Dos empresarios gallegos confiesan que vendieron gel hidroalcoh¨®lico falso a hospitales en el confinamiento
Los acusados consiguen que se les rebaje la condena de 9 a 2 a?os. Montaron un laboratorio clandestino en una vieja granja de pollos y distribuyeron su producto en farmacias, tiendas y bares
Las estafas de material sanitario se multiplicaron durante la pandemia del coronavirus y afectaron a todas las comunidades aut¨®nomas, aunque no en todos los casos los fraudes detectados han tenido consecuencias para los autores. Uno de los casos m¨¢s llamativos de salud p¨²blica se detect¨® en la provincia de A Coru?a cuando en 2020 la Guardia Civil descubri¨® en una antigua granja de pollos un laboratorio donde se fabricaban miles de litros de un producto que se vend¨ªa en hospitales como gel hidroalcoh¨®lico y que en realidad estaba adulterado con aguardiente.
Los cerebros del fraude eran dos vecinos de la localidad coru?esa de Boiro (19.000 habitantes) que iban a ser juzgados por ello desde este martes en la secci¨®n sexta de la Audiencia de A Coru?a, con sede en Santiago. A trav¨¦s de dos distribuidoras oficiales, estos empresarios llegaron a colocar el falso gel en hospitales y centros de salud de toda Espa?a durante el mes de abril de 2020, el peor momento de la pandemia, aprovechando la necesidad urgente del producto. La vista no ha llegado a celebrarse al aceptar Jos¨¦ Antonio S. y Juan S. un acuerdo de conformidad con la Fiscal¨ªa, que solicitaba una condena de casi nueve a?os de c¨¢rcel para cada uno por un delito continuado de estafa y otro de fabricaci¨®n, almacenamiento y comercializaci¨®n de productos sanitarios con riesgo potencial para la salud de las personas.
El ventajoso acuerdo, que conlleva impl¨ªcita la confesi¨®n de los hechos, evitar¨¢ que ambos estafadores vayan a prisi¨®n, previo pago de una multa de 17.520 euros cada uno y con la condici¨®n de que no vuelvan a delinquir en los pr¨®ximos dos a?os. El juicio de conformidad se ha cerrado con una condena de dos a?os y tres meses por los delitos de estafa continuada y otro contra la salud p¨²blica.
Los acusados han reconocido el m¨®vil: que ambos utilizaron la firma comercial Quimicalsa para enriquecerse, mientras mor¨ªan miles de personas a diario en Espa?a y escaseaban los productos desinfectantes en el mercado. Han aceptado el relato de los hechos que ha hecho el fiscal en su escrito de acusaci¨®n, que se remonta a los meses del confinamiento, cuando los acusados, ¡°conociendo la escasez y demanda del producto, se pusieron de acuerdo para aprovecharse de esa situaci¨®n¡±.
Con una empresa qu¨ªmica como tapadera elaboraron un gel hidroalcoh¨®lico sin ninguna autorizaci¨®n administrativa para la fabricaci¨®n de estos productos, ni como biocidas, ni como cosm¨¦ticos. ¡°En cualquier caso, las acciones realizadas por los acusados estaban enfocadas a la utilizaci¨®n del producto fabricado con finalidad viricida, cuya autorizaci¨®n debe ser otorgada por la Agencia Espa?ola del Medicamento¡±, se?ala la Fiscal¨ªa de Santiago.
Ambos implicados, antiguos socios en una granja de pollos de la localidad de Boiro, ¡°actuaron con el ¨¢nimo de obtener un il¨ªcito beneficio y con plena conciencia de que faltaban a la verdad¡±, incide el ministerio p¨²blico. La investigaci¨®n ha constatado que los acusados eran plenamente conscientes de que estaban incumpliendo de manera flagrante los requisitos de la legislaci¨®n aplicable a estos productos en cuanto a las instalaciones utilizadas para elaborarlo. Su gel carec¨ªa del m¨ªnimo exigible de etanol (70%), un componente que los acusados sustitu¨ªan por aguardiente con el consiguiente peligro para la salud de los usuarios del producto.
10.000 litros
Los procesados montaron el laboratorio clandestino en la antigua nave av¨ªcola en la que fabricaban, etiquetaban y almacenaban el gel ya preparado para ser distribuido. En las actuaciones policiales se intervinieron un total de 6.000 litros de gel que estaban a la venta y otros 4.000 litros del mismo producto preparados para salir al mercado.
Centros sanitarios, farmacias, establecimientos hoteleros, pescader¨ªas, talleres y cafeter¨ªas fueron los m¨¢s afectados por el fraude. El an¨¢lisis de todas las muestras enviadas por los investigadores al Servicio de Qu¨ªmica del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa concluye que conten¨ªan una ¨ªnfima cantidad de alcohol et¨ªlico y una elevada cantidad de metanol. Los acusados eran los que enviaban el producto a trav¨¦s de servicios de transporte.
Los primeros problemas surgieron con algunas farmacias que empezaron a quejarse del etiquetado porque carec¨ªa de fecha de caducidad, c¨®digo de barras, n¨²mero de lote o fabricante responsable. Entonces se cambi¨® la apariencia externa del producto, pero el contenido sigui¨® siendo el mismo. Luego, algunos compradores realizaron an¨¢lisis del producto y al comprobar que no reun¨ªa los requisitos sanitarios exigibles, solicitaron a los acusados la devoluci¨®n del dinero entregado. No consta en la investigaci¨®n si llegaron a reembolsar el dinero, aunque s¨ª se comprob¨® que las remesas defectuosas quedaron en los dep¨®sitos de las empresas de transporte.
Ante estos problemas, los acusados decidieron distribuir el producto a titulares de negocios m¨¢s peque?os. ¡°Gran parte de estos compradores ni pudieron utilizar ni revender el gel debido a su fuerte olor a aguardiente¡±, recoge el fiscal en su escrito de acusaci¨®n. Mientras en las etiquetas del gel figuraba como fabricante Quimicalsa o, posteriormente, Lucus. En las ¨²ltimas facturas, los acusados emplearon el nombre comercial de Galicia Qu¨ªmicos con direcci¨®n en Ribeira (A Coru?a), lugar en que no exist¨ªa esta empresa.
En siete de las facturas localizadas por la Polic¨ªa Judicial aparecen ventas por importe superior a 24.000 euros. Pese a que la nave utilizada como laboratorio fue precintada, en agosto de 2020 uno de los acusados rompi¨® el cord¨®n policial y se apoder¨® de los envases fabricados que conten¨ªan el gel hidroalcoh¨®lico adulterado y que estaban requisados por el juzgado. Lo hizo para venderlos de forma directa a distintos establecimientos comerciales o de hosteler¨ªa, utilizando etiquetas falsas tanto del fabricante como del poder desinfectante del producto, en las que se aseguraba que conten¨ªa un 96% de alcohol. Hay constancia de que al menos 15 peque?os empresarios fueron estafados en esta segunda remesa, mientras los acusados ya estaban imputados por estafa.
Para la Fiscal¨ªa, los hechos descritos est¨¢n tipificados como un delito de estafa en concurso con la falsedad en documento mercantil, por lo que solicitaba la pena de cinco a?os y medio de prisi¨®n y una multa de 10 meses a raz¨®n de 10 euros de cuota diaria. A?ad¨ªa el ministerio p¨²blico otros dos a?os y nueve meses de prisi¨®n por el delito de fabricaci¨®n, almacenamiento y comercializaci¨®n de productos sanitarios que representan un riesgo potencial de salud p¨²blica.
Dos falsos qu¨ªmicos
Ambos acusados se hicieron pasar por ¡°qu¨ªmicos de larga experiencia¡±. Han admitido que lo que vendieron como un gel con alto poder desinfectante era en realidad un l¨ªquido mezclado con aguardiente que no ten¨ªa tales propiedades antis¨¦pticas y que lo elaboraron para enriquecerse. Al estallar la crisis sanitaria y ante la acuciante falta de gel hidroalcoh¨®lico en Espa?a, la Agencia Espa?ola del Medicamento autoriz¨® el uso de alcohol et¨ªlico para producir el desinfectante, siempre y cuando alcanzara las m¨ªnimas propiedades para que fuera efectivo. Los acusados admiten que vieron r¨¢pidamente el negocio y emplearon como materia prima el aguardiente casero, que solo tiene un 30% de alcohol, muy lejos del 70% m¨ªnimo, y adem¨¢s estaba diluido.
La empresa era ficticia, por lo que carec¨ªa de las autorizaciones de la Agencia Espa?ola del Medicamento para producir el gel, que se distribuy¨® con los n¨²meros de los lotes tambi¨¦n falsos, unas referencias que complicaron las pesquisas de la Guardia Civil. Jos¨¦ Antonio S. se encargaba de fabricar el gel, mientras Juan S. se centr¨® en labores de comercial para colocar la mercanc¨ªa. La bautizada como Operaci¨®n Quimigel fue dirigida por el Juzgado N¨²mero 2 de Ribeira.
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