Los incendios se acercan a las casas en California y tambi¨¦n en Arag¨®n o Murcia: ¡°Hay que prepararse para convivir con fuegos muy peligrosos¡±
Investigadores gallegos confirman la tendencia en un estudio pionero que analiz¨® y compar¨® m¨¢s de 100.000 fuegos de Espa?a y de este territorio de Estados Unidos
La cat¨¢strofe incendiaria de California, que ha arrasado ya m¨¢s de 10.000 inmuebles en pleno invierno, lanza un aviso a navegantes tambi¨¦n en Espa?a. Un reciente estudio de la Universidad de Santiago de Compostela analiz¨® y compar¨® 107.000 incendios forestales ocurridos entre 2007 y 2015 en territorio espa?ol y en este estado estadounidense. Y detect¨® una tendencia com¨²n: en ambas regiones del planeta hay zonas donde estos fuegos surgen cada vez m¨¢s cerca de las casas, lo que dificulta su extinci¨®n, explica el catedr¨¢tico Manuel Marey, uno de los autores del trabajo publicado en 2024 en la revista cient¨ªfica Forests por el grupo de investigaci¨®n Proyectos y Planificaci¨®n (Proepla) del Campus Terra. Los emplazamientos de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en los que la aproximaci¨®n de las llamas a las ¨¢reas habitadas es relevante son Arag¨®n, Regi¨®n de Murcia, y las provincias de Salamanca, ?vila, Burgos, Granada y Almer¨ªa.
Marey, del Departamento de Producci¨®n Vegetal y Proyectos de Ingenier¨ªa de la Escuela Polit¨¦cnica de Lugo, cree que la humanidad camina hacia un panorama incendiario ¡°complicado¡± y debe ¡°prepararse para convivir con fuegos raros y muy peligrosos¡± como el que asola California. Cuando las temperaturas son elevadas, los vientos soplan muy fuerte, la longitud del frente de las llamas es grande y el entorno amenazado es urbano, da igual la magnitud de los medios contraincendios con los que se cuente, esgrime el investigador. Son unas circunstancias endiabladas en las que los recursos no se pueden utilizar de manera eficaz y para las que Marey solo ve una soluci¨®n: equipos de extinci¨®n ¡°flexibles y ¨¢giles¡± que tengan una velocidad de respuesta lo suficientemente r¨¢pida para sofocar las llamas cuando empiezan y evitar que se desmadren. ¡°Las dificultades para extinguir los incendios cuando superan ciertas condiciones y entran en entornos urbanos son muy grandes y la planificaci¨®n estrat¨¦gica es muy compleja¡±, advierte.
La mitad de los fuegos forestales de Espa?a se producen en Galicia, una comunidad que con su extensa superficie arbolada y su dispersa poblaci¨®n suele observar con temor cualquier tragedia incendiaria all¨¢ donde se produzca. Los investigadores de la Universidad de Santiago decidieron averiguar si la distancia entre el foco de los fuegos y las ¨¢reas habitadas est¨¢ disminuyendo o aumentando, porque lo consideran clave para dise?ar pol¨ªticas efectivas de gesti¨®n y mitigaci¨®n. En el caso californiano, los datos evidencian que en un 4% del territorio se dibuja una tendencia de aproximaci¨®n significativa de las llamas a las zonas edificadas, mientras que en el caso espa?ol, ese porcentaje se eleva al 10,5% de la superficie. Galicia no est¨¢ entre ellas, aunque tampoco se aprecia un alejamiento.
En t¨¦rminos num¨¦ricos, explica Marey, se producen cada vez menos incendios forestales, pero est¨¢n ¡°m¨¢s concentrados espacio-temporalmente¡± y la planificaci¨®n de su abordaje se ha ido complicando. Empiezan a abundar los que, como ha ocurrido ahora en California o pas¨® en Galicia en el oto?o de 2017, se originan fuera de las estaciones habituales, cuando menos medios contraincendios est¨¢n operativos. Y est¨¢n afectando ¡°a zonas de mayor valor econ¨®mico y social, lo cual provoca m¨¢s impacto¡±, a?ade este experto, que cita ejemplos en California, Espa?a o Australia. Cada a?o se calcinan 98 hect¨¢reas en todo el planeta.
El estudio de la Universidad de Santiago titulado An¨¢lisis de tendencias en la distancia de los incendios forestales a ¨¢reas edificadas en Espa?a y California (EEUU): 2007¨C2015, que junto a Marey firman ?scar L¨®pez ?lvarez y Luis Franco V¨¢zquez, tambi¨¦n repara en las causas de estos desastres. En Espa?a, el 83% de los incendios estivales son provocados por personas (ya sea intencionado o por una negligencia); un 4% tienen como causa un rayo; y un 12% son de origen desconocido. La investigaci¨®n detecta una importante tendencia a que las llamas se acerquen a viviendas en la zona de los Pirineos, una regi¨®n monta?osa ¡°muy susceptible¡± a los fuegos causados por las tormentas secas del verano, aducen los investigadores. Tambi¨¦n son los desastres provocados, los mayoritarios con diferencia en Espa?a, los que m¨¢s se est¨¢n aproximando a ¨¢reas habitadas, afirma Marey. Los naturales se presentan ¡°m¨¢s estables en el tiempo¡±, una tendencia esta ¨²ltima que confirman otras investigaciones realizadas por este equipo gallego. En California, por el contrario, los fuegos de origen humano en verano solo representan el 36% del total, mientras que m¨¢s de la mitad son de origen desconocido, y el 12% los desencadena un rayo.
Millones de datos
El an¨¢lisis fue dise?ado para asegurar su rigurosidad, se?ala Marey. El periodo de a?os al que se limit¨® (2007-2015) lo marc¨® la falta de datos m¨¢s actuales, ya que el Gobierno central no ha publicado a¨²n el punto de arranque de las llamas de los fuegos posteriores a 2015. Tampoco se incluy¨® todo el territorio espa?ol. Se descartaron Madrid, Cantabria, Pa¨ªs Vasco, Navarra y las islas porque no hab¨ªa garant¨ªas de que el punto de ignici¨®n se?alado en la documentaci¨®n oficial fuera el correcto. Y solo se incluyeron los episodios ocurridos entre junio y octubre porque solo se dispon¨ªa de informaci¨®n estad¨ªstica completa en este periodo del a?o.
Tras introducir en el ordenador estos millones de datos, en ninguna de las zonas en las que se dividieron los territorios de Espa?a y California se detect¨® un alejamiento significativo de las llamas a las ¨¢reas habitadas. ¡°Nuestra investigaci¨®n es ¨²nica en el sentido de que compara las tendencias de incendios en dos regiones geogr¨¢ficamente distantes con similitudes y diferencias en su relaci¨®n con el fuego¡±, explican los autores de la investigaci¨®n. ¡°Hasta donde sabemos, este tipo de an¨¢lisis no tiene precedentes cient¨ªficos¡±, a?aden.
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