdo las tres administraciones, y luchar por profesionalizar el sector y para eso es importante planificar y no permitir que se expandan las plataformas de pisos tur¨ªsticos, que son un servicio que no genera empleo, que no rinde cuentas, que est¨¢ provocando el problema de la gentrificaci¨®n y que provocan una competencia desleal muy fuerte.
F. A. En Sevilla vivimos del turismo. Lo tenemos todo organizado en torno a ello. Y es verdad que tenemos un enorme patrimonio, pero tambi¨¦n una mano de obra barata y abundante y, efectivamente, en mi barrio, buena parte del empleo reglado es gracias al turismo, aunque las condiciones laborales son precarias.
P. G. Se ha producido un cambio radical. Los residentes locales desaparecen y lo que hay son oleadas de turismo masivo, que no es un turismo organizado ni de calidad, con toda la repercusi¨®n que est¨¢ teniendo de muchos hoteles, apartamentos tur¨ªsticos¡
La tarde avanza y antes de que la reuni¨®n se disuelva, sus miembros deslizan una ¨²ltima reflexi¨®n sobre lo que creen que necesita Sevilla de manera perentoria. Sus ideas pivotan alrededor de los ¨¢mbitos en los que son expertos, pero sumadas reflejan un listado de prioridades que quienes dirijan el destino de la ciudad a partir del 28-M bien podr¨ªan incluir en su programa de gobierno.
J.O. Nos deber¨ªamos poner de acuerdo en saber cu¨¢les son los potenciales que tenemos, que son muchos. Sevilla tiene la oportunidad de convertirse en una ciudad de conocimiento, porque la gente se puede localizar, es una ciudad perfecta con muchas cosas para vivir. Habr¨ªa que identificarlos y, esto s¨ª es una cuesti¨®n pol¨ªtica, ponerse de acuerdo para, m¨¢s all¨¢ de los cuatro a?os de rigor, tener un plan a m¨¢s largo plazo.
P. G. No podemos olvidarnos de que estamos en emergencia clim¨¢tica. Esta ciudad necesita una pol¨ªtica ambiental urgentemente, porque aqu¨ª tenemos la evidencia del cambio clim¨¢tico cada d¨ªa, y podr¨ªamos ser un ejemplo. Los partidos te escuchan, pero cuando vas a lo concreto te dicen que tienen que consultarlo con sus superiores¡
F. A. No tengo m¨¢s remedio que decir que hay que reducir las grandes desigualdades sociales, que en las ciudades est¨¢n creciendo cada d¨ªa m¨¢s. Es dif¨ªcil, pero la formaci¨®n es la palanca a largo plazo que mejor puede servir para que los barrios salgan de la exclusi¨®n. Formaci¨®n para el empleo, para que no haya brecha digital; que los colegios est¨¦n bien dotados para que los chavales no est¨¦n marcados por haber nacido en estos barrios¡
C. G. Creo que debemos crear la gran Sevilla, como ya lo hicieron en su momento Madrid, Barcelona o Valencia. No tiene sentido que Sevilla tenga tan poca posibilidad de expansi¨®n o la dificultad administrativa que significa estar calle con calle con municipios distintos. La creaci¨®n de ese gran ¨¢rea metropolitana deber¨ªa abordarse con urgencia.
A.G. Para no morir de ¨¦xito, Sevilla debe seguir apostando por una gesti¨®n tur¨ªstica desde la inteligencia territorial y la colaboraci¨®n p¨²blico-privada y entre administraciones y tomar conciencia de la necesidad de garantizar la convivencia residente-turista, con proyectos que mejoren la calidad de vida en la ciudad.
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