Una misa solitaria y en cuarentena con el arzobispo en la catedral de la Almudena: ¡°Hablo con el Papa por WhatsApp¡±
El Arzobispado de Madrid emite todas las tardes una misa a las 19.00 por YouTube
Un. Dos. Un. Dos. A las 18.30 de la tarde del mi¨¦rcoles, una pareja de treinta?eros que vive frente a la casa del Arzobispo de Madrid en La Latina baila salsa a todo trapo con las ventanas acristaladas abiertas de par en par. ¡°?Esto es un cl¨¢sico, esto es un cl¨¢sico!¡±, se escucha desde el sal¨®n. Ning¨²n vecino se queja. Suben la m¨²sica. ¡°Suave, suave. Menea la cintura. Menea la manita. Suave, suave¡±. Minutos despu¨¦s, un Lexus NX negro, h¨ªbrido y silencioso aparca frente a la puerta del Obispado. Lo conduce Fausto Mar¨ªn, di¨¢cono y ch¨®fer del cardenal Carlos Osoro, una de las figuras m¨¢s poderosas de la Iglesia. ¡°Tengo mujer e hijos. Con 41 a?os ya soy un viejo. Esto es una vocaci¨®n¡±, dice mientras las intermitentes le gui?an el ojo. Ya s¨ª. Puntual, enfundado en un traje negro con boina y zapatos a juego, Osoro sale por la enorme puerta de madera bien perfumado con una carpeta de cuero marr¨®n y saluda a los vecinos:
¨D Estoy muy preocupado por estos d¨ªas. Voy a la Almudena a dar la misa de las siete.
La rutina diaria del Arzobispo de Madrid cambi¨® el mi¨¦rcoles 11 de marzo. Ese d¨ªa orden¨® un cerrojazo en todas las iglesias anticip¨¢ndose al decreto del Estado de alarma del presidente Pedro S¨¢nchez. Desde entonces, un folio cuelga de la mayor¨ªa de las verjas de las parroquias de la capital. ¡°Por decreto del Sr. Cardenal, se suspende todo acto p¨²blico incluso la celebraci¨®n de la Eucarist¨ªa diaria y dominical mientras se den las circunstancias graves que estamos viviendo¡±. Tres d¨ªas despu¨¦s, orden¨® que las misas s¨ª seguir¨ªan, que las dar¨ªa ¨¦l mismo y que se podr¨¢n ver desde el sal¨®n de casa. Un cardenal de 75 a?os YouTuber. ¡°Mucha gente la ve m¨¢s tarde, seg¨²n me ha dicho. Esto es una forma de estar con la gente¡±.
Dice que se toma la temperatura cada ciertas horas, que no baja al comercio y que su m¨¦dico est¨¢ en la sanidad p¨²blica muy cerca de Cuatro Caminos. ¡°Procuro hacer la vida que nos piden a todos¡±. Tambi¨¦n cuenta que hasta tres sacerdotes han dado positivo por coronavirus en estos d¨ªas. ¡°Hablo con ellos a diario y a la misma hora. Tengo el tel¨¦fono de todos los curas de Madrid¡±. Al llegar a la catedral en el Lexus, en la puerta hay una beata que quiere entrar como sea. ¡°Lo sentimos, no se puede con estos d¨ªas¡±, le explica Paco Valiente, el vigilante de seguridad madrile?o de 41 a?os que vive en Vallecas y custodia la llave. ¡°La cuido como si fuera oro. Soy cat¨®lico, pero no practicante¡±.
Osoro camina por el interior de la catedral. Sus pasos retumban en el espacio inmenso y vac¨ªo. Impresiona pasear as¨ª por la bas¨ªlica, quieta y muda. Las im¨¢genes observan desde las alturas, amenazantes. Rosa Garc¨ªa, traductora al lenguaje de signos de la misa que se est¨¢ a punto de celebrar, recibe al cardenal con los ojos brillosos y el coraz¨®n en un pu?o: ¡°Esto es un honor muy grande¡±. Quedan escasos minutos para que empieza la retransmisi¨®n de la misa, pero el cardenal tiene tiempo para charlar de f¨²tbol.
¡ª?De qu¨¦ equipos es, Eminencia?
¡ªSi lo digo, quedo mal con muchos.
¡ªEntonces es de la selecci¨®n.
¡ªEso es, jajaja. Que conste que bendije el nuevo campo del Atleti.
El cardenal entra en la sacrist¨ªa. Sale minutos despu¨¦s vestido de p¨²rpura y oro. Arranca saludando al di¨¢cono Fausto y duda con el nombre de Rosa, la traductora. Acaba salt¨¢ndoselo, no vaya a meter la pata, y agradece a la gente que sigue la misa en directo desde sus casas. ¡°Vivimos un momento un extraordinario. No nos desampare, Se?or. Dios no nos abandona. Nos ama. Aunque seamos un peque?o pueblo. Los que est¨¢is en las casas dolidos por la situaci¨®n. He gritado: tr¨¢talos Se?or con piedad. Hazlo se?or. La siguiente palabra es perdonaros. Qu¨¦ maravilloso es perdonarnos. Qu¨¦ bueno es esto que nos ha dicho. ?Cu¨¢ntas veces tengo que perdonar? Siempre¡±, dice durante la homil¨ªa
A continuaci¨®n, propone a los j¨®venes que ¡°adopten¡± a un anciano que viva solo. Pide que lo llamen por la ma?ana y por la tarde, y que se le ayude con la comida y los recados. ¡°No puedes desentenderte de quienes est¨¢n a tu lado¡±, insiste el arzobispo. Entonces, da un giro a las palabras. Como el buen narrador que es, sabe que debe cambiar el tono, modular la voz. Toca seducir y no imponer: ¡°Descubre a Cristo, que ha venido a este mundo a dar plenitud. No viene a abolir la ley. ?Pero qu¨¦ manera de venir a este mundo!¡±.
Ahora se ha ganado la atenci¨®n que merece. Hay inquietud por saber lo que viene a continuaci¨®n. Es un cuento que conoce toda la humanidad, pero Osoro lo llena de misterio: ¡°Este es un Jes¨²s que nace en Bel¨¦n. ?San Jos¨¦ y la Virgen no ten¨ªan sitio donde dar a luz a su hijo! Y tuvieron que ir a una cuevecita". ?Qu¨¦ pas¨® a continuaci¨®n? ?Sobrevivi¨® ese beb¨¦? ?Si lo hizo, ten¨ªa algo de especial? Osoro se guarda la respuesta como un jugador fino de cartas. Y aqu¨ª est¨¢, por fin, el cl¨ªmax de la historia: "En esa cueva vino Dios, el que ha hecho todo lo que existe¡±.
Acaba la celebraci¨®n con un canci¨®n en honor a la virgen de la Almudena. Su voz se impone sobre la del di¨¢cono, que guarda un respetuoso segundo plano. Sabe cu¨¢l es su papel. La retransmisi¨®n la est¨¢n siguiendo 1.500 personas por Youtube. Una vez que se corta la emisi¨®n, Osoro vuelve a la sacrist¨ªa a quitarse los ropajes. El guarda de seguridad de la empresa Securitas baja las escaleras del p¨²lpito con la bandeja de plata y el c¨¢liz en equilibrio.
El arzobispo termina agotado. Lleva en la mano la boina Kangol con la que evita pasar fr¨ªo en la cabeza. No descuida ni un segundo el sentido del humor:
¨DTiene 75 a?os...
¨DEstoy en las ¨²ltimas¨D, interrumpe.
Responde una a una todas las cartas que los creyentes le mandan. Es un trabajo agotador que se toma muy en serio. Cree que es una forma de ser cercano a la gente, en la l¨ªnea del papa Francisco. Adem¨¢s, es una cuesti¨®n de imagen personal: ¡°Ser obispo no es f¨¢cil. No puedes ser un cantama?anas".
Hablando del Papa, ?ha visto Los dos papas, la pel¨ªcula de Fernando Meirelles que ha producido Netflix?
¨DS¨ª, est¨¢ bien. Tiene una dificultad. Las pel¨ªculas de ficci¨®n se hacen con gente que muri¨®. Y esta trata de gente que est¨¢ viva. Eso siempre es dif¨ªcil.
Llegado el momento, Osoro tendr¨¢ derecho a voto en el c¨®nclave, la reuni¨®n que celebra el Colegio Cardenalicio de la Iglesia cat¨®lica para elegir a un nuevo obispo de Roma. ¡°Espero que ese d¨ªa no llegue. Querr¨¢ decir que Francisco ha vivido m¨¢s que yo. ?l hace m¨¢s falta¡±.
¨DNos consta que ustedes dos son buenos amigos.
¨DClaro. A veces charlamos por WhatsApp.
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