La alargada sombra de la corrupci¨®n del narco: un agente infiltrado es expulsado de la Guardia Civil
El Tribunal Supremo dictamina que un guardia condenado por filtrar investigaciones en Galicia debe abandonar el cuerpo por ¡°sabotear¡± a la UCO y poner en grave riesgo a compa?eros y confidentes
La informaci¨®n es la principal estrategia en la guerra contra el narcotr¨¢fico que se libra desde hace ya cinco d¨¦cadas. El objetivo de la polic¨ªa es apresar cargamentos mientras el narco trata de evitar a cualquier precio la p¨¦rdida de su valiosa materia prima. En este cruce de intereses no hay casualidades, sino un constante espionaje mutuo donde agentes infiltrados y narcos confidentes se mueven en un peligroso tablero arriesgando su vida o cayendo en la corrupci¨®n. Es el caso del exagente Javier L¨®pez Su¨¢rez, al que la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha ratificado la sanci¨®n, que conlleva la expulsi¨®n de la Guardia Civil por haber filtrado y ¡°saboteado¡± informaci¨®n de operaciones a narcotraficantes gallegos.
Pese a la condena, el agente, de 38 a?os y adscrito a la Polic¨ªa Judicial, que ten¨ªa acceso a informaci¨®n reservada de las unidades de ECO y EDOA del instituto armado desde la comandancia de Pontevedra y desbarat¨® decenas de operaciones policiales que se hab¨ªan puesto en marcha a partir de 2013, pretend¨ªa seguir vistiendo el uniforme. Pero el Supremo ha desestimado su recurso contra la resoluci¨®n de la ministra de Defensa de 20 de enero de 2021 por la que acord¨® la expulsi¨®n del guardia.
Defensa consider¨® al agente autor de un delito de revelaci¨®n de secretos, que ¡°causa grave da?o a la Administraci¨®n, a los ciudadanos o a las entidades con personalidad jur¨ªdica¡±, previsto en el R¨¦gimen Disciplinario de la Guardia Civil. La sentencia recoge que la conducta del agente se desvi¨® para neutralizar las investigaciones realizadas por el Equipo contra el Crimen Organizado (UCO) cuando su deber profesional le obligaba a perseguirlas.
¡°Se ve claramente perjudicada la dignidad de la Guardia Civil por la condena a uno de sus miembros por un delito de revelaci¨®n de secretos, lo que resulta expresivo de la dejaci¨®n de las cualidades de integridad y dignidad que la sociedad presume en los miembros del instituto armado¡±, proclama el tribunal, que considera proporcionada la sanci¨®n impuesta por la naturaleza del delito cometido. Se refiere a la ¡°frontal oposici¨®n¡± del agente ¡°a los deberes de rectitud, integridad y respeto a la ley exigidos a los miembros de la Guardia Civil¡±, incide.
Confidentes con una gran proyecci¨®n
La sentencia de la Audiencia de Pontevedra de junio de 2018 conden¨® al guardia Javier L¨®pez Su¨¢rez y a su compa?ero Diego Font¨¢n, de 39 a?os e hijo de otro agente de los servicios de informaci¨®n, a la pena m¨ªnima prevista de tres a?os de prisi¨®n y dos de inhabilitaci¨®n frente a los 11 que solicitaba la Fiscal¨ªa, con la inhabilitaci¨®n absoluta para ambos acusados. El fallo solo apreci¨® un delito de revelaci¨®n de secretos y no el de integraci¨®n a un grupo criminal junto a los confidentes a los que pasaban informaci¨®n. La sala concluy¨® que los agentes filtraron informaci¨®n reservada, pero no qued¨® suficientemente acreditado que los datos en cuesti¨®n ¡°fueran material exclusivo de los mandos¡±, como tampoco que los archivos de confidentes o matr¨ªculas de veh¨ªculos camuflados que manejaron los acusados estuvieran debidamente protegidos.
L¨®pez y Font¨¢n fueron descubiertos tras una investigaci¨®n interna de los servicios de informaci¨®n de la Guardia Civil. Las pesquisas se iniciaron despu¨¦s de que en apenas seis meses, entre enero y julio de 2013, se hubieran frustrado hasta cuatro investigaciones en curso, algunas judicializadas, contra grupos de narcos que operaban desde el sur de Pontevedra. Los ¡°agentes dobles¡±, que ten¨ªan acceso a material sensible, tanto inform¨¢tico como fotogr¨¢fico, utilizaban a un presunto narco de Vilanova de Arousa, Juan Carlos Santorum Navazas, que se encargaba de hacer de mensajero y enlace entre los agentes y los traficantes investigados.
El grueso de la informaci¨®n confidencial era trasladada as¨ª a un traficante del segundo escal¨®n, que hac¨ªa de intermediario para las organizaciones y que fue condenado por ello a dos a?os de prisi¨®n. El correveidile entre agentes y narcos se convirti¨® en la diana de grandes operaciones policiales como la que desbarat¨® en 2020: el desembarco de un alijo de 4.000 kilos de coca¨ªna que transport¨® el buque Karar en plena pandemia y por el que est¨¢ procesado. La informaci¨®n acumulada por Santorum, un experto en obtener filtraciones, lo situ¨® en el foco de las fuentes mejor informadas del narcotr¨¢fico.
El agente Javier L¨®pez acced¨ªa a toda la informaci¨®n reservada que luego pasaba a su compa?ero y este a su vez filtraba a Santorum, que la vend¨ªa al mejor postor, seg¨²n la investigaci¨®n. Informes, operativos, seguimientos, oficios para solicitar pinchazos telef¨®nicos, listado de agentes y sus confidentes o cualquier documento tramitado ante los juzgados llegaban a manos de los narcos. En el ordenador del agente Diego Font¨¢n se localizaron unos 2.000 escritos confidenciales, mientras en el del presunto traficante se pudieron recuperar unos 500 archivos relacionados con los servicios antidroga y sus actividades.
El guardia ahora expulsado que se ha resistido a abandonar la Guardia Civil ¡°filtr¨® a los propios investigados por narcotr¨¢fico en diversas operaciones informaci¨®n relevante y sensible de las actuaciones que les afectaban, frustrando su detenci¨®n y facilit¨¢ndoles su impunidad¡±, dice el Tribunal Supremo. ¡°Filtr¨® la relaci¨®n de confidentes con todos sus datos personales, provocando un grave riesgo para su integridad; filtr¨® la informaci¨®n concreta que estos confidentes hab¨ªan suministrado a la Guardia Civil; filtr¨® los datos personales y reservados de los miembros de su unidad, poni¨¦ndoles, igualmente, en peligro; y filtr¨® informaci¨®n reservada del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Unidad Org¨¢nica de la Polic¨ªa Judicial de Pontevedra¡±, abunda el fallo.
La justicia subraya que ¡°sabote¨® durante, al menos, seis meses los trabajos de investigaci¨®n del Equipo contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil de Galicia y puso en grave riesgo a sus compa?eros y a los confidentes¡±. ¡°Es dif¨ªcil imaginar un da?o mayor a la Guardia Civil como cuerpo de seguridad del Estado en la persecuci¨®n del delito y este grave da?o a la Administraci¨®n no puede ser m¨¢s evidente¡±, a?ade. Por ello, el tribunal incide en que ¡°el comportamiento del recurrente choca frontalmente con los deberes de honradez y probidad que exigen su pertenencia a la Guardia Civil, de cuyos miembros se predica, precisamente, un plus de moralidad y eticidad que es exigible a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil¡±.
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