Libros para recorrer Madrid sin salir de casa
Elvira Lindo, Carlos Pardo y Alba Carballal son algunos de los escritores que nos recomiendan t¨ªtulos para no olvidarnos de la ciudad por la que no podemos pasear
En tiempo de cuarentena no se puede vivir la ciudad mucho m¨¢s all¨¢ del supermercado y el estanco, pero utilizando la avanzada tecnolog¨ªa del libro y el sof¨¢ podemos hacer viajes madrile?os sin miedo a contagios o a multas. (Por cierto, la lectura tambi¨¦n es una gran ocupaci¨®n en tiempos no excepcionales). Algunos escritores nos recomiendan sus lecturas favoritas para recordar la ciudad que vemos por la ventana.
Sabina Urraca, autora de Las ni?as prodigio (Fulgencio Pimental)
Ya s¨¦ que no se lleva lo de ponerse apocal¨ªptico y que tenemos que ser positivos, pero el libro que recomiendo leer en la cuarentena -yo lo estoy releyendo- es Celia en la revoluci¨®n, de Elena Fort¨²n. Hay en ¨¦l, por encima de la cat¨¢strofe de la Guerra Civil, un amor indomable por nuestra ciudad. Lo leo, saco a pasear a la perra con mascarilla y guantes, y veo mi Madrid vac¨ªo, lleno de gente que hace los recados corriendo y se aparta dos metros (yo tambi¨¦n lo hago as¨ª) y siento que es importante recordar esa pasi¨®n por las calles de la ciudad que rezuma esta novela de Fort¨²n. Recordemos nuestra ciudad aunque sea desde el sal¨®n de nuestra casa.
Mercedes Cebri¨¢n, autora de Muchacha de Castilla (La Bella Varsovia)
¡°A uno del Grapo le toca la primitiva. No puede cobrar porque no tiene DNI¡±. As¨ª de sencillamente resume la faja promocional Los Millones, una novela de Santiago Lorenzo que muy bien podr¨ªa llevarse al cine y que nos habla de una Espa?a en que la gente pagaba a¨²n en pesetas, pero que sobre todo nos habla de ese fe¨ªsmo madrile?o que tanto a?oramos cuando no lo tenemos a mano.
Juan G¨®mez B¨¢rcena, autor de Ni siquiera los muertos (Sexto Piso)
Recomiendo Filtraciones, el asombroso debut narrativo de Marta Caparr¨®s. El libro comprende cuatro nouvelles que tratan el tema de la precariedad laboral y la consiguiente precariedad emocional de sus protagonistas, treinta?eros que se mueven en un entorno hostil e incomprensible. La mejor y m¨¢s larga de las cuatro, Atrevimiento, narra con maestr¨ªa el Madrid del 15-M, de los huertos ecol¨®gicos, de los trabajos ef¨ªmeros y de las relaciones amorosas m¨¢s ef¨ªmeras a¨²n.
Elvira Lindo, autora de A coraz¨®n abierto (Seix Barral)
El tiempo amarillo, de Fernando Fern¨¢n G¨®mez, en particular el primer tomo. Tuve la suerte de compartir veladas con este gran hombre y siempre me lo imaginaba de ni?o, de joven, en el Madrid de la Guerra Civil y la posguerra. Celia en la Revoluci¨®n, de Elena Fort¨²n, es tambi¨¦n una incre¨ªble cr¨®nica de la guerra, y la mayor parte sucede en Madrid. Fort¨²n tiene un o¨ªdo privilegiado para el habla popular. Y entonces nac¨ª yo, de Miguel Gila: es muy valiosa la parte que el c¨®mico dedica a su infancia en el Madrid de la guerra. Todas esas memorias me han servido para escribir mi ¨²ltimo libro.
Elizabeth Duval, autora de Excepci¨®n (Letraversal) y Reina (Caballo de Troya)
El libro que retrata Madrid al que m¨¢s cari?o guardo es El ¨¢rbol de la ciencia de P¨ªo Baroja. Por varios motivos: por afinidad hist¨®rica y de referencias, por las largas conversaciones que interrumpen lo narrativo y porque empieza en el mismo edificio en el que yo estudi¨¦ durante mi adolescencia; lo que ahora es el Instituto San Isidro. Es el primero que se me viene a la cabeza, aunque haya otras caras y otros reflejos de Madrid, y el que m¨¢s resuena en m¨ª desde hace algunos a?os.
Sergio del Molino, autor de Calomarde, el hijo bastardo de las Luces (Libros del K.O.)
Cualquier libro de Rafael Reig de los que transcurren en un Madrid mar¨ªtimo con puerto y canales. Sangre a borbotones o Todo est¨¢ perdonado son perfectos para imaginar un Madrid que ya no podemos ver desde el encierro y que, cuando salgamos, puede haberse transformado en algo parecido a lo que cuenta Reig.
Alba Carballal, autora de Tres maneras de inducir un coma (Seix Barral)
Tiempo de silencio, de Luis Mart¨ªn Santos, es la novela que mejor refleja las diferencias entre la estructura social ¡®oficial¡¯ y la ¡®no oficial¡¯ del Madrid de posguerra, y tambi¨¦n lo que supon¨ªa la gran ciudad para un hombre del medio rural. As¨ª, representa la oficialidad de las instituciones, de los representantes pol¨ªticos del franquismo y sus promesas, o de los barrios burgueses que sostienen el orden establecido; pero tambi¨¦n la no oficialidad de los barrios perif¨¦ricos, la dejadez hacia ellos por parte de las mismas instituciones y la informalidad en la que se ven condenados a existir. Su expresividad ayuda a afianzar la estrecha relaci¨®n entre la realidad social representada y el propio g¨¦nero narrativo, que alcanzan una identidad sin precedentes. Este libro es mucho m¨¢s que un documento casi gr¨¢fico de la situaci¨®n pol¨ªtica y ¨¦tica de Madrid: es capaz de elevar a Madrid a la categor¨ªa de s¨ªmbolo. S¨ªmbolo, por supuesto, de su sociedad urbana, pero tambi¨¦n de sus enormes contradicciones.
Carlos Pardo, autor de Lejos de Kakania (Perif¨¦rica)
Hay dos novelas que transcurren en Madrid que me fascinan, perfectas para estos momentos de encierro: El gran momento de Mary Tribune, de Juan Garc¨ªa Hortelano, y Romanticismo, de Manuel Longares. Ambas pueden leerse como una historia de Madrid desde los a?os del desarrollismo (Garc¨ªa Hortelano) a la transici¨®n (Longares). No obstante, no es este el libro que recomiendo ahora, sino en Bosquejillo de su vida, del aragon¨¦s Jos¨¦ Mor de Fuentes (1762-1848), traductor de Tuc¨ªdides y Gibbon, que narra en primera persona el levantamiento del 2 de mayo de 1808, con un estilo directo, ¨¢gil y casi documental, con varias perspectivas y con el pueblo madrile?o como un protagonista plural. Una maravilla de librito hoy olvidado.
Manuel Garc¨ªa del Moral, miembro de la editorial La Librer¨ªa, especializada en temas madrile?os, y autor de Secretos de Madrid
Desde su lectura en el colegio, me qued¨¦ fascinado por el Madrid decimon¨®nico de Luces de Bohemia, de Valle-Incl¨¢n. En esta obra paseamos junto a Max Estrella y esa recua de personajes tan bohemios como disparatados. Curiosamente, aquel Madrid totalmente desconocido para m¨ª a?os despu¨¦s se convertir¨ªa en mi hogar y sus calles en mi refugio. No son pocas las veces que, en mis paseos nocturnos, he caminado por muchos de los escenarios de la obra, como la Chocolater¨ªa de San Gin¨¦s (en la obra la ¡®Bu?oler¨ªa Modernista¡¯), esperando cruzarme con alguno de los personajes de ese universo del esperpento.
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